'M¨²sica y tragedia
Klaus Kropfinger, en el seminario que ha acompa?ado el estreno en Espa?a de la tragedia de Luigi Nono, aport¨® una serie de claves que iluminan bien los grandes rasgos de Prometeo. Entre otras, el hecho de que el espacio se transforme en un par¨¢metro m¨¢s de la composici¨®n. De ah¨ª la distribuci¨®n en cinco grupos de instrumentistas y cantantes, retomando as¨ª la antigua policoralidad de la bas¨ªlica de San Marcos, donde la m¨²sica llegaba al oyente desde ¨¢ngulos muy diferentes. De ah¨ª, tambi¨¦n, la manipulaci¨®n electr¨®nica que permite, a trav¨¦s de los altavoces, mover y hacer circular el sonido. Este movimiento, indudablemente, hubiera resultado bastante m¨¢s impactante en un recinto de mayores dimensiones que el claustro de la Universidad.
Para plasmar todo ello, los t¨¦cnicos de sonido de Friburgo, encabezados por Andr¨¦ Richard, hicieron aut¨¦nticas filigranas, manejando las distintas fuentes instrumentales y vocales con una delicadeza infinita. Su labor no consist¨ªa s¨®lo en reubicarlas, sino tambi¨¦n en graduar par¨¢metros como el volumen y la reverberaci¨®n. Armados de partituras tan gigantescas como las de Arturo Tamayo y Nacho de Paz, enfrentados a poderosos medios electr¨®nicos, y situados en el centro de un claustro renacentista, parec¨ªan encarnar lo que J¨¹rg Stenzl se?alaba en el programa: "Detr¨¢s de la partitura no hay ninguna certeza, pero el pasado (el mito), el presente, el futuro (la utop¨ªa) existen. Se tiene la convicci¨®n de que los cambios y las transformaciones son ineludibles". No era dif¨ªcil sentirse abrumado. No era dif¨ªcil, tampoco, tener miedo ante la plasmaci¨®n concreta de lo que la electr¨®nica puede llegar a conseguir. Electr¨®nica live , tan live como la ajustada ejecuci¨®n instrumental, complemento inexcusable de unas voces que quedar¨¢n para el recuerdo.
Babelia
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