El 'rey' del vaquero italiano busca trono en Espa?a
Renzo Rosso cree que s¨®lo "la ropa, la comida y la casa marcan la diferencia en un mundo globalizado"
En 1978 cuando fund¨® su propia marca de moda, Renzo Rosso (Padua, 1955) busc¨® una palabra que fuera f¨¢cil de identificar y que tuviera un sonido parecido en todo el mundo. Diesel es, veinticinco a?os despu¨¦s, una innovadora compa?¨ªa internacional de dise?o que produce m¨¢s de 3.000 piezas distintas por temporada y con m¨¢s de 1.300 empleados en todo el mundo. El rey del vaquero italiano abre ahora sus puertas a Espa?a. Primero fue una tienda en Barcelona y el jueves inaugur¨® oficialmente otra en Madrid (Fuencarral, 19). "Hay que estar presente en todos los mercados importantes; Internet llega a todas partes y los j¨®venes de todo el mundo buscan la misma m¨²sica, la misma ropa y el mismo cine", asegur¨® el presidente de Diesel.
Diesel est¨¢ presente en m¨¢s de 80 pa¨ªses con 10.000 puntos de venta y casi 200 tiendas en ciudades como Nueva York, Londres o San Francisco
No llega Rosso a Espa?a en el mejor momento para la moda. Algunas firmas han empezado a cerrar tiendas y la recesi¨®n tras la guerra amenaza con golpear a¨²n m¨¢s al sector textil. "El conflicto con Irak ha relentizado todo, pero creo que ahora estamos empezando a volver a la realidad. Hubo un tiempo en que todo fue fant¨¢stico, hab¨ªa mucha presi¨®n pero se funcionaba muy bien. Fue el momento de un consumo exacerbado, creo que vamos a estar mejor ahora", a?adi¨® durante su fugaz paso por Madrid.
En 80 pa¨ªses y 10.000 tiendas
El presidente y fundador de Diesel es puro nervio. Ojos claros, barba m¨ªnima y pelo largo rizado. Su idea de la elegancia masculina pasa por combinar unos vaqueros blancos con una camiseta y una chaqueta vaquera negras. Es hijo de granjero, tiene seis hijos de dos matrimonios y entr¨® en el mundo de la moda por casualidad. Buscaba algo diferente y se matricul¨® en una escuela de dise?o. Ahora la empresa de Rosso est¨¢ presente en m¨¢s de 80 pa¨ªses con 10.000 puntos de venta y casi 200 tiendas en ciudades como Nueva York, Londres o San Francisco.
El 100% del vaquero -s¨®lo en jean hay m¨¢s de 800 combinaciones posibles por temporada- y el 40% de la producci¨®n se fabrica en peque?os talleres en Italia y el resto en pa¨ªses como Marruecos, T¨²nez o la India. Su idea es que debe ser una esclavitud seguir los dictados de la moda y que el actual culto al lujo es un signo de un tiempo demasiado gris. Por eso opt¨® por una l¨ªnea de vestir din¨¢mica, dirigida fundamentalmente a las nuevas generaciones.
""No me gusta esa gente que va vestida de pies a cabeza de una sola marca, prefiero a los que son capaces de combinar prendas diferentes y crear su propio estilo. En un mundo donde todo est¨¢ globalizado, s¨®lo la ropa, la comida y el interior de la casa marcan la diferencia con respecto a los dem¨¢s", afirma Rosso.
Las oficinas centrales de Diesel est¨¢n ubicadas en Molvena, en el noroeste de Italia. Sus ventas anuales superan los 600.000 millones de liras (m¨¢s de 50.000 millones de pesetas), el 85% de los cuales proceden el exterior de Italia. Estados Unidos es el pa¨ªs donde tiene una mayor implantaci¨®n con 145 millones de ventas en el pasado a?o.
Diesel, seg¨²n palabras de su presidente, es una manera de pensar cuya filosof¨ªa significa estar abierto a las cosas. Tanto ¨¦l como su equipo de estilistas y dise?adores procuran empaparse de todo lo que pasa a su alrededor. "Recorremos el mundo tratando de captar el sentimiento de pueblos como los masai, tomamos ideas de sus estampados y su manera de vestir y luego lo convertimos en otra cosa".
Como muchos empresarios ha emprendido el camino de la diversificaci¨®n. Adem¨¢s de producir todo tipo de complementos y adquirir firmas como Margiela o Dsqvaced, es propietario de un hotel y fabrica vinos. Diesel (www.diesel.com) entr¨® en el mercado del comercio electr¨®nico en 1997, pero Rosso reconoce que las tiendas virtuales funcionan muy bien para los complementos, pero no con la ropa. "La gente necesita sentirla sobre su piel. Comprar un pantal¨®n no es como adquirir un paquete de cigarrillos", se?ala Rosso.
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