Las subidas de impuestos en 2002 elevan la presi¨®n fiscal hasta el 35,48% del PIB
Los servicios y prestaciones p¨²blicas crecen a menos velocidad que la recaudaci¨®n
El sector p¨²blico absorbi¨® en 2002 un mayor porcentaje de la riqueza creada, pese a que ¨¦se fue un a?o de desaceleraci¨®n econ¨®mica. Seg¨²n datos oficiales, la presi¨®n fiscal subi¨® casi medio punto del PIB, hasta el 35,48%. La no actualizaci¨®n del IRPF, el nuevo impuesto sobre las gasolinas y la subida de los grav¨¢menes en el alcohol y el tabaco explican esta contradicci¨®n entre los mensajes pol¨ªticos y la realidad. En contrapartida, los bienes y servicios prestados por el sector p¨²blico aumentan 0,3 puntos del PIB, hasta el 39,6%; es decir, a menos velocidad que los recursos.
La presi¨®n fiscal sigue en aumento cada a?o -1,7 puntos del PIB desde que gobierna el PP- pese a las promesas de rebaja de impuestos. Este indicador refleja el conjunto de impuestos y cotizaciones sociales que pagan los ciudadanos al Estado central, a la Seguridad Social, a las comunidades aut¨®nomas y a los ayuntamientos, todo ello en relaci¨®n al producto interior bruto. Cuando la suma de esos ingresos crece m¨¢s que la econom¨ªa, la presi¨®n fiscal aumenta, y viceversa.
En los primeros a?os de Gobierno del PP, la econom¨ªa crec¨ªa a un alto ritmo, y el empleo tambi¨¦n. La subida de la presi¨®n fiscal se explicaba oficialmente por esa bonanza econ¨®mica y su efecto multiplicador en los ingresos fiscales. Ahora, la situaci¨®n ha cambiado. La econom¨ªa, el empleo y la masa salarial se desaceleran, pero la presi¨®n fiscal sigue en aumento.
Seg¨²n un informe de la Intervenci¨®n General de la Administraci¨®n del Estado, dependiente del Ministerio de Hacienda, la subida es de casi medio punto del PIB en 2002, hasta el 35,48%. La causa est¨¢, sobre todo, en las subidas de impuestos de principios del pasado a?o. Se concretaron en la creaci¨®n de un nuevo impuesto sobre las gasolinas para financiar las transferencias de Sanidad a las comunidades aut¨®nomas, la congelaci¨®n de la tarifa del IRPF desde 1999 y la subida de los impuestos especiales que gravan el consumo de tabaco y bebidas alcoh¨®licas.
Estas subidas contrarrestaron la desaceleraci¨®n de la actividad econ¨®mica y, en concreto, del consumo y el empleo. Por a?adidura, la subida de los precios del petr¨®leo y la pujanza del sector inmobiliario elevaron la recaudaci¨®n por IVA m¨¢s de lo que hubiera sido l¨®gico, dada la situaci¨®n econ¨®mica general. La mayor¨ªa de los impuestos -salvo los ligados a la propiedad- elevaron su participaci¨®n en el PIB en 2002, mientras que las cotizaciones sociales la mantuvieron.
Tambi¨¦n afect¨® el nuevo tratamiento fiscal de las plusval¨ªas reinvertidas por empresas y bancos, que ha adelantado a 2002 el pago de estas ganancias a cambio de una reducci¨®n del impuesto de sociedades por este concepto a futuro. En las cotizaciones sociales se produjo tambi¨¦n un aumento que afect¨® a las bases para categor¨ªas profesionales intermedias, con el fin de equipararlas a otros niveles.
En conjunto, los ingresos de las administraciones p¨²blicas (incluidas las transferencias) crecieron el pasado a?o un 7,5%, mientras que la actividad econ¨®mica general aument¨® un 6,5% en t¨¦rminos nominales, es decir, sin descontar la inflaci¨®n. M¨¢s en detalle, los impuestos sobre la producci¨®n se elevaron un 9,2%, 2,7 puntos m¨¢s que la actividad econ¨®mica, y los impuestos sobre la renta y el patrimonio, un 11,3%, algo menos del doble. Las cotizaciones sociales crecieron un 6,2%, dos d¨¦cimas por encima de la masa salarial y frente a un crecimiento de apenas el 1,3% en el empleo.
En el caso del impuesto sobre la renta -la principal fuente de recaudaci¨®n despu¨¦s de las cotizaciones-, el incremento fue del 7,1% en 2002, sin que se hayan producido cambios normativos. El origen de este aumento, superior al de la masa salarial, al del empleo y al de las ganancias por rentas del capital (intereses, acciones, etc¨¦tera), se sit¨²a en el mantenimiento de la tarifa por cuarto a?o consecutivo. Al ser la tarifa progresiva, si ¨¦sta no se actualiza con la inflaci¨®n, se paga m¨¢s IRPF por subidas de sueldo que no suponen mejoras de poder adquisitivo.
En el otro lado de la balanza hay que poner los servicios y prestaciones p¨²blicas que se perciben y los medios para su administraci¨®n. Seg¨²n el informe de la Intervenci¨®n del Estado, el conjunto del gasto p¨²blico creci¨® el pasado a?o un 7,3% y represent¨® el 39,6% del PIB, 0,3 puntos m¨¢s que en 2001. Este avance es inferior al casi medio punto en que creci¨® la presi¨®n fiscal y a los 0,4 puntos en que aument¨® el total de ingresos, incluidas las transferencias. El ajuste se ha producido en los intereses de la deuda y en la remuneraci¨®n de los funcionarios.
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