Zapatero pide el voto para cambiar de pol¨ªtica y Aznar para asegurar estabilidad

Las papeletas que los ciudadanos depositen ma?ana en las urnas no s¨®lo servir¨¢n para elegir ayuntamientos, parlamentos auton¨®micos, diputaciones o cabildos. Tambi¨¦n servir¨¢n para saber qu¨¦ partido cuenta con la confianza mayoritaria de los espa?oles. El que sume m¨¢s sufragios en t¨¦rminos absolutos se proclamar¨¢ pol¨ªticamente ganador, aunque su victoria tenga dif¨ªcil traducci¨®n en t¨¦rminos pr¨¢cticos.

El PSOE conf¨ªa en recuperar este 25 de mayo el primer puesto que perdi¨® en 1995, cuando logr¨® el 30,5% de los sufragios, frente al 37,2% del PP. En las elecciones municipales de 1999 estuvo a punto de lograrlo, pero se qued¨® a 42.000 votos (un 1,2%) de los populares.

Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero culmin¨® ayer su primera campa?a electoral como m¨¢ximo l¨ªder del PSOE. Acab¨® convencido de que la victoria que su partido espera lograr ma?ana supondr¨¢ el comienzo de un nuevo ciclo pol¨ªtico, que le llevar¨¢ a La Moncloa en marzo de 2004.

El protagonismo de los l¨ªderes de los principales partidos convierte el 25-M en unas primarias

"No voten por el miedo, sino por la esperanza y la renovaci¨®n", reclama el dirigente socialista

"Tenemos un pa¨ªs en marcha y no queremos que nadie lo pare", proclama el jefe del Gobierno

Zapatero apost¨® por Trinidad Jim¨¦nez, una persona de su m¨¢xima confianza, para reconquistar la Alcald¨ªa de Madrid, que los socialistas mantuvieron desde las primeras elecciones municipales, en 1979, hasta que una d¨¦cada despu¨¦s Juan Barranco fue desalojado por una moci¨®n de censura de centristas y populares.

El Ayuntamiento de la capital se ha convertido en la batalla m¨¢s emblem¨¢tica de estas elecciones. Tanto Zapatero como Aznar, que se han disputado "voto a voto" la confianza de los electores durante dos semanas fren¨¦ticas, eligieron Madrid para el mitin de cierre de su campa?a, despu¨¦s de intervenir en las ciudades donde iniciaron sus carreras pol¨ªticas: Le¨®n y Valladolid.

El protagonismo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar no ha sido menor que el de Zapatero, aunque enfila ya el tramo final de su segunda y ¨²ltima legislatura como presidente del Gobierno, si cumple su compromiso de no volver a presentarse. Tan destacado ha sido su papel en la campa?a del PP que, a juicio del diario The Wall Street Journal, ha convertido estas elecciones en un refer¨¦ndum sobre su alineamiento con EE UU en el ataque a Irak.

Aznar, que inici¨® la campa?a acosado por las movilizaciones contra la guerra y el desastre del Prestige, parece haberse ido creciendo en el cuerpo a cuerpo con sus adversarios -el PSOE en toda Espa?a, los nacionalistas en el Pa¨ªs Vasco- a los que ha golpeado dial¨¦cticamente sin tregua. Incluso ha dejado de lado las formas propias de su cargo para bajar a la arena del lenguaje callejero, con alusiones testiculares, jaleadas por su auditorio, y acusaciones a sus oponentes de andar "en pelota picada".

Para movilizar a sus votantes, ha esgrimido el temor a la izquierda y a los supuestos riesgos catastr¨®ficos que para el futuro de Espa?a se derivar¨ªan de su victoria. Ayer insisti¨® por ¨²ltima vez en que el acceso al poder, siquiera sea municipal y auton¨®mico, de la "coalici¨®n Llamazares-Zapatero", como machaconamente se ha referido al PSOE e Izquierda Unida, traer¨ªa como consecuencia un aumento del paro. "Tenemos un pa¨ªs en marcha que no queremos que nadie pare. No queremos que Llamazares o Zapatero nos lleven atr¨¢s", proclam¨® en Valladolid.

Zapatero ha evitado responder a Aznar en el mismo tono pero, frente a su emplazamiento reiterado para que revele si pactar¨¢ "con los comunistas", ha respondido que el PSOE puede dialogar y pactar con otros partidos, mientras que el PP, debido a su comportamiento autoritario, ya no puede hacerlo con nadie.

Los populares saben que s¨®lo tienen asegurado el poder en los ayuntamientos y comunidades aut¨®nomas donde logren mayor¨ªa absoluta, mientras que los socialistas disponen de una variada gama de pactos posibles, sin excluir al propio PP en el Pa¨ªs Vasco. En contrapartida, el voto de la izquierda aparece m¨¢s fragmentado, mientras que el PP re¨²ne todo el espectro pol¨ªtico que va de la extrema derecha al centro derecha, salvo en las comunidades con partidos nacionalistas.

Zapatero conf¨ªa en la movilizaci¨®n de la izquierda, espoleada por la guerra, y en el apoyo de los votantes de centro que respaldaron a Aznar en 2000 y se sienten defraudados. Pero tambi¨¦n en los casi dos millones de nuevos electores. "No vayan a votar por miedo, sino por la esperanza y la renovaci¨®n", reclam¨® ayer el l¨ªder socialista en Le¨®n.

La inc¨®gnita se despejar¨¢ ma?ana a partir de las 20 horas, cuando se cierren las urnas.