"Escrib¨ª el gui¨®n de 'Atraco a las tres' en nueve d¨ªas, y eso s¨®lo se hace por hambre"
Pedro Mas¨® (Madrid, 1927) tiene olfato y tambi¨¦n aire de emperador romano. Hoy, a este productor, guionista y director de raza y callo, que ha lidiado con todas las crisis del cine espa?ol apostando por los productos que m¨¢s le iban al p¨²blico en el cine y la televisi¨®n, sus colegas le plantan una corona de laurel que ¨¦l llevar¨¢ bien a gala por dos cosas, por el galard¨®n en s¨ª, que lo otorgan los productores, y por el nombre que lleva: Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦. Y es que con ese realizador, Mas¨® todav¨ªa cosecha uno de sus mayores ¨¦xitos, Atraco a las tres (1962), la pel¨ªcula sobre los bancarios metidos a ladrones de sainete reivindicada hoy m¨¢s que nunca, que fue dirigida por Forqu¨¦ y cuyo gui¨®n Mas¨® escribi¨® en un suspiro. "Acababa de nacer uno de mis nueve hijos. Lo acab¨¦ en nueve d¨ªas, y eso s¨®lo se hace as¨ª por hambre", recuerda. Para recordarla, adem¨¢s, Mas¨® acaba de terminar su secuela como productor, Atraco a las tres y media, que se estrena el pr¨®ximo 20 de junio. El VIII Premio Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦, dotado con 30.050 euros y otorgado por la Entidad de Gesti¨®n de Derechos de los Productores Audiovisuales, le ser¨¢ entregado hoy a Pedro Mas¨®, primer productor que posee este galard¨®n, durante una gala en el Teatro Real de Madrid.
"Todo lo que tengo lo he reinvertido en el cine. Lo ¨²nico que me queda son mis negativos"
"Antes, para explotar una pel¨ªcula necesitabas a?os; ahora, en un mes, recoges y ganas"
Lleva gafas de pasta negra, el pelo blanco peinado hacia delante y luce un moreno que puede ser de pie de rodaje o de vacaciones en balandro. Nada m¨¢s saludar se empe?a en sacar pecho campechano. Si uno se presenta con un "Buenas tardes, se?or Mas¨®", ¨¦l responde r¨¢pido: "A m¨ª, de t¨², ?eh?", y suelta un apret¨®n de manos firme. Luego empieza a hablar de sus ¨¦xitos en la sede de su productora, empapelada con los carteles de las pel¨ªculas que le han forjado un nombre, una fama, una manera de entender el oficio muy pegada a la calle, con pel¨ªculas como La gran familia, La miel, La menor, Las adolescentes, Experiencia prematrimonial, Sor Citr?en, Los guardiamarinas, o los t¨ªtulos gloriosos de Paco Mart¨ªnez Soria, junto a series como Anillos de oro, Brigada Central o Un chupete para ella...
Poco cine de autor, eso est¨¢ claro: "Uno juega a lo m¨¢s dif¨ªcil, que es hacer re¨ªr, no al intelectualoide, eso es lo f¨¢cil. A la gente le gusta ver cosas positivas, la gente es buena, es inocente", afirma. Y eso no se hace s¨®lo con talento en Espa?a, hay que luchar por las salas, una por una. Lo de los centros copados por las grandes distribuidoras estadounidenses no es nuevo. Ya se daba hace a?os, cuando la ¨²nica fuente de ingresos era el p¨²blico que acudiera a las mismas. "Antes, para explotar una pel¨ªcula necesitabas a?os; ahora, en un mes, recoges y ganas". ?C¨®mo? ?Un productor que no llora? "?Eh! ?Alto! A m¨ª me jode llorar, le quita prestigio a la cosa. Pero lo que digo es verdad. Antes no hab¨ªa derechos por televisi¨®n, por v¨ªdeo, DVD, pago por visi¨®n. Antes te pod¨ªas dar por contento si sal¨ªan una o dos pel¨ªculas valientes que te cubr¨ªan las p¨¦rdidas de las otras y as¨ª ibas tirando".
Hoy la cosa ha cambiado. "El cine est¨¢ m¨¢s considerado, m¨¢s protegido, m¨¢s potenciado. Hay m¨¢s ayudas. Antes estaban las clasificaciones, A, B, C, con las que pod¨ªas llevarte alg¨²n apoyo", afirma. O las de inter¨¦s nacional, como La gran familia, producto ejemplar de salida adelante airosa en la Espa?a desarrollista, con prole de 15 hijos, abuelo y asistenta, padre pluriempleado y madre optimista. "Esa pel¨ªcula tuvo tres hermanas, en su tiempo funcion¨® y consigui¨® el Premio de la Juventud en Cannes", recuerda Mas¨®.
