El jefe del Ej¨¦rcito del Aire proh¨ªbe a todos sus miembros opinar sobre el accidente del Yak-42

"Asunto: declaraciones accidente Yakolev. Quedan prohibidas las declaraciones, por personal de este ej¨¦rcito no expresamente autorizado, sobre el tema del asunto, incluyendo las opiniones, comentarios y observaciones en torno a dicho accidente". As¨ª de escueto y contundente es el texto de la orden que el jefe del Ej¨¦rcito del Aire, Eduardo Gonz¨¢lez-Gallarza, remiti¨® a todos sus subordinados el pasado viernes, cuatro d¨ªas despu¨¦s del accidente del Yak-42 en el que murieron 62 militares espa?oles. La orden supone una limitaci¨®n del derecho a la libertad de expresi¨®n no prevista por las leyes.

Durante la pasada semana, numerosos familiares de los fallecidos en la cat¨¢strofe a¨¦rea de Turqu¨ªa acudieron a los medios de comunicaci¨®n para expresar su malestar. Tambi¨¦n algunos militares criticaron desde el anonimato el sistema empleado para trasladar a las tropas destinadas en misiones de ayuda humanitaria.

El pasado d¨ªa 30, el jefe de la base de Torrej¨®n de Ardoz (Madrid), general Andr¨¦s Navas, dijo que "ser¨ªa deseable" que las Fuerzas Armadas espa?olas cumplieran su cometido "sin necesidad de recurrir a ese tipo de contrataci¨®n", en referencia al alquiler de aviones ex sovi¨¦ticos.

Ese mismo d¨ªa, el Gabinete del Jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito del Aire remiti¨® un t¨¦lex urgente a todas las unidades en el que proh¨ªbe realizar declaraciones, "incluyendo las opiniones, comentarios y observaciones en torno a dicho accidente". Entre los fallecidos hab¨ªa 21 miembros de la Fuerza A¨¦rea.

La orden del general Gonz¨¢lez-Gallarza supone una limitaci¨®n de un derecho fundamental no prevista por ley. Los militares tienen plena libertad de expresi¨®n siempre que no incurran en alguna de las faltas previstas en el R¨¦gimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas. S¨®lo a posteriori pueden ser sancionados, si se determina que en sus declaraciones han cometido alguna falta tipificada en la ley, que tiene rango de org¨¢nica, precisamente por limitar derechos fundamentales.

En concreto, la ley disciplinaria considera falta leve "hacer reclamaciones o peticiones en forma o t¨¦rminos irrespetuosos o prescindiendo de las cauces reglados", as¨ª como "expresar p¨²blicamente opiniones que supongan infracci¨®n del deber de neutralidad en relaci¨®n con las diversas opciones pol¨ªticas o sindicales o que afecten al debido respeto a decisiones de tribunales de justicia". Adem¨¢s, constituye falta grave "incumplir las normas de obligada reserva sobre asuntos del servicio"; "divulgar informaci¨®n que pueda afectar a la debida protecci¨®n de la seguridad o de la Defensa Nacional o publicar datos que s¨®lo puedan ser conocidos en raz¨®n del destino o cargo en las Fuerzas Armadas"; y "hacer reclamaciones, peticiones o manifestaciones contrarias a la disciplina o basadas en aseveraciones falsas; realizarlas a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n social o formularlas con car¨¢cter colectivo".

La orden supone que cualquier militar del Ej¨¦rcito del Aire que opine o comente el accidente del Yak-42, aunque sus declaraciones no vulneren la ley disciplinaria puede ser acusado de un delito de desobediencia, castigado con hasta dos a?os de c¨¢rcel.