El jugador de coraz¨®n fr¨ªo
Musampa, al que su entorno en el M¨¢laga define como introvertido e indiferente, pasa reconocimiento m¨¦dico con el Atl¨¦tico
Kizito Musampa, largas rastas formando peque?as mara?as de pelo negro, camisetas de colores chillones, figura estilizada y sonrisa blanco nuclear, pos¨® ayer junto al doctor Villal¨®n, el doctor rojiblanco, despu¨¦s de someterse al reconocimiento m¨¦dico, requisito previo a estampar su firma por los pr¨®ximos cinco a?os con el Atl¨¦tico. Cerca de tres millones de euros y el lateral sevillano Jos¨¦ Juan Luque es el acuerdo con el M¨¢laga, todav¨ªa su club.
Kizito Musampa, Kiki como apelativo familiar, naci¨® el 20 de julio de 1977 en Kinshasa, la capital de la Rep¨²blica del Congo. Su padre era el ministro de Tr¨¢fico del pa¨ªs antes de la revoluci¨®n de Kabila, cuando a¨²n se conoc¨ªa a ese territorio africano como Zaire. Siendo a¨²n muy ni?o, su familia se traslad¨® a Holanda. Musampa, zurdo cerrado, se entreten¨ªa en dar patadas al bal¨®n con la ¨²nica compa?¨ªa de un muro. Los ojeadores urbanos del Ajax le descubrieron peloteando en un parque y le incorporaron a uno de sus muchos equipos de formaci¨®n. "Es una mezcla de Davids y Seedorf", fue la definici¨®n de los responsables del preadolescente Musampa en Amsterdam.
Fuerza f¨ªsica y aceptable t¨¦cnica. La mezcla que define a Musampa le dio la posibilidad de jugar en aquel Ajax de 1996 que perdi¨® la final de la Copa de Europa ante el Juventus previo ba?o al Madrid en el Bernab¨¦u. Musampa disput¨® 45 minutos de aquella final, en la que fue sustituido por el hoy barcelonista Kluivert. El jugador ten¨ªa entonces 18 a?os reci¨¦n cumplidos. All¨ª, en Amsterdam, los m¨¦dicos se dieron cuenta de que Musampa corr¨ªa de manera defectuosa, lo que le restaba velocidad. En 2000 se apunt¨® a un curso para aprender a correr junto a Kluivert y mejor¨® su capacidad f¨ªsica cerca de un 20%.
En 1998 le fich¨® el Girondins de Burdeos y pas¨® de jugar de interior izquierdo a hacerlo de media punta. En Francia gan¨® la Liga, pero no convenci¨®. Aunque fue en el Girondins donde empez¨® a atreverse a lanzar desde lejos. El disparo de larga distancia es una de sus mejores armas. De hecho, la temporada 2001-02 marc¨® nueve goles en la Liga.
En 1999 lleg¨® al M¨¢laga. Y le cost¨® adaptarse. De car¨¢cter introvertido, aunque amante de la noche, se convirti¨® en un eterno suplente de Agostinho. Tampoco le favoreci¨® un expediente por una supuesta agresi¨®n nocturna a una mujer o la pol¨¦mica de sus acusaciones a otros futbolistas de racismo. Adem¨¢s, Joaqu¨ªn Peir¨®, su t¨¦cnico en el M¨¢laga, siempre le ha reprochado su alergia a los esfuerzos defensivos. El club andaluz intent¨® traspasarlo en 2000, pero la falta de ofertas le permiti¨® continuar. "No le va a dar nunca un ataque al coraz¨®n", dicen desde el entorno malaguista por la peculiar sangre fr¨ªa del jugador, que en ocasiones se confunde con indiferencia. Ayer demostr¨® esa cadencia cuando confes¨®: "Me da igual si se concreta el fichaje o no. Mi vida no va a depender de eso". El acuerdo entre el Atl¨¦tico y el jugador es total. Entre los clubes, tambi¨¦n. Queda alg¨²n fleco entre el M¨¢laga y el propio Musampa. Cosas del finiquito.
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