?Crisis de las pensiones?
De una manera c¨ªclica aparece en nuestros medios de informaci¨®n la crisis de las pensiones. Se nos dice constantemente que la transici¨®n demogr¨¢fica, con cada vez m¨¢s ancianos (que adem¨¢s viven muchos m¨¢s a?os que antes) y menos j¨®venes, nos est¨¢ llevando a una situaci¨®n insostenible para mantener nuestra Seguridad Social, que exige cambios significativos, que en general suponen disminuir las pensiones y / o retrasar la edad de jubilaci¨®n.
Veamos los datos. A pesar de que la estructura demogr¨¢fica espa?ola no es muy distinta de la media europea (el porcentaje de poblaci¨®n mayor de 60 a?os es id¨¦ntico en Espa?a que el de la media de la Uni¨®n Europea, 22%), el gasto en pensiones es muy bajo. Espa?a se gasta s¨®lo el 7,4% del PIB en pensiones de jubilaci¨®n, comparado con el 9,6% en la UE. En realidad, el gasto en prestaciones por ancianidad como porcentaje del PIB (cuyo componente m¨¢s importante son las pensiones de jubilaci¨®n) ha ido disminuyendo (del 8,4% del PIB en 1994 al 8,1% en 1999, el ¨²ltimo a?o del que tenemos cifras comparables con el resto de la UE), mientras que el promedio de la UE ha subido del 10,7% del PIB al 10,8% durante el mismo periodo. El d¨¦ficit del gasto en pensiones de jubilaci¨®n en Espa?a respecto de Europa ha ido aumentando en lugar de ir disminuyendo. Y ello no se debe, como algunos han intentado justificar, porque el PIB ha crecido m¨¢s r¨¢pidamente en Espa?a que en el resto de la UE. La causa es que el gasto en pensiones ha crecido mucho menos en Espa?a que en el resto de la UE, y los n¨²meros hablan por s¨ª solos. El gasto por habitante en prestaciones para los ancianos en 1994 era de 1.078 unidades de poder de compra (upc, la cifra que se utiliza para estandarizar el valor adquisitivo de la moneda en cada pa¨ªs) en Espa?a, m¨¢s bajo que el promedio de la UE, 1.816 upc. En 1999, Espa?a hab¨ªa ascendido 315 upc, y en aquel a?o fue de 1.393, mientras que el promedio de la UE subi¨® 487 upc y alcanz¨® los 2.303 upc. La diferencia, pues, entre lo que Espa?a gasta en ancianos y lo que gasta en el mismo cap¨ªtulo la UE ha ido aumentando considerablemente. En resumidas cuentas, Espa?a gasta poco en pensiones, y en t¨¦rminos comparativos con la UE cada vez gasta menos, mientras que la UE gasta m¨¢s. Esta es una realidad invisible en el debate presente sobre las pensiones.
Un segundo punto que tambi¨¦n es invisible en este debate es que las pensiones, tanto las contributivas como las asistenciales, son muy bajas en Espa?a. Se dice en contra de este argumento (en el caso de las contributivas) que las pensiones son altas porque representan un porcentaje alto de los salarios recibidos antes de jubilarse. Pero tal argumento olvida que los salarios de Espa?a son muy bajos. El salario promedio del trabajador de la manufactura (el mejor pagado en Espa?a) es s¨®lo el 63% del promedio de la UE, y se paga menos, por cierto, de lo que el nivel de desarrollo econ¨®mico espa?ol permitir¨ªa. La otra causa del bajo gasto en pensiones es la baja cobertura.
