"Hay que preservar el modelo social europeo frente al norteamericano"
C¨¢ndido M¨¦ndez luce estos d¨ªas una sonrisa propia del reto que acaba de asumir. La Confederaci¨®n Europea de Sindicatos (CES), una entidad con 30 a?os de historia que agrupa a 74 organizaciones de 34 pa¨ªses, le nombra hoy presidente. El secretario general de UGT se convierte as¨ª en el primer espa?ol con un cargo de responsabilidad en esta entidad. M¨¦ndez no cesa de hablar de Europa, aunque su discurso trasluce la preocupaci¨®n sobre el futuro de la protecci¨®n social en el Viejo Continente.
Pregunta. Durante su presidencia se va a producir el acontecimiento m¨¢s importante de la UE, con la entrada del mayor n¨²mero de pa¨ªses de su historia. ?Qu¨¦ supone para la CES?
Respuesta. La CES es la Europa unida en una expresi¨®n anticipada, tenemos sindicatos de todo tipo de pa¨ªses: los 10 de la primera oleada de la ampliaci¨®n, Rumania y Bulgaria, e incluso Turqu¨ªa. Aparte de eso, existe un doble desaf¨ªo. En el exterior, preservar el modelo social europeo frente al norteamericano. En el aspecto interior, hay que defender una equiparaci¨®n progresiva pero inexorable de los derechos laborales, sociales, salariales de los 108 millones de ciudadanos que se incorporan a Europa y, al mismo tiempo, propiciar la integraci¨®n.
"En vez de imponer recortes en las pensiones habr¨ªa que mejorar el crecimiento econ¨®mico"
P. ?ste es un momento especialmente delicado, con una oleada de reformas laborales y de las pensiones en Europa. ?Qu¨¦ pueden hacer los sindicatos europeos?
R. Ha habido un primer mensaje muy claro. Que el camino de las imposiciones no lleva a parte alguna. Hay que defender el di¨¢logo como v¨ªa suprema para reformar los sistemas de pensiones. Creo que no se est¨¢ respetando, y a las pruebas nos remitimos. Este debate se est¨¢ desarrollando sobre todo en el ¨¢mbito nacional, pero debemos reflexionar sobre si, en caso de que el desencuentro se mantenga, es conveniente -yo creo que s¨ª- y necesario establecer alguna respuesta en el ¨¢mbito europeo.
P. No hay precedentes de una respuesta unitaria de los trabajadores europeos.
R. No hay precedentes en el caso de una respuesta concreta a un apartado concreto, que es el sistema p¨²blico de pensiones, en funci¨®n de las agresiones que se est¨¢n produciendo simult¨¢neamente en varios pa¨ªses de Europa. Pero eso no deber¨ªa llevarnos a renunciar a establecer una cierta respuesta europea que fuera bien visible.
P. ?Existe en la CES receptividad a esta idea?
R. No se ha incorporado todav¨ªa a la agenda de debate. La proliferaci¨®n de propuestas de reforma ha sido en estos ¨²ltimos meses, y la CES estaba en una fase precongresual. Yo creo que inmediatamente despu¨¦s del congreso, si prosiguen estos escenarios en Alemania, Austria, Francia y otros pa¨ªses, habr¨ªa que hacer una reflexi¨®n colectiva para esa respuesta europea.
P. ?Temen los sindicatos que se produzca un efecto contagio de estas reformas a otros pa¨ªses?
R. Podr¨ªa extenderse este comportamiento, a partir de lo que est¨¢ aconteciendo en Francia, que a mi juicio es negativo. Est¨¢ aflorando una concepci¨®n de las pensiones que no es coherente con el modelo social europeo. Deben ser consideradas como pilar fundamental del Estado de bienestar y hay que preservarlas y mejorarlas. Sin embargo, se est¨¢n tomando como factor de competitividad entre los pa¨ªses, en su dimensi¨®n financiera. Si son consideradas as¨ª, la receta que van a aplicar es la del recorte, algo inaceptable. Existe este peligro, que puede ser fuente de tensiones y que viene a reflejar la clara incapacidad de los gobiernos europeos y de la Comisi¨®n para conjurar la situaci¨®n de estancamiento econ¨®mico. En vez de imponer recortes en las pensiones deb¨ªan establecer una prioridad en la mejora del crecimiento econ¨®mico, que es el principal problema de Europa.
P. ?Detecta en Espa?a signos que apunten hacia un recorte de las pensiones?
R. Hay una amenaza pendiente. El Gobierno pretende cambiar el sistema de c¨¢lculo de la cuant¨ªa de la pensi¨®n que supone unos recortes de entre el 25% y el 30%. Es una amenaza retrasada, pues anunci¨® que lo modificar¨ªa en 2003. Espero que el Ejecutivo espa?ol no cometa la temeridad de imponer un recorte de las pensiones mediante el cambio en el sistema de c¨¢lculo de la cuant¨ªa, y creo que no lo va a hacer porque est¨¢ ya a menos de un a?o de las elecciones generales.
P. ?Encuentra a los gobiernos europeos demasiado centrados en lo num¨¦rico y m¨¢s ajenos a las pol¨ªticas sociales?
R. ?sa es una realidad. La orientaci¨®n ideol¨®gica de la mayor¨ªa no tiende a preservar y fortalecer el rasgo fundamental de las sociedades europeas, la ciudadan¨ªa social. Hay una tendencia a considerar que Europa debe ser la Europa del euro. En pol¨ªtica y sociedad, la ambici¨®n es muy t¨ªmida. Pero el nivel de precariedad est¨¢ en 11 millones de personas y la pobreza es el segundo principal problema para la ciudadan¨ªa.
P. ?Qu¨¦ pa¨ªs lo est¨¢ haciendo mejor en la defensa de la protecci¨®n social y la participaci¨®n de los agentes sociales?
R. Sinceramente, en ninguno de los grandes pa¨ªses de la UE se puede encontrar una referencia, m¨¢s bien al contrario.
P. ?Qu¨¦ le gustar¨ªa cambiar de la CES?
R. Creo que el sindicalismo internacional es muy complicado. Quisiera que en este mandato la CES fuera definitivamente la gran referencia sindical, el gran y poderoso sindicato europeo. Para ello es necesaria una convicci¨®n compartida: la propia del equipo de direcci¨®n de la CES, que la tiene, y que las organizaciones sindicales que la componemos tengamos claro que hay que hacer una expl¨ªcita dejaci¨®n de soberan¨ªa en beneficio de la CES. Hay otro requisito: que nuestra contraparte natural, que son los empresarios europeos, tengan el convencimiento de que hay que avanzar hacia una mayor definici¨®n de las relaciones laborales en el ¨¢mbito europeo. Eso es lo que menos claro est¨¢. En la patronal sigue habiendo una resistencia clara a superar el ¨¢mbito nacional y a avanzar hacia la UE.
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