La fe en la tecnolog¨ªa y en el progreso
EL PENT?GONO EST? LLAMANDO a los investigadores de EEUU a que inventen un sistema que permita recoger todos los datos referentes a lo que una persona hace y siente en el curso de su vida. El anuncio desencaden¨® serias protestas, pero los militares no est¨¢n dispuestos a renunciar al desarrollo de este tipo de iniciativas y gozan del apoyo de ciertos tecn¨®filos.
LifeLog (literalmente "diario de vida") pretende grabar y conservar en forma digital todo lo que un individuo hace y percibe con sus cinco sentidos. Con grabadoras, c¨¢maras y un dispositivo GPS para seguir los desplazamientos, el sistema deber¨ªa ser capaz de guardar rastro de todos los correos, fax, cartas y llamadas telef¨®nicas recibidas o iniciadas, de todos los peri¨®dicos, libros, programas de televisi¨®n y de radio le¨ªdos, o¨ªdos o vistos y de todos los sitos webs visitados por el individuo. Sensores biom¨¦dicos seguir¨ªan el estado de su actividad corporal.
"Creer que podemos confiar en el Gobierno en el manejo de ese tipo de informaci¨®n es una ingenuidad que, para m¨ª, se acerca mucho a la locura"
El proyecto LifeLog, literalmente "diario de vida", pretende grabar y conservar en forma digital todo lo que un individuo hace y percibe con sus cinco sentidos.
El objetivo oficial de esta iniciativa de la agencia de investigaci¨®n del Pent¨¢gono (Defense Advanced Research Projects Agency, o DARPA) es la detecci¨®n de "rutinas, relaciones y costumbres". Su mayor inter¨¦s radica en su detecci¨®n de "preferencias, planes, objetivos y dem¨¢s ¨ªndices de intencionalidad".
En principio el programa s¨®lo ser¨ªa aplicado a voluntarios, calificados de "usuarios" en el documento oficial. Dichos usuarios, sin embargo, tambi¨¦n son ciudadanos y la Electronic Frontier Foundation la ve como una "gigantesca m¨¢quina para generar sospechas".
William Safire, el conservador columnista del The New York Times, se preocupa por la suerte de los individuos cuyas palabras, reacciones o actividades resultar¨¢n grabadas sin que lo sepan cuando platiquen con ellos o los encuentren por la calle.
La oposici¨®n se explica en parte por las recientes desventuras de otro programa del DARPA, el Total Information Awareness System (TIA, Sistema de conocimiento total de la informaci¨®n), al cual el Congreso se opuso y que volvi¨® a aparecer en mayo sin cambio sustanciales, pero con un nombre apenas diferente: Terrorism Information Awareness (Conocimiento total del terrorismo).
A medida que el tiempo pasa, sin embargo, ciertos elementos de la comunidad cient¨ªfico-tecnol¨®gica empiezan a pronunciarse a favor de tales empresas.
Uno de los primeros en hacerlo fue el paleopsic¨®logo Howard Bloom. Confiado en la instituci¨®n que cre¨® Internet, escribi¨® en la revista Wired que: "Seguir la pista de los terroristas es apenas un pretexto para que los mejores inform¨¢ticos de DARPA crean lo que realmente queremos: un paquete general de expansi¨®n de la inteligencia capaz de romper las barreras de los programas que funcionan como un sistema nervioso central". No es el ¨²nico.
A prop¨®sito de LifeLog, un cient¨ªfico que prefiere mantener el anonimato nos escribi¨® por correo electr¨®nico que su primera reacci¨®n era sentirse "m¨¢s interesado en el aspecto anti-Alzheimer de la idea" que en los riesgos que implica.
En otro e-mail, sin embargo, Denise Caruso, directora del Hybrid Vigor Institute que promueve el trabajo interdisciplinario en las ciencias, nos escribi¨®: "Como cultura, por lo menos en Am¨¦rica, me pregunto c¨®mo hemos llegado a divorciarnos tanto del conocimiento de nosotros mismos, que de manera tan entusiasta le cedemos ese papel a la tecnolog¨ªa".
Bloom y otros conf¨ªan en el Gobierno y en los mecanismos de control democr¨¢tico. Tienen fe en el progreso.
Caruso es tan cuidadosa que dej¨® de comprar libros en Amazon.com por desconfianza en los programas que detectan nuestros intereses de lectura y aboga por una desconfianza "semipermanente". Agrega: "El hecho de creer que podemos confiar en el Gobierno con el manejo de este tipo de informaci¨®n -igual que un individuo o una corporaci¨®n- es una ingenuidad que, desde mi punto de vista, se acerca mucho a la locura".
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