Manuel Soler, bailaor y percusionista flamenco
Manuel Soler nos ha dejado en su Sevilla del alma, donde hab¨ªa nacido hace 60 a?os, en el barrio "de toreros" de San Bernardo. Es una p¨¦rdida importante para el flamenco, pues fue un gran bailaor en la primera parte de su carrera, pero desde hace alrededor de dos d¨¦cadas se hab¨ªa significado adem¨¢s como un excepcional percusionista, "culpable" en gran parte de la notable implantaci¨®n de los cajones en el arte jondo.
Bailaor antes que nada, en calidad de tal fue muchos a?os con el grupo de Paco de Luc¨ªa por el mundo. Pero en 1994, hall¨¢ndose de gira con el guitarrista en Costa Rica, una angina de pecho le oblig¨® a abandonarlo todo y regresar a Espa?a para someterse a los debidos cuidados m¨¦dicos.
Desde entonces no le dejaban bailar, pero bailaba. Su genial patadita por buler¨ªas en los espect¨¢culos en que participaba no se la pod¨ªa quitar nadie. Pero la verdad es que hubo de limitarse a ejercer como maestro de la percusi¨®n.
Una faceta del flamenco en que hab¨ªa hecho sus primeros escarceos, de forma circunstancial, 15 a?os antes porque no hab¨ªa trabajo en el baile. Aprovechando el comp¨¢s suyo de baile adquiri¨® la t¨¦cnica de c¨®mo se tocaba. "Entonces invert¨ª lo del baile para tocarlo en percusi¨®n", me dec¨ªa en 1996. "Fue un sonido nuevo, una cosa nueva, una manera que le sonaba a la gente nuevo".
Le entrevist¨¦ entonces con motivo de la Bienal de Sevilla, donde present¨® su espect¨¢culo Por aqu¨ª te quiero ver, todo ¨¦l articulado en torno a las percusiones y que caus¨® sensaci¨®n. Tambi¨¦n en Flamenco Republic, espect¨¢culo de Mar¨ªa Pag¨¦s, Soler introdujo un felic¨ªsimo an¨¢lisis de la percusi¨®n flamenca integrada en percusiones de m¨¢s amplio espectro por incorporar sonidos de otros g¨¦neros, en primer lugar el jazz. Me dec¨ªa que el flamenco actual es la m¨²sica con m¨¢s fuerza en el mundo, y esto ¨¦l lo sab¨ªa bien por conocer de primera mano c¨®mo se respeta el flamenco en cualquier pa¨ªs donde ¨¦l hab¨ªa estado, quiz¨¢s m¨¢s que en el nuestro.
A quienes critican la invasi¨®n que el flamenco moderno sufre de percusiones y otros sonidos no convencionales, Soler replicaba: "Unas palmas es una percusi¨®n, y antiguamente ni palmas ni n¨¢, ellos hac¨ªan comp¨¢s donde les cog¨ªa, en una mesa, en una silla, donde fuera, con los pitos, todo eso es percusi¨®n; el baile tambi¨¦n es percusi¨®n".
En su ¨²ltima participaci¨®n esc¨¦nica, Dime, de Javier Bar¨®n, Manolo Soler tuvo otra incre¨ªble actuaci¨®n, bailando, hablando, haciendo percusiones, mimando... Era capaz de hacer lo m¨¢s imprevisible, con un rasgo de genialidad infaltable en su arte. El flamenco va a echarle de menos, sin duda. Descanse en paz el querido amigo.-
![Manuel Soler.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/5HHIXXAGVQVGWZDPQJ26NHP45U.jpg?auth=62fddc39fee0e94ecf12e5988aefba033c62c618303b1cb168732c3ef077ffc6&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.