Dal¨ª, patriota
El pasado 31 de mayo, los lectores de este peri¨®dico nos encontramos con unas sorprendentes declaraciones del se?or Artur Mas, conseller en cap de la Generalitat, relacionadas con la celebraci¨®n, el a?o pr¨®ximo, del centenario de Salvador Dal¨ª. "Catalu?a necesita no s¨®lo homenajear a sus hijos ilustres", dijo el conseller, "sino aprovechar estas celebraciones desde el punto de vista de la exaltaci¨®n patri¨®tica". Comentando estas declaraciones, mi compa?era Catalina Serra afirmaba: "No ser¨¢ f¨¢cil convertir al exc¨¦ntrico salvador Dal¨ª en un patriota catal¨¢n". Y Baltasar Porcel (que codirige el congreso cient¨ªfico sobre la obra de Dal¨ª que se celebrar¨¢ durante los actos del centenario) le confesaba su extra?eza a Antoni Bassas a trav¨¦s de los micr¨®fonos de Catalunya R¨¤dio. "Desde muy joven, Dal¨ª fue un anticatalanista furibundo", dec¨ªa Porcel.
Efectivamente, el se?or Mas no lo tendr¨¢ nada f¨¢cil a la hora de convertir a Dal¨ª en un patriota, tal como creo yo que el se?or Mas entiende el t¨¦rmino patriota. A decir verdad, los patriotas catalanes como el se?or Mas jam¨¢s demostraron el m¨¢s m¨ªnimo inter¨¦s por Salvador Dal¨ª hasta que ¨¦ste, viejo y enfermo, se dispuso a hacer testamento. Y es notorio el cabreo que pillaron esos patriotas al descubrir que Dal¨ª hab¨ªa legado su obra al Estado espa?ol. M¨¢s a¨²n, los patriotas catalanes, ya sean de izquierda o de derecha, siempre abominaron de Dal¨ª, al que acusaban de ser un perrillo de Franco - "le vieux Caudillo est sensationel: un fois de plus, il ¨¦tonne le monde", tal fue el comentario de Dal¨ª a una emisora francesa tras conocer las sentencias de muerte dictadas en el proceso de Burgos-, cuando en realidad Dal¨ª, un provocador irresponsable, era tan franquista como era hitleriano cuando escandalizaba a Breton calificando a Hitler de "fen¨®meno surrealista".
No, Dal¨ª no fue jam¨¢s un patriota tal como lo es el se?or Mas y sus correligionarios, pero ello no quita que, a su manera, se considerase y se le pueda seguir considerando un patriota. Porque la patria est¨¢ hecha de muchas cosas, y del mismo modo que existen un cerebro, un coraz¨®n y un rostro patri¨®tico, existe tambi¨¦n un culo patri¨®tico. Y Dal¨ª ten¨ªa un culo patri¨®tico.
Hace unas semanas les contaba, en esta misma p¨¢gina, c¨®mo fue la primera reuni¨®n entre Dal¨ª y el presidente Pujol, la ma?ana del 24 de marzo de 1981, en la suite del hotel Meurice de Par¨ªs. Mientras el presidente contemplaba sentado un cuadro del pintor, ¨¦ste se coloc¨® de pie a su lado y se tir¨® un sonoro pedo (la escena est¨¢ perfectamente documentada). ?Una groser¨ªa? No, un acto patri¨®tico. Dal¨ª asociaba el apellido del presidente con el del p¨¦tomane Joseph Pujol, hijo del marmolista de Matar¨® Francesc Pujol, el cual triunf¨® en el Par¨ªs de principios del siglo pasado, en el Mouline Rouge -levantado por otro catal¨¢n, apellidado Oller-, donde cobraba 20.000 francos de la ¨¦poca por interpretar la Marsellesa con el ojo del culo.
Dal¨ª ten¨ªa un concepto anal de la patria. Los culos juegan un importante papel en su obra. Son famosas sus discusiones con Duchamp, al que intentaba convencer del valor literario de L'art de p¨¦ter, un op¨²sculo del siglo XIX del que es autor un tal Caporal de la Trompette, y que Dal¨ª hizo que figurase como anexo en la edici¨®n de su Journal d'un g¨¦nie. Tambi¨¦n son famosas sus investigaciones para distinguir a los gemelos univitelinos de los bivitelinos a partir de sus respectivas huellas anales (incluidas en su Trait¨¦ des syst¨¨mes ¨¦rotiques et des mille fa?ons masturbatoires des Romains ¨¤ Dal¨ª). La sodom¨ªa era una de sus obsesiones. "Tous les nuits je r¨ºve que je vous encule", le confes¨® a Breton la tarde misma que ¨¦ste lo expuls¨® de la comunidad surrealista. Gran masturbador, Dal¨ª eyaculaba en su casa de Port Lligat mientras una "ginesta" -as¨ª llamaba ¨¦l a las j¨®venes muchachas- era sodomizada en su presencia. Una vez terminada la penetraci¨®n, la chica se dirig¨ªa al pintor y le dec¨ªa que se hab¨ªa sacrificado "por vous, ma?tre". Luego, el semen de Dal¨ª era recogido de suelo con una cuchara de oro y depositado en una bolsa hecha con tripa de camello (lo cuenta Rober Descharnes en Dal¨ª, l'h¨¦ritage infernal y dice conservar una de esas bolsas). Notorio es que cuando Dal¨ª rompi¨® con su padre le mand¨® unas gotas de semen, de su propio semen, con unas l¨ªneas en las que, como en la c¨¦lebre copla, ven¨ªa a decirle: "Na te debo". Y luego est¨¢ la mierda, otro factor importante en la obra de Dal¨ª (vease Histoire de la merde, de Dominique Laporte).
Qui¨¦n sabe. Tal vez en el pa¨ªs de els pets de monja y del caganer, no le resulte tan dif¨ªcil al conseller Mas hacer patriotismo a costa de Dal¨ª. Una buena idea ser¨ªa incluir un concurso internacional de p¨¦tomanes en los actos del centenario.
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