Vitalidad nonagenaria
Unas instalaciones reformadas y un ¨ªndice cero de desempleo, avales de la Escuela de Minas de la UPV en su 90 cumplea?os
La Vizcaya de hierro y carb¨®n es una fotograf¨ªa de color sepia en el ¨¢lbum de la historia. Del otrora imponente sector minero y metal¨²rgico, motor de la econom¨ªa vasca durante buena parte del pasado siglo, se mantienen s¨®lo aquellos vestigios que han sabido afrontar la cambiante realidad econ¨®mica y productiva con esp¨ªritu de supervivencia y capacidad de adaptaci¨®n. Los noventa a?os que cumple este curso la Escuela de Minas de la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV) se convierten en la mejor prueba de que la primitiva Escuela de Capataces de Minas, nacida en 1913, sigue a rajatabla estos preceptos.
El estado en el que la nonagenaria instituci¨®n se acerca a su centenario es, adem¨¢s, envidiable. Con 800 alumnos, un 30% de ellos mujeres, el ¨ªndice de colocaci¨®n de sus diplomados es del 100%. Este curso concluye sus estudios la primera promoci¨®n de la titulaci¨®n de Ingeniero T¨¦cnico en Obras P¨²blicas, que se suma a las ya existentes de ingeniero t¨¦cnico de Explotaci¨®n de Minas, de Mineralurgia y metalurgia y de Recursos energ¨¦ticos, combustibles y explosivos, con unas expectativas de colocaci¨®n ¨®ptimas, seg¨²n se deduce de los carteles de demanda de personal que distintas empresas han colocado en los pasillos del centro. A ello hay que a?adir que se ha concluido la primera fase de la reforma de la vetusta sede ubicada en Barakaldo, obra en la que se ha invertido cerca de un mill¨®n y medio de euros.
Con 800 alumnos, el ¨ªndice de colocaci¨®n de los diplomados de la instituci¨®n es del 100%
La Escuela est¨¢ viva, pese a la impresi¨®n generalizada en la sociedad de que la miner¨ªa y la metalurgia son profesiones en v¨ªas de extinci¨®n, asociadas a una ¨¦poca alejada de la era de las nuevas tecnolog¨ªas. La lucha contra este t¨®pico en los institutos de educaci¨®n secundaria ha sido uno de los ejes del trabajo de su directora, Cristina Avil¨¦s. "Nos esforzamos mucho en quitar prejuicios. Hemos mandado correos a todos los centros de Secundaria de La Rioja, Navarra y Pa¨ªs Vasco, donde no hay otra escuela similar. Mostramos nuestra disposici¨®n para ir al centro y explicar nuestra oferta a los orientadores universitarios. Al principio no nos aceptaban, pero poco a poco hemos logrado divulgar nuestra realidad y arrancar el mito de que la mina no existe", subraya Avil¨¦s.
Como resultado de estos esfuerzos, las preinscripciones para el pr¨®ximo curso han ascendido un 20%. "Tampoco intentamos crear ingenieros en masa, sino formar el n¨²mero adecuado de profesionales para un mercado que los demanda", matiza la directora. Avil¨¦s recuerda que s¨®lo en la comunidad aut¨®noma vasca existen 53 explotaciones mineras a cielo abierto, as¨ª como canteras, cementeras, f¨¢bricas de hormig¨®n, de vidrio... En conjunto acotan una importante fuente de trabajo para una actividad profesional que, en opini¨®n del decano del Colegio de Ingenieros T¨¦cnicos de Minas de Vizcaya, Ricardo Aresti, presente en los actos de celebraci¨®n del 90 aniversario, merecer¨ªa un mayor reconocimiento social. "Falta algo de marketing, que se vea que estamos vivos; no como la cl¨¢sica mina de casco con linterna, sino tambi¨¦n en t¨²neles, metros, canteras...", lamenta.
El viejo modelo de principios y mediados del siglo anterior, en el que los alumnos compaginaban trabajo y estudio, como fue el caso de Aresti -el de la somnolencia en clase por cansancio, el de las lecciones los s¨¢bados por la tarde-, ha pasado a formar parte del recuerdo de una escuela que ha sabido sobrevivir a la decadencia de la industria que la hizo nacer.
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