'Los premios literarios, cosa m¨ªa'
La narrativa de Antonio Hern¨¢ndez vuelve a brillar tras ser finalista en el Fernando Lara
Autor de una treintena de t¨ªtulos entre poes¨ªa, narrativa y ensayo, Antonio Hern¨¢ndez (Arcos de la Frontera, C¨¢diz, 1943) es uno de esos escritores ampliamente laureados que siempre vio cerradas las puertas del gran p¨²blico. La reedici¨®n de su novela Sangrefr¨ªa en Alianza Editorial y su reciente designaci¨®n como finalista del Premio Fernando Lara con Vestida de novia pretenden ahora romper el maleficio.
"Vestida de novia la empec¨¦ hace aproximadamente un a?o y medio, y sin embargo la estaba fraguando in mente desde bastante tiempo antes. La historia gira en torno a una bailaora andaluza, concretamente de Utrera, que repasa tres a?os de su vida, desde que se casa hasta que vuelve a casarse de nuevo. En ese tiempo, entre los a?os 1984 y 1987, tiene la oportunidad de conocer tres pa¨ªses, Cuba, Marruecos y Espa?a, lo que me permite poner de manifiesto el contraste entre una dictadura popular, otra encubierta y una democracia, y el fen¨®meno de la hipocres¨ªa en estos sistemas", explica Hern¨¢ndez.
El escritor gaditano suele apostar en sus novelas por protagonistas carism¨¢ticos, pero nunca se hab¨ªa atrevido con una mujer. "Mi personaje emula en los tablaos a Carmen Amaya, de ah¨ª que me presentara al premio bajo el pseud¨®nimo de La Capitana. Y en efecto, nunca hab¨ªa narrado en primera persona en femenino, y fue un reto. Al contrario de algunos compa?eros, no me cost¨® ning¨²n trabajo el desdoblamiento. Y aunque no me considero un especialista en flamenco, conozco ese mundo y me es muy af¨ªn", agrega.
?En Vestida de novia prima Andaluc¨ªa o la bohemia madrile?a? "La novela tiene como resultado esa amalgama, las experiencias sure?as y las matritenses, porque en la capital hay tanta afici¨®n al flamenco como en Andaluc¨ªa. Lo importante es que el mundo que narro sea veros¨ªmil y no resulte chirriante para el lector en general, iniciado o no", indica el escritor de Arcos.
Hern¨¢ndez escribi¨® un ensayo titulado Los premios literarios, ?cosa nostra? (1976). El escritor gaditano tiene en su haber abundantes galardones, tales como el Premio Nacional de la Cr¨ªtica, Gil de Biedma, Andaluc¨ªa, Renacimiento, Valencia, Miguel Hern¨¢ndez... "A este paso, no voy a tener m¨¢s remedio que escribir otro que se titule Los premios literarios, cosa m¨ªa. Esta vez me ha fallado un poco el c¨¢lculo, pero manos blancas -o caf¨¦ con leche- no ofenden. Est¨¢ claro que hay bases de lanzamiento y catapultas, y yo siempre he buscado la mejor. Aunque he tenido buenas proyecciones con Mondadori y Espasa Calpe, el mundo de la edici¨®n se est¨¢ poniendo en cierto modo imposible. Hay muchos autores, mucha competici¨®n, y los libros duran dos o tres semanas en los anaqueles. En los premios hay componendas, y casi siempre extraliterarias. Si se tuviera en cuenta el valor intr¨ªnseco de la obra, a cierta gente le ir¨ªa mejor, y yo me cuento entre ellos. Las cartas est¨¢n tan marcadas que no tienes m¨¢s remedio que utilizar tu baraja; la m¨ªa es mi literatura", dice.
"Ahora tendr¨ªa que escribir otra novela, porque se me ha abierto una puerta importante que puede llevarme a beneficios mayores. Pero si el cuerpo me pide otra cosa, en eso soy implacable. Sobre todo con la poes¨ªa: cuando viene, a la princesa hay que recibirla con honores y dejar todo lo dem¨¢s", se?ala.
Hern¨¢ndez conoce bien las guerras de poetas de la experiencia y la diferencia. "Quede claro que yo no he sido nunca de la diferencia, aunque he estado muy cerca de ellos. La Asociaci¨®n Andaluza de Cr¨ªticos que presido es algo absolutamente plural, y merece perpetuarse aunque s¨®lo sea por unos premios anuales en los que el jurado siempre ha sabido acertar. El armisticio s¨®lo lo hace el tiempo, y tambi¨¦n es cierto que los poetas de la experiencia ya no escriben como antes, se han dado cuenta de que no se pueden hacer s¨®lo poemas denotativos, hay que connotar. Todos sabemos que si no tienes una voz personal, te conviertes en cl¨®nico", explica.
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