'Aqualung', de Jethro Tull
Aqualung, cuarto elep¨¦ de Jethro Tull, marca la maduraci¨®n de Ian Anderson como creador ambicioso. Publicado en 1971, es un disco conceptual sobre Dios y las religiones organizadas, que fue censurado en la Espa?a franquista. Musicalmente, llama la atenci¨®n su yuxtaposici¨®n de riffs rockeros y melod¨ªas folk; Aqualung contiene Locomotive breath, My God, Hymn 43 y otras piezas centrales del repertorio del grupo. El ¨¢lbum, de la colecci¨®n Los discos de tu vida, puede comprarse en los quioscos con EL PA?S, a partir de ma?ana y durante una semana, al precio de 5,95 euros.
La carrera de Jethro Tull nos recuerda que s¨ª, los a?os sesenta fueron diferentes, abiertos a todo. Permitieron la eclosi¨®n de un grupo cuyo nombre honra a un ingeniero agr¨®nomo; tras iniciarse en el blues y el jazz, evoluciona hacia una fusi¨®n ¨²nica de rock fuerte y folk brit¨¢nico, que se enfrenta a Grandes Cuestiones sin rebajar sus pretensiones. Y con un ¨¦xito considerable.
La direcci¨®n corresponde a Ian Anderson, escoc¨¦s de Edimburgo (10 de agosto de 1947) trasplantado a Blackpool. Tras forjarse en diferentes conjuntos regionales, Anderson crea Jethro Tull en 1967, compartiendo liderazgo con el guitarrista de blues Mick Abrahams. El previsible conflicto se resuelve con la marcha de Abrahams tras This was (1968). Las miradas se concentran en Anderson, un gigant¨®n que canta y toca flauta haciendo posturitas, que viste ropas a?ejas y parece un juglar pose¨ªdo. Son lo bastante llamativos para que los Rolling Stones les incluyan en su especial de televisi¨®n, Rock'n roll circus. Y triunfan en festivales al aire libre como el de Wight.
La espectacularidad de Anderson no es ¨®bice para que vaya desarrollando una obra cada vez m¨¢s singular y profunda. Stand up (1969) y Benefit (1970) ampl¨ªan su p¨²blico, aunque nadie est¨¢ preparado para su cuarto elep¨¦, Aqualung (1971). Entonces, Jethro Tull son Anderson (voz, flauta, guitarra ac¨²stica), John Evan (teclados), Martin Barre (guitarra el¨¦ctrica), Jeffrey Hammond-Hammond (bajo) y Clive Bunker (bater¨ªa, percusi¨®n). En los arreglos de cuerda est¨¢ David Palmer. Ayudando a Anderson en algunas letras, su esposa de entonces, Jennie.
A pesar de que el hippismo cuenta con una rama cristiana, Aqualung no ofrece espiritualidad a la carta o recetas masticables: a grandes rasgos, critica las religiones establecidas y apuesta por una relaci¨®n personal con Dios. Choca la crudeza del lenguaje y la aspereza del relato: Aqualung es un viejo vagabundo al que los ojos se le van detr¨¢s de las ni?as.
Son textos abiertos a interpretaciones, lo que fascina a los amantes de las ex¨¦gesis. Para el resto, el gancho de Aqualung son las exhibiciones de la flauta, el impulso de las guitarras, la rotundidad de los riffs en contraste con los segmentos delicados. Un plato ciertamente no para todos los paladares, pero que le coloca en la primera divisi¨®n del rock.
Jethro Tull mantiene su impulso y su capacidad para sorprender hasta finales de los setenta. Con la llegada del punk rock, los medios -con los que Anderson no ha mantenido relaciones cordiales- le condenan al ostracismo. No lo vive como una tragedia. Tiene suficiente cartel para grabar en solitario y seguir sacando nuevo material del grupo (aparte de que Jethro Tull es objeto de constantes recopilaciones). El exc¨¦ntrico Anderson resulta ser un s¨®lido businessman. Despu¨¦s de comprar una residencia en Buckinghamshire, adquiere propiedades en la isla escocesa de Syke, donde monta piscifactor¨ªas. Su empresa, Strathaird Ltd., emplea a m¨¢s de 400 personas y es la segunda compa?¨ªa brit¨¢nica en el negocio del salm¨®n.
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