El premio de los libreros a Dulce Chac¨®n llena de emoci¨®n el ecuador de la feria
La autora de 'La voz dormida' dedic¨® el galard¨®n a las mujeres que perdieron la guerra
Nunca el pabell¨®n Mart¨ªn Gaite registr¨® tanta emoci¨®n como ayer. Cuando, en la mesa presidencial, Dulce Chac¨®n se sent¨® junto a una hermosa ancianita, todo el mundo supo que correr¨ªan las l¨¢grimas. Pepita, de C¨®rdoba, es una de las protagonistas de La voz dormida (Alfaguara), la novela que ha recibido el Premio al Libro del A?o de los libreros de Madrid. Pepita estaba tan conmovida que no pudo hablar, pero Dulce Chac¨®n cont¨® su historia: por amor esper¨® 17 a?os a su novio encarcelado, por amor se hizo comunista y por amor sigue votando en su nombre en todas las elecciones.
La voz dormida apareci¨® en septiembre y lleva desde entonces ocho ediciones. Es, como cont¨® ayer Fernando Valverde, presidente de la Feria y del Gremio de Libreros de Madrid, "una novela coral que relata una infinidad de historias de madres, esposas e hijas, tambi¨¦n de hombres que en la vanguardia o en la retaguardia de la guerra defendieron a los suyos". "Es un libro triste y todos hemos llorado al leerlo, pero es una historia de la dignidad, que contribuye a recuperar nuestra memoria colectiva".
Habla el libro de Hortensia, a la que no ejecutaron hasta que naci¨® su ni?a; de Reme, que bordaba una bandera republicana; de Tomasa, de Manolita, de Elvira, de Isabel, de tantas otras mujeres, unas encarceladas en la prisi¨®n de Ventas, todas vencidas en la guerra.
"Gracias, gracias, muchas gracias", dijo Dulce Chac¨®n al recibir el galard¨®n. "Nunca sabr¨¢n los libreros de Madrid la emoci¨®n que siento por este premio, porque s¨¦ que me lo entregan quienes m¨¢s aman al libro, quienes viven no de la literatura, sino en la literatura".
"Quiero compartir este premio con todas las personas obligadas al silencio que me han ayudado con sus testimonios a escribir esta novela. Son ellas las protagonistas de historias nunca reconocidas a las que quise dar voz en el libro". "Pepita fue una de ellas", a?adi¨® Chac¨®n. "Me acogi¨® en su casa, en C¨®rdoba, una semana en un mes de julio de calor inmenso. Por las ma?anas y por las tardes habl¨¢bamos, por las noches pase¨¢bamos. Jaime, el novio de Pepita, estuvo 17 a?os encarcelado en Burgos, porque era republicano, porque era rojo y eso era un delito. Jaime quer¨ªa que todos los ni?os tuvieran zapatos y pudieran ir a la escuela. Pepita recorr¨ªa media Espa?a, de Burgos a la sierra de C¨®rdoba, llevando sus mensajes escondidos en una lechera. Pepita nunca tuvo conciencia pol¨ªtica, pero cre¨ªa en lo que pensaba Jaime. Le esper¨® hasta que sali¨® de la c¨¢rcel y entonces se casaron. Jaime muri¨® antes de que fuera legalizado el Partido Comunista, y cuando lo fue, ella se afili¨® en su nombre, como en su nombre sigue votando en las elecciones".
"Este premio, y que me perdonen las grandes empresas editoras, es m¨¢s importante que los galardones multimillonarios", afirm¨® Antonio Albarr¨¢n, el director de la feria, "porque lo eligen los libreros, que reconocen la calidad con honestidad y objetividad".
Quedaron finalistas Los aires dif¨ªciles (Tusquets), de Almudena Grandes; Vivir para contarla (Mondadori), de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez; La Reina del Sur (Alfaguara), de Arturo P¨¦rez-Reverte, y La sombra del viento (Planeta), de Carlos Ruiz Zaf¨®n.
El calorazo casi insoportable no arredr¨® ayer al personal y la feria vivi¨® una jornada plet¨®rica de firmas y actos. El primer volumen de las memorias de Rafael Borr¨¤s, La batalla de Waterloo, dio origen a un interesante debate sobre el mundo de la edici¨®n, en el que participaron Javier Pradera, Manuel Vicent, Tom Burns Mara?¨®n y Juan Cruz.
En la carpa de las Tres Culturas se present¨® el libro de Pierre Guichard De la expansi¨®n ¨¢rabe a la Reconquista; esplendor y fragilidad de Al-Andalus y se habl¨® de un tema apasionante: Espa?a-Al-Andalus-Sefarad, en el que de las culturas que convivieron en Espa?a en el pasado se lleg¨® al presente. El profesor Bernab¨¦ L¨®pez reproch¨® el flaco papel de Espa?a como mediadora en Oriente Pr¨®ximo. "?D¨®nde est¨¢ Aznar de Arabia?", se pregunt¨®.
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