El Papa reclama el compromiso de los cat¨®licos croatas en la reconciliaci¨®n del pa¨ªs
Dos personas mueren a causa del calor en Osijek, una ciudad que fue destrozada en la guerra
El Papa tuvo ayer su primer ba?o de masas en Croacia. Fue en la explanada del aeropuerto deportivo de Osijek, en el noreste del pa¨ªs, apenas a una veintena de kil¨®metros de Vukovar, la localidad croata m¨¢rtir en la guerra de 1991-1995. Y, aunque a la misa asistieron varios miembros de la jerarqu¨ªa ortodoxa de la vecina Serbia, la inmensa mayor¨ªa de las 110.000 personas que abarrotaron el aer¨®dromo eran gente de la regi¨®n de Eslavonia, el granero croata, y un pu?ado de cat¨®licos de Bosnia. En Papa pidi¨® a los fieles un "compromiso fuerte con la reconciliaci¨®n".
"La reconciliaci¨®n y la solidaridad requieren el coraje de personas animadas por la fe"
Juan Pablo II lleg¨® al filo de las diez de la ma?ana al aer¨®dromo de Osijek, tercera escala en el viaje de cinco d¨ªas que realiza por Croacia. La cercan¨ªa de esta localidad con la ciudad m¨¢rtir de Vukovar revel¨® que las heridas de la pasada guerra siguen abiertas, porque esta zona no qued¨® definitivamente en manos croatas hasta 1998.
La visita de ayer estuvo dominada por la noticia de una amenaza de muerte al Pont¨ªfice, recogida por dos agencias croatas el d¨ªa de su llegada al pa¨ªs. El mensaje, v¨ªa Internet, estaba firmado por un supuesto Frente Isl¨¢mico Muyahidin. La amenaza fue desestimada por el portavoz de la Santa Sede, Joaqu¨ªn Navarro Valls, como "poco fiable" por la "dudosa" identidad de los terroristas. El Vaticano no piensa modificar el programa del Papa, "como no se ha hecho nunca en el centenar de visitas que ha cumplido", a?adi¨®.
Las altas temperaturas, que alcanzaron los 38? en un aer¨®dromo sin sombra, provocaron la muerte de dos personas, seg¨²n inform¨® la agencia de noticias croata Hina. Una mujer falleci¨® cuando se dirig¨ªa a Osijek para asistir a la misa, mientras un hombre cay¨® desplomado a causa de un ataque cardiaco durante el oficio del Pont¨ªfice. Los servicios sanitarios debieron realizar numerosas intervenciones a lo largo del servicio religioso, que se extendi¨® durante casi tres horas, a causa de los efectos del fuerte calor.
Juan Pablo II ten¨ªa aspecto de agotado cuando apareci¨® con los paramentos lit¨²rgicos en el amplio altar instalado en el aer¨®dromo de Osijek, aplastado por el calor sofocante de esta llanura extensa que linda con Hungr¨ªa, Serbia y Bosnia-Herzegovina. All¨ª le esperaba una multitud fervorosa de cat¨®licos, muchos antiguos campesinos de una regi¨®n que se ha ido despoblando masivamente en los ¨²ltimos a?os. El Papa les pidi¨® que no abandonen la tierra, pese al "trabajo fatigoso" que entra?a. "S¨¦ que el trabajo agr¨ªcola ha perdido valor", les dijo, "y que los j¨®venes han elegido la v¨ªa urbana desde antes de la ¨²ltima guerra, despu¨¦s de la cual muchos pueblos han quedado vac¨ªos", pero "el Papa y la Iglesia est¨¢n cerca de ellos". La propia Vukovar ha visto reducida a la mitad su poblaci¨®n, que hoy asciende a unas 27.000 personas.
Pero el mensaje m¨¢s poderoso de su discurso estaba al final, cuando abord¨® la cuesti¨®n espinosa de la reconciliaci¨®n, una palabra casi maldita en esta zona. El Papa lo reconoci¨® as¨ª, pero insisti¨® en la necesidad de seguir adelante y construir un futuro de paz y progreso. "Despu¨¦s de los tiempos duros de la guerra, que ha dejado en los habitantes de esta regi¨®n heridas profundas", dijo Wojtyla, "no todav¨ªa completamente superadas, el compromiso con la reconciliaci¨®n, la solidaridad y la justicia social requiere el coraje de personas animadas por la fe".
La multitud escuchaba en silencio, cubiertos muchos con gorras de papel con los colores de la bandera croata, un s¨ªmbolo que se ve por todas partes en la joven rep¨²blica ex yugoslava, y enarbolando banderas vaticanas con el mismo fervor que las propias.
Que la tensi¨®n con Serbia no ha desaparecido se pod¨ªa percibir en la expresi¨®n r¨ªgida de la gente cuando se le preguntaba por los vecinos y antiguos compatriotas en la ex Yugoslavia. "Se ha sufrido mucho", declaraba el padre Dugalic, un sacerdote de la zona. De la vecina Vukovar -donde el Vaticano se resisti¨® a celebrar la misa de ayer y escogi¨® en su lugar Osijek, menos marcada por la historia- fueron tra¨ªdas hasta el altar del Papa dos campanas y una cruz semidestruidas durante la primera ofensiva del Ej¨¦rcito yugoslavo en 1991. "En el bombardeo de la cruz fueron heridas 183 personas que fueron trasladadas al hospital", contaba Dugalic, "donde fueron asesinadas despu¨¦s por los serbios".
Las fosas comunes con cerca de 500 cad¨¢veres se encontraron a?os m¨¢s tarde. Se trata, naturalmente, de la versi¨®n croata, porque la historia no se ha reposado todav¨ªa, y la guerra de propaganda sigue en pie, con una Iglesia croata particularmente implicada en la construcci¨®n de la nueva naci¨®n cat¨®lica, que puede echar mano, al mismo tiempo, de un antiguo pasado cat¨®lico.
"Creo que la llegada de Su Santidad promover¨¢ las relaciones entre las dos iglesias y en general entre todas las iglesias que act¨²an en la regi¨®n", opin¨® el obispo ortodoxo serbio de Osijek y Baranja, Lukian.
La ceremonia de ayer estaba dedicada a conmemorar el 150? aniversario de la creaci¨®n de la di¨®cesis de Zagreb. Antes de regresar a Rijeka, donde se aloja, el Papa almorz¨® con la jerarqu¨ªa de la di¨®cesis de Djakovo y Srijem -a la que pertenece Osijek-, y visit¨® por la tarde la catedral neog¨®tica de Djakovo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.