La prestidigitaci¨®n de Aznar y el caso Galicia
Los ejercicios de prestidigitaci¨®n y escapismo requieren de una cierta complicidad o al menos disposici¨®n por parte del espectador. Lamento llevar la contraria a los especialistas. A m¨ª el n¨²mero de Aznar a lo Houdini no me ha convencido. Creo que no est¨¢ correctamente ejecutado y que los ni?os del p¨²blico, m¨¢s sinceros, lo suspender¨ªan. Si plante¨® las elecciones como un refer¨¦ndum, lo ha perdido. Si no, tambi¨¦n. Adem¨¢s, lo importante en la prestidigitaci¨®n es el estilo: no es cre¨ªble que el abusador se convierta en v¨ªctima. La discrepancia con el poder, expresada o no en la calle, ha vuelto a ser tratada como un estigma. Como no es cre¨ªble ese liberalismo m¨¢gico enunciado en el lema "Menos impuestos, m¨¢s seguridad". Ni se puede importar a la Espa?a europea un "?Viva la libertad!" blandiendo el rifle al estilo Charlton Heston.
El partido gobernante pierde cuatro veces m¨¢s votos en Galicia que en toda Espa?a
Las elecciones locales eran elecciones locales. Y quiz¨¢s algo m¨¢s. Pero no todo. Es cierto que hay un gran triunfador en la derecha, Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Era un buen candidato a alcalde. Esa es la clave de su ¨¦xito. De alguna forma, su estilo fue el de un ant¨®nimo de Aznar. ?Estamos o no en el final de un ciclo? La conciencia c¨ªvica que se manifest¨® en defensa del medio ambiente, por el Prestige y contra la implicaci¨®n inexplicable de Espa?a en la guerra de Irak, representa un movimiento de fondo, una cultura, que no es medible por la horma de unas elecciones locales. No sabemos si ser¨¢n el anuncio de un final de ciclo para la derecha, pero s¨ª es el crep¨²sculo para un estilo de gobierno.
Por ejemplo, Galicia. La explotaci¨®n propagand¨ªstica del caso Mux¨ªa no puede ocultar la realidad de los resultados electorales del pasado d¨ªa 25. El partido gobernante pierde cuatro veces m¨¢s votos en el pa¨ªs gallego que en toda Espa?a. Por primera vez desde la implantaci¨®n de la Pax Fraguiana, la oposici¨®n del PSOE y BNG suma m¨¢s votos que el PP (777.948 frente a 695.540). Ser¨¢ la oposici¨®n la que gobierne la Diputaci¨®n de A Coru?a, el m¨¢s dotado de los cuatro organismos provinciales, despu¨¦s de obtener 10 puntos porcentuales m¨¢s que la derecha. Al contrario de lo sucedido con Ruiz-Gallard¨®n, Fraga ha fracasado de forma rotunda en sus dos grandes apuestas: reconquistar Vigo y Lugo con dos conselleiras de candidatas. De celebrarse elecciones auton¨®micas ahora, el PP perder¨ªa su mayor¨ªa absoluta en el Parlamento aut¨®nomo y Galicia le dar¨ªa un democr¨¢tico adi¨®s a la presidencia de Fraga Iribarne.
Cualquiera m¨ªnimamente avisado sab¨ªa desde hace meses que Mux¨ªa (menos de 5.000 electores, en continua ca¨ªda demogr¨¢fica por la emigraci¨®n de los m¨¢s j¨®venes) iba a ser metida en una redoma de vidrio y utilizada como reclamo al estilo de los extraterrestres de Roswell o de las antiguas aldeas potenkianas con sus decorados de cart¨®n piedra. All¨ª se ha empleado hasta l¨ªmites c¨®micos la maquinaria pesada del poder. En 15 d¨ªas, los vecinos de Mux¨ªa han sido cortejados y agasajados tres veces por don Manuel, por el vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y por todos y cada uno de los conselleiros de la Xunta. Lleg¨® a cundir la esperanza de que la siguiente promesa ser¨ªa un crucero por el Mediterr¨¢neo para compensar el estr¨¦s invernal del Atl¨¢ntico. A¨²n as¨ª, e incre¨ªblemente, el partido gobernante ha perdido 25 votos. Los nombres de sus titulares deber¨ªan ser esculpidos en un memorial de granito en la llamada zona cero, de acuerdo con la sentencia de Octavio Paz: "Los disidentes son la honra de nuestro tiempo".
Pero para otra posible interpretaci¨®n de los resultados en la Costa da Morte basta girar la mirada hacia Camari?as, justo enfrente de Mux¨ªa, y villa famosa por sus encajes de bolillos, donde obtuvieron mayor¨ªa los socialistas. O hacia Laxe, no muy lejos de all¨ª, un lugar -este s¨ª, m¨ªtico-, una especie de Inisfree gallego, donde est¨¢ ambientada la m¨¢s popular serie emitida por la televisi¨®n auton¨®mica, Mareas vivas. Una marea de votos dio el domingo la mayor¨ªa absoluta al candidato socialista Ant¨®n Carracedo, un hombre comprometido con el mar como pocos, y que comenz¨® su andadura pol¨ªtica como un valiente gaiteiro solitario. Es verdad: convocaba a la vecindad con una gaita, era su arma medi¨¢tica, para luego proclamar que otro Laxe era posible. Y transform¨® aquel feudo varado en un lugar simp¨¢tico, s¨ª se?or. En ese poniente, la izquierda gobierna tambi¨¦n Vimianzo o Dumbr¨ªa. Y es posible que Malpica, como gobernar¨¢ todos los municipios de la gran metr¨®poli coru?esa, con excepci¨®n de Arteixo, que tiene un buen y liberal alcalde popular. No es correcta, pues, la imagen de una Costa da Morte con uniforme conservador. El disentimiento de muchos hombres y mujeres del mar se manifiesta en muchos otros municipios del litoral, como Rianxo, Boiro o Moa?a, y el cambio ser¨ªa hist¨®rico de no rapi?arse la izquierda votos con candidaturas fratricidas, lo que tambi¨¦n fue el caso de Ferrol.
Y todav¨ªa m¨¢is. La poderosa maquinaria del PP gallego (en ocasiones, tan semejante al PRI: v¨¦anse, como met¨¢fora, los resultados en el municipio orensano de Avi¨®n, donde residen los ricos retornados mexicanos) ha quedado desatornillada en su habitat m¨¢s favorable, las villas intermedias, los corazones urbanos de las comarcas, como Viveiro, Ribadeo, Monforte, Guitiriz, Sarria, Ribadavia, Arz¨²a, Ames, Porri?o, Sada... En este ¨²ltimo municipio, por cierto, ha sido regidor durante muchos a?os el tambi¨¦n senador Moncho Rodr¨ªguez Ares, que inici¨® su carrera de una forma bien distinta a la de Carracedo. Era mozo de botica y suministrador de aspirinas del Pazo de Meir¨¢s. En su despacho de alcalde destaca una foto del dictador. Si la oposici¨®n se pone de acuerdo, tendr¨¢ que llev¨¢rsela a casa. Como met¨¢fora, tampoco est¨¢ mal.
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