El juicio del siglo
El pr¨®ximo 6 de noviembre comenzar¨¢ en Nueva York el juicio contra 40 multinacionales acusadas por millares de v¨ªctimas del apartheid en Sur¨¢frica de haberse beneficiado de las condiciones creadas por la segregaci¨®n racial en ese pa¨ªs durante cuatro d¨¦cadas y contribuido a apuntalar la situaci¨®n con el apoyo que representaban para el poder racista de Pretoria.
La acusaci¨®n privada est¨¢ dirigida por el abogado norteamericano Ed Fagan, que ya ha probado su experiencia cuando obtuvo, en un acuerdo fuera de los tribunales, algo m¨¢s de mil millones de euros de la banca suiza para los familiares de las v¨ªctimas del holocausto, cuyos ahorros en cuentas suizas nunca llegaron a los leg¨ªtimos herederos, y que tambi¨¦n consigui¨® del Gobierno y de la industria alemanes, tambi¨¦n para evitar el litigio, 4.500 millones de euros para los trabajadores forzados, y sus descendientes, del Tercer Reich.
La apertura del juicio no est¨¢ exenta de pol¨¦mica, pese a que la reivindicaci¨®n est¨¦ cargada de justicia. El presidente surafricano, Thabo Mbeki, considera inaceptable que materias tan relevantes para su pa¨ªs se diriman en un tribunal extranjero, mientras que el arzobispo anglicano y Nobel de la Paz, Desmond Tutu, que presid¨ªa la Comisi¨®n por la Verdad y la Reconciliaci¨®n, abogaba en su informe final de marzo por el pago de reparaciones a los explotados por el apartheid. El Gobierno de Pretoria ha fijado esas indemnizaciones en unos 3.500 euros por cabeza para unas 22.00 v¨ªctimas. El camino ya estaba iniciado, aunque los promotores del juicio pretend¨ªan cerrarlo para siempre.
?D¨®nde acaba el derecho a la reclamaci¨®n de los ciudadanos contra un poder abusivo que puede haber
desaparecido incluso cuando el litigio se plantee? ?Debe un Estado sucesor heredar la obligaci¨®n de indemnizar por cr¨ªmenes que no ha cometido? Que las empresas que se beneficiaron de aquel estado de cosas han de reparar, parece razonable, pero ?cu¨¢les son los tribunales habilitados para ello? Un d¨ªa habr¨¢, de forma generalizada, instancias internacionales como el actual Tribunal Penal Internacional de La Haya a las que competer¨¢, sin esc¨¢ndalo, resolver esos problemas. Hasta ahora, los acuerdos fuera de los tribunales han aplazado muchas respuestas. Puede que no siempre sea as¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.