Misi¨®n en el Congo
En el noroeste de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo se suceden las matanzas inter¨¦tnicas desde que hace un mes Uganda retir¨® sus tropas de ocupaci¨®n de la ciudad de Bunia, en la regi¨®n de Ituri, una vez que las facciones en liza acordaron una precaria tregua. La zona qued¨® a cargo de poco m¨¢s de 700 cascos azules de la ONU, uruguayos la mayor¨ªa, que se vieron inmediatamente superados por cruentos enfrentamientos entre tribus rivales armadas bien por el propio Gobierno de Kinshasa o por las vecinas Uganda o Ruanda. El Consejo de Seguridad, a la vista de las proporciones del genocidio, acord¨® a finales de mayo el env¨ªo de una fuerza de 1.400 soldados dirigida por Francia, que hab¨ªa mostrado su disposici¨®n a intervenir.
Bunia es una r¨¦plica en miniatura de una guerra olvidada que se ha cobrado, directa o indirectamente, la vida de alrededor de cuatro millones de personas, civiles en su inmensa mayor¨ªa, en el fuego cruzado de ambiciones regionales y disputas tribales. La pesadilla comenz¨® cuando Ruanda y Uganda invadieron el descompuesto Congo en 1998; desde entonces, lo que caracteriza la media docena de conflictos armados que se desarrollan simult¨¢neamente en este gigantesco coraz¨®n de ?frica es la caleidosc¨®pica permuta de las milicias y los grupos ¨¦tnicos en lucha. Es un escenario incontrolado en el que ha quedado probada la futilidad de enviar cascos azules mal equipados.
La vigorosa expedici¨®n que se prepara ahora, cuya avanzadilla podr¨ªa partir esta semana, ser¨¢ la primera de la UE fuera de su territorio y sin el concurso de la OTAN. Y constituir¨¢ una prueba de fuego para la pretendida pol¨ªtica militar y de seguridad europea. Los proleg¨®menos no son alentadores. El primer problema log¨ªstico es el transporte r¨¢pido de tropas y su equipo pesado a un destino lejano. Con los escasos recursos de la UE, seg¨²n reponsables militares, llevar¨¢ mes y medio colocar en el noroeste del Congo a los 1.400 soldados y su material de guerra, un contingente cuyo mandato expira el 1? de septiembre.
Por lo dem¨¢s, una fuerza contundente de interposicion es s¨®lo un t¨ªmido paso para detener el genocidio en un pa¨ªs que queda lejos de cualquier centro de inter¨¦s geopol¨ªtico y donde lo que all¨ª sucede rara vez asalta los intereses o las conciencias occidentales. S¨®lo la implicaci¨®n decisiva y concertada de EE UU, Europa y Sur¨¢frica, como potencia regional, detendr¨¢ la infinita tragedia congole?a. Pero lo sucedido durante los ¨²ltimos cuatro a?os no permite hacerse ilusiones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Cascos azules
- Uganda
- Opini¨®n
- Guerra civil
- Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo
- Eurocuerpo
- Cr¨ªmenes guerra
- Genocidio
- Francia
- Delitos contra Humanidad
- Mediaci¨®n internacional
- Guerra
- Europa occidental
- ONU
- Uni¨®n Europea
- Europa
- ?frica
- Organizaciones internacionales
- Proceso paz
- Relaciones exteriores
- Delitos
- Conflictos
- Pol¨ªtica
- Justicia