Luis: "Lo hemos regalado"; Irureta: "Hubo fuerza mental"

Con un hombre m¨¢s desde los seis minutos de juego y con dos ventajas en el marcador, el Atl¨¦tico no s¨®lo fue incapaz de ganar en Riazor, sino que perdi¨® en un ¨²ltimo cuarto de hora de descontrol. Por eso, Luis Aragon¨¦s, el t¨¦cnico rojiblanco, apareci¨® por la sala de prensa tras el partido con un enfado monumental reflejado en su rostro, su voz y sus gestos. Un enfado dirigido contra el ¨¢rbitro, al que acus¨® de no haber se?alado "dos penaltis como dos catedrales" en los minutos finales, pero sobre todo contra su propio equipo, contra sus futbolistas. "Hemos regalado el partido", afirm¨® con rotundidad. "Cuando un equipo se pone por delante", a?adi¨®, "tiene que saber manejar el resultado. Y nosotros no hemos sabido hacerlo. Por eso, con independencia de la fortuna del Deportivo, hemos regalado el partido que ten¨ªamos que haber ganado metiendo seis goles". El veterano preparador insisti¨® en su argumentaci¨®n y agreg¨®: "Cuando vas ganando a falta de tan poco tiempo, no puedes permitir que te pillen en dos contragolpes".

Javier Irureta, el t¨¦cnico del Deportivo, discrep¨® de la versi¨®n de su colega. "No estoy de acuerdo en absoluto", afirm¨®; "el partido lo hemos ganado nosotros. Por car¨¢cter y por asumir riesgos. Tras la expulsi¨®n de Naybet, nos la hemos jugado dejando s¨®lo un central contra Fernando Torres". Irureta tambi¨¦n quiso reivindicar en esta ocasi¨®n su labor y la de sus futbolistas y no dud¨® en afirmar: "Es justo resaltar la labor del Deportivo. Ha jugado noventa minutos con diez hombres y ha levantado un marcador que tuvo dos veces en contra". Para el t¨¦cnico guipuzcoano, la explicaci¨®n al resultado final del choque hab¨ªa sido "la fuerza mental de los jugadores, la misma que no tuvieron el pasado fin de semana en Bala¨ªdos". Tambi¨¦n quiso resaltar como fundamental en la remontada del conjunto gallego "el aliento del p¨²blico".

El h¨¦roe del partido, Luque, el jugador que dio la vuelta al resultado con dos acciones llenas de v¨¦rtigo en tan s¨®lo 13 minutos, los que estuvo en el terreno de juego, no quiso dar demasiada importancia a su sobresaliente actuaci¨®n. "Cuando uno sale al campo", indic¨®, "tiene que intentarlo todo". El jugador, en el mismo tono de modestia, continu¨®: " Por suerte, en el primer bal¨®n que toqu¨¦, lleg¨® el empate. A veces a uno le toca marcar y a veces dar los goles. Y lo normal es que, cuando entras por la banda, encuentres a un compa?ero mejor colocado". Sobre las ilusiones por el t¨ªtulo de su equipo, simplemente afirm¨®: "Mientras haya vida, hay que luchar".