All¨ª la compraron hasta los rusos. "S¨ª. Por 15.000 d¨®lares". Eran los tiempos en que los presupuestos medios estaban entre cinco y seis millones de pesetas. "Con eso, hoy no doy ni de comer al equipo", calcula Mas¨®. Tambi¨¦n cuando la entrada costaba 32 pesetas y los guiones se pagaban con cifras de tres ceros.
Antes, Mas¨® ya se hab¨ªa curtido en el oficio en todos sus puestos. "Empec¨¦ como actor, a 27 pesetas con 50 c¨¦ntimos, en una pel¨ªcula que se llamaba Castillo de naipes", recuerda. Le gust¨® el medio, el ambiente y el dinerito caliente que se ganaba. Luego baj¨® el escalaf¨®n a botones. "Fue en los Estudios Ballesteros, con una pel¨ªcula de Sainz de Heredia que se titulaba El esc¨¢ndalo. Sacaba 50 pesetas a la semana y serv¨ªa de chico para todo". Despu¨¦s se hizo guionista con El seductor de Granada. "Me puse a escribir y me dije: '?Co?o, aqu¨ª tengo yo el huevo de Col¨®n!". Le resultaba f¨¢cil, y desde entonces ha firmado m¨¢s de setenta guiones.
Muchos de ellos en circunstancias de aut¨¦ntica pirueta, para mezclar ¨¦xito de p¨²blico con toreo previo a la censura. "Antes s¨ª que era complicado hacer guiones, sin poder decir ni marcas, ni tacos", cuenta Mas¨®. Eso por no hablar de la cosa er¨®tica. "Era todo tan rid¨ªculo que incluso me pararon el gui¨®n de Experiencia matrimonial, con Ornella Muti, seis veces. Ya, harto, me fui a ver qu¨¦ pasaba. Me dec¨ªa el censor: 'Hombre, Mas¨®, es que esto de Alejandra comienza a desnudarse...'. Yo, en una de esas chispas de inspiraci¨®n que te entran a veces, le dije: 'Ya est¨¢. Ya lo tengo. ?Y si en vez de Alejandra comienza a desnudarse ponemos: Alejandra comienza a vestirse?'. Le pareci¨® fant¨¢stico, al imb¨¦cil. ?No sab¨¦is lo que era eso, lo que hemos tenido que padecer!", recuerda Mas¨® ech¨¢ndose las manos a la cabeza.
Son las sombras contadas con humor berlanguiano de un oficio que tambi¨¦n tiene muchas luces. Como las del descubrimiento de talentos, algo en lo que Mas¨® se ha fabricado una lista de r¨¦cord Guinness. No sabe explicar el secreto. "Para eso te vienes un d¨ªa a un c¨¢sting y ves c¨®mo lo hago. Yo no s¨¦ cont¨¢rtelo", adelanta. Pero el caso es que ¨¦l dice haber descubierto a Ornella Muti, a Imanol Arias, a Jos¨¦ Coronado, a Ana Duato, a Alfredo Landa -que debut¨® en Atraco a las tres-, Gabino Diego, Javier Bardem, Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n, Cayetana Guill¨¦n Cuervo...
Es parte del ¨¦xito. Tambi¨¦n el aguante: "Hay que tener el alma preparada para sufrir y luchar o la profesi¨®n te devora. ?Dinero no, cojones son los que hacen falta!", dice Mas¨®, directo, franco, lanzado. Pero, tambi¨¦n, en la producci¨®n hace falta mucha creatividad: "?se es el reto del productor. ?l es quien monta un proyecto de la nada, el que contrata a los guionistas, monta la puesta en escena y luego la vende", afirma.
Luego est¨¢ la promoci¨®n, que es clave. "El 50% de un proyecto depende de la promoci¨®n. Lo aprend¨ª de Stanley Kubrick, a quien visit¨¦ en Londres cuando rodaba Barry Lyndon. Pregunt¨®: '?Cu¨¢nto ha costado esta pel¨ªcula? ?15 millones de d¨®lares? Pues vayan pensando en otros 15 para publicidad".
A todo eso, Mas¨® aplica dedicaci¨®n absoluta: "Despu¨¦s de 40 a?os en el cine no le debo un duro a nadie y muchos me deben a m¨ª, en cambio. Todo lo que tengo, adem¨¢s, lo he reinvertido en pel¨ªculas, en el puto cine, no tengo vi?edos, ni tierras, ni fincas, lo ¨²nico que me queda son mis negativos", jura.
Babelia
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