Pol¨¦mica en el patinaje
Varios clubes denuncian casos de maltrato psicol¨®gico a ni?os y falsificaci¨®n de gastos en otra entidad
El patinaje valenciano de velocidad anda revuelto. Varios clubes, la Fundaci¨®n Deportiva Municipal y la Federaci¨®n valenciana se encuentran envueltos en un conflicto rodeado de "chanchullos", "envidias" y acusaciones de maltrato psicol¨®gico a ni?os y falsificaci¨®n de documentos.
Los clubes Velo-Pat¨ª Val¨¨ncia y Pat¨ªn Picanya acusan a Yovima, club que dirige Yolanda Vicente Mateos, de una larga lista de irregularidades. Seg¨²n ellos, Yovima coordina desde 2000 las escuelas municipales de patinaje sin que ¨¦stas hayan salido a concurso p¨²blico por la Fundaci¨®n. "Un solo club no puede acaparar las escuelas, eso es labor de la Federaci¨®n", explica Pepi Teruel, preparadora del Pat¨ªn Picanya. "Yo soy vicepresidente de la Federaci¨®n y no me enter¨¦ del concurso. Hay muchos chanchullos", dice Antonio Teruel. "Esta se?ora [Yolanda Vicente] no es monitora y adem¨¢s ha falsificado t¨ªtulos. Se queda dinero de la Fundaci¨®n para los monitores, ha revendido material para ganar dinero y paga a los ¨¢rbitros menos de lo que debe. Ha hecho mucho da?o al patinaje", a?ade.
En la otra punta est¨¢ Yovima y la Fundaci¨®n Deportiva. "Todo son envidias porque yo lo tengo todo y ellos nada. Soy el objetivo, es algo personal. Me ofrecieron las escuelas, que llevaban diez a?os abandonadas, y son m¨ªas hasta el 2005, no pueden hacer nada", afirma Yolanda Vicente.
La pol¨¦mica por las escuelas es s¨®lo la punta del iceberg. Seg¨²n varios clubes, ni?os de entre 8 y 18 a?os se han dado de baja de Yovima "por maltrato psicol¨®gico". "Los ni?os se entrenan, y ella les insulta porque han hecho mal un ejercicio, o les hace pagar una multa por limpiar mal una rueda", explica To?i Garc¨ªa, delegada del Velo-Pat¨ª. "Ha tenido a los mejores corredores de Valencia, campeones de Espa?a y mundialistas, y los ha perdido, nunca ha sacado corredores por su cuenta", contin¨²a To?i, que afirma que Yovima ha pasado de tener unos 25 corredores a s¨®lo seis. "Los ni?os le ten¨ªan miedo, se pasaban la noche llorando antes de competir, y han aguantado gritos e insultos, lo han pasado muy mal", explica Pepi Teruel, del Pat¨ªn Picanya.
?La respuesta de Yolanda Vicente? "Mentira, soy maestra y en mi vida he insultado a un ni?o. Que me lo digan en un juzgado". "A una compa?era la llam¨® rastrera y ladrona, e intent¨® romperle la ropa y los patines", cuenta una ex corredora de Yovima. "De los peque?os pasaba totalmente, y a los mayores les trataba a gritos, todos los d¨ªas igual. Yo llegu¨¦ a aborrecer el patinaje por su culpa, le cog¨ª asco a los patines cuando era lo que m¨¢s me gustaba", a?ade. "Era horrible", dice otra ex patinadora, "nos dec¨ªa de todo, y no pod¨ªamos ni hablar. A m¨ª me dijo que no serv¨ªa para nada. He acabado harta".
Las acusaciones contin¨²an. Los clubes aseguran que Yovima presenta "gastos falsos, inventados", para justificar subvenciones de la consejer¨ªa, y que los corredores han puesto dinero de su bolsillo para pagar viajes y equipamiento, "y no se les ha devuelto" cuando estos gastos son presentados como efectuados por el club. "Que digan lo que quieran. Tenemos gastos de 12.000 euros y subvenciones de 6.000. El resto del dinero lo pongo de mi bolsillo, yo mantengo al club", se defiende Yolanda Vicente.
Los clubes afirman tambi¨¦n que Yolanda Vicente ha entrenado "sin titulaci¨®n de la federaci¨®n", que varios de sus monitores "tampoco tienen el t¨ªtulo y los que hay son falsos porque usa sin permiso el cu?o de la federaci¨®n". Adem¨¢s, acusan a Yovima de no cumplir las seis horas semanales que obliga la Fundaci¨®n al coordinador de las escuelas municipales -"cobra las seis horas y no las imparte, est¨¢ enga?ando a la Fundaci¨®n", dice To?i Garc¨ªa-, de "falsificar firmas de menores", y de no contar con el m¨ªnimo de alumnos, 20, para la escuelas. "Ha destrozado el patinaje", asevera Pepi Teruel.
La respuesta de Yolanda Vicente es siempre la misma: "Todo es mentira". "A Yolanda se le maltrata. Dicen que se forra, pero no se lleva un duro", asegura Julio Valero, asesor de la Fundaci¨®n, "esto es una guerra".
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