La campa?a en un minuto
No a la guerra
Una pregunta se convirti¨® ayer en la noticia de la campa?a. ?Es el No a la guerra propaganda electoral? El PP no est¨¢ de acuerdo con que cerca de los colegios electorales puedan exhibirse los ya famosos carteles negros y rojos. O los azules y negros de Nunca M¨¢is. Aznar dijo que su Gobierno era el primero que estaba contra la guerra. E incluso aprovech¨® unas de sus habituales visitas a la Casa Blanca para que Bush dijera "nunca m¨¢is". Entonces, ?por qu¨¦ tanta preocupaci¨®n?
La pintada
Hay en Madrid supermercados que de noche abren sus puertas traseras y dejan sobre la acera tomates a punto de pudrirse y yogures reci¨¦n caducados. Ordenadamente, j¨®venes inmigrantes los van recogiendo para cenar. Son los reci¨¦n llegados, los nuevos braceros, los nuevos pobres. Ayer, en Lavapi¨¦s, enfrente de uno de esos supermercados, una coordinadora de inmigrantes pint¨® en la pared: "S¨®lo el voto es integraci¨®n".
El consejero
Alberto N¨²?ez Feij¨®o, consejero de Pol¨ªtica Territorial y Obras P¨²blicas del gobierno de Fraga. ?l solito fue capaz de presidir ayer 13 inauguraciones. Y eso que la Junta Electoral de Pontevedra le prohibi¨® presidir otra. Si no, hubieran sido 14 fotos, 14 cintas que cortar, un sinf¨ªn de apretones de manos. Cualquier parecido con la campa?a electoral es pura coincidencia.
El presunto novio
Juli¨¢n Mu?oz, sucesor de Gil en Marbella, hace campa?a desde un Mercedes descapotable saludando a diestro y siniestro, rodeado de polic¨ªas en moto y a caballo, disfrutando de la popularidad televisiva que le otorga su presunto noviazgo con Isabel Pantoja. PSOE y PP sospechan que todo eso no es m¨¢s que una cortina para ocultar la corrupci¨®n. El socialista Chaves quiere pactar con el PP para dejar a Mu?oz sin la alcald¨ªa. Siempre le quedar¨¢ T¨®mbola.
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