La transici¨®n demogr¨¢fica no es, por otra parte, una nota de preocupaci¨®n. El punto clave para los sistemas que se financian a trav¨¦s de cotizaciones sociales es el n¨²mero de trabajadores (cotizantes) y el tama?o de la cotizaci¨®n (que depende del salario y de la productividad). A m¨¢s productividad, m¨¢s salario y m¨¢s cotizaciones. Y a m¨¢s trabajadores, m¨¢s cotizaciones. Si Espa?a tuviera, por ejemplo, la tasa de actividad femenina de Suecia, habr¨ªa casi seis millones de trabajadoras y cotizaciones m¨¢s. Y si los salarios fueran los de aquel pa¨ªs, las cotizaciones aumentar¨ªan el 6%. Ello nos llevar¨ªa a una situaci¨®n en la que el problema de las pensiones no se presentar¨ªa hasta llegado el a?o 2040. ?Y entonces qu¨¦? Pues la soluci¨®n es muy f¨¢cil. Aumentar la financiaci¨®n procedente de los fondos generales del Estado. Hay pa¨ªses que financian sus pensiones a trav¨¦s de este tipo de fondos. Y ah¨ª s¨ª que no puede argumentarse que Espa?a ha agotado su capacidad fiscal. Seg¨²n la OCDE, los impuestos en Espa?a son bajos (representan el 34% del PIB) comparados con el promedio de la UE (41% del PIB). Todas las encuestas, por cierto, acent¨²an la disposici¨®n de la ciudadan¨ªa para que se le aumenten los impuestos siempre y cuando sean para pensiones, sanidad y educaci¨®n. ?D¨®nde est¨¢ pues la crisis?
Una ¨²ltima nota acerca del retraso de la jubilaci¨®n, medida que ser¨¢, con raz¨®n, altamente impopular por ser regresiva y clasista. Para un catedr¨¢tico que goza trabajando, retrasar su jubilaci¨®n a 70 a?os es un beneficio. Para la mujer de limpieza de la universidad, cuyo trabajo es repetitivo, con escaso goce y con escaso control de las condiciones de su trabajo (el 42% de la fuerza laboral est¨¢ en estas condiciones), este retraso de 65 a 70 a?os es un gran sacrificio. Es m¨¢s, este retraso est¨¢ basado en un supuesto err¨®neo; que los ancianos de hoy viven mucho m¨¢s que antes. Esta percepci¨®n se basa en una confusi¨®n. Decir que la esperanza de vida ha aumentado cuatro a?os en los ¨²ltimos 20 a?os no quiere decir que ahora los ancianos vivan cuatro a?os m¨¢s. Me explicar¨¦. Supongamos que Espa?a tuviera s¨®lo dos ciudadanos, uno, Mar¨ªa, que tiene 80 a?os y otro, Jos¨¦, que muere al d¨ªa siguiente de nacer, y por tanto tiene 0 a?os. El promedio de la esperanza de vida en Espa?a ser¨ªa de 40 a?os (80+0/2). Ahora bien, supongamos que Jos¨¦ muere a los 20 a?os. Entonces el promedio de esperanza de vida en Espa?a ser¨ªa de 50 a?os (80+20/2), con lo cual, el promedio de la esperanza de vida habr¨ªa aumentado 10 a?os, aunque Mar¨ªa continuar¨ªa viviendo los mismos a?os que antes, 80 a?os. En realidad, el espectacular crecimiento de la esperanza de vida en Espa?a y en Europa se debe al marcado descenso de la mortalidad entre ni?os y j¨®venes, con lo cual hay mucha m¨¢s gente que llega a la ancianidad, aun cuando una vez ancianos, los a?os de vida de ¨¦stos han aumentado muy poco. De ah¨ª que incrementar la edad de jubilaci¨®n quiere decir tambi¨¦n reducir los a?os de beneficio.
Otra aclaraci¨®n. El hecho de que est¨¦ en contra del retraso obligatorio de la edad de jubilaci¨®n no significa que, en bases voluntarias, tal edad pueda retrasarse, posibilidad que ya existe hoy en Espa?a. Por otra parte, tambi¨¦n es meritorio que intente facilitarse y estimularse el retener a los trabajadores. Ahora bien, no es cierto que la situaci¨®n de prejubilaci¨®n sea exagerada en Espa?a, donde la edad media de jubilaci¨®n es de 63 a?os, mientras que es de 60 en Alemania y 59 en Francia. La supuestamente enferma Seguridad Social est¨¢ en buena salud, aun cuando deber¨ªa alimentarse mejor a base de aumentar las pensiones, que son demasiadas.
Vicen? Navarro es catedr¨¢tico de Pol¨ªticas P¨²blicas en la Universidad Pompeu Fabra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.