El esc¨¢ndalo financiero regresa a Wall Street
El gigante hipotecario Freddie Mac afronta una investigaci¨®n que cuestiona la bonanza del sector
Estados Unidos ha vuelto sentir esta semana el v¨¦rtigo del esc¨¢ndalo financiero, esta vez con repercusiones potencialmente devastadoras por estar el ojo del hurac¨¢n sobre el mercado hipotecario y amenazar directamente a uno de los pilares de una econom¨ªa cuyo 11% depende de la construcci¨®n. Los ingredientes del esc¨¢ndalo son familiares: el presidente de una gran entidad (Freddie Mac, la segunda financiera hipotecaria del pa¨ªs) es despedido por no colaborar en una investigaci¨®n sobre cuentas de resultados que ha habido que revisar tras ser auditadas favorablemente por Arthur Andersen. Desaparecen documentos, hay m¨¢s destituciones y dimisiones, el FBI entra en escena, el Congreso investiga. La amenaza de caos financiero estaba ayer apaciguada, sin que haya desaparecido por completo la amenaza de tener que pagar m¨¢s por hipotecas cuya refinanciaci¨®n a la baja ha ayudado a sostener a una tambaleante econom¨ªa durante los dos ¨²ltimos a?os.
El terremoto se produjo el pasado lunes con el anuncio de que David Glenn, el presidente de Freddie Mac, una entidad que pasaba por ser de las m¨¢s solventes y tranquilas de Wall Street, hab¨ªa sido despedido; el consejero delegado, Leland Brendsel, hab¨ªa sido obligado a dimitir, y el director financiero, Vaughan Clarke, hab¨ªa presentado su dimisi¨®n. Freddie Mac s¨®lo indic¨® que Glenn fue expulsado por no cooperar en una investigaci¨®n sobre las causas de que la segunda entidad hipotecaria del pa¨ªs hubiera tenido que reajustar sus resultados del trienio 2000-2002.
P¨¢ginas arrancadas
Las cuentas hab¨ªan sido auditadas por Arthur Andersen hasta que, tras el caso Enron, fue relevada en 2002 por PriceWaterhouseCoopers, que no estuvo de acuerdo en c¨®mo se hab¨ªan realizado algunas valoraciones. El desajuste dio pie a una investigaci¨®n interna a la que Glenn escamote¨® informaci¨®n. Cuando por fin accedi¨® a entregar su cuaderno de notas de reuniones cruciales, los investigadores notaron que el presidente, un hombre minucioso, hab¨ªa arrancado p¨¢ginas y retocado otras. Ahora, la investigaci¨®n oficiosa es oficial, la Comisi¨®n del Mercado de Valores (SEC) ha entrado en acci¨®n y el FBI busca pruebas de obstrucci¨®n a la justicia y otros posibles delitos.
Aunque Freddie Mac asegura que los datos que faltaban no tienen que ver con los aut¨¦nticos resultados de la sociedad, la decisi¨®n de relevar dr¨¢sticamente y sin m¨¢s explicaciones a los tres primeros ejecutivos hizo cundir el p¨¢nico, porque Freddie Mac controla el 18% de un mercado hipotecario (junto a su hermana mayor, Fannie Mae, llegan hasta el 42%) que en Estados Unidos ronda los siete billones de d¨®lares. Es exactamente el monto de lo perdido por los inversores en Bolsa desde que Wall Street toc¨® techo en marzo del a?o 2000, pero ahora la cantidad tiene la trascendencia de estar vinculada a la propiedad inmobiliaria, el mayor sue?o americano, un sector que mueve el 11% de la econom¨ªa nacional.
De hecho, Freddie Mac fue creada en 1971 por el Gobierno para facilitar al ciudadano el acceso a la propiedad. La sociedad sali¨® m¨¢s tarde a Bolsa, pero conservando caracter¨ªsticas que la convierten en una entidad cuasigubernamental. Entre sus privilegios est¨¢ el de no tener que pagar impuestos locales o estatales, no verse sometidas a controles tan exigentes como los que afectan a otras entidades financieras e, impl¨ªcitamente, tener su deuda garantizada por el Tesoro.
Freddie Mac act¨²a como un mayorista que compra a bancos y otras entidades financieras las hipotecas pactadas con los ciudadanos, de modo que estas firmas pueden obtener la liquidez que les permite seguir en la brecha. Freddie Mac y Fannie Mae, evoluci¨®n comercial de nombres que en origen no eran tan amigables (Corporaci¨®n para el Cr¨¦dito Hipotecario Federal, en el caso de Freddie Mac), hacen negocio con la compra y la venta de bonos y la formaci¨®n de paquetes hipotecarios ofrecidos a los inversores. Por tener el semiaval gubernamental, Freddie Mac paga por los bonos entre un 0,3% y un 0,4% menos de su precio en el mercado y de ah¨ª, esencialmente, obtiene la liquidez para operar.
Ingenier¨ªa contable
Ahora mismo, Freddie Mac posee o controla 1,3 billones de d¨®lares en cr¨¦ditos hipotecarios en un mercado en expansi¨®n, pero con menores m¨¢rgenes y mayores riesgos. Para proteger cantidades tan ingentes, la sociedad recurre a instrumentos financieros de creciente complejidad, como los derivados y otros, y ha sido en el modo de contabilizar esas obligaciones donde han surgido las discrepancias. Freddie Mac asegura que los nuevos resultados van a dar mayores ganancias -al contrario de lo ocurrido en esc¨¢ndalos como Enron o Worldcom, ambas auditadas por Arthur Andersen-, por lo que se ha especulado con que Glenn busc¨® transferir al futuro esos beneficios para mantener la fiable regularidad de resultados cuando el negocio no vaya tan bien. Es una actividad contable que la SEC quiere erradicar y por la que ya pagaron en el pasado Microsoft y Xerox.
El organismo federal que regula, sin mucho celo ni capacidad, a Freddie Mac (se enter¨® de las irregularidades contables cuando la propia compa?¨ªa se lo comunic¨®) asegura que los fundamentos de la entidad son s¨®lidos, y las garant¨ªas, fiables. Al concluir la semana, Freddie Mac empezaba a recuperar el 21% perdido de cotizaci¨®n, tras calmarse el miedo a un estrepitoso esc¨¢ndalo que desestabilizara la econom¨ªa. Susan Bies, una gobernadora de la Reserva Federal (banco central), cree que no cabe esperar efectos negativos inmediatos, pero que habr¨¢ que ver c¨®mo evoluciona la situaci¨®n. Una sorpresa desagradable producir¨ªa, como m¨ªnimo, una desconfianza que har¨ªa que bancos y otras sociedades crediticias redujeran su negocio con Freddie Mac, lo que elevar¨ªa los tipos de inter¨¦s y drenar¨ªa recursos de las econom¨ªas familiares con su efecto sobre el consumo y la confianza. Un agujero grande generar¨ªa caos en el mercado hipotecario y con ¨¦l, en todo el sistema financiero de EE UU.
Un refugio tras el desplome burs¨¢til
La desestabilizaci¨®n de Freddie Mac incrementar¨ªa inevitablemente el precio de las hipotecas en Estados Unidos, que se hallan a un tipo no visto en m¨¢s de cuatro d¨¦cadas: el fijo a 30 a?os, al 5,26%. Alrededor de un punto menos si se salda la deuda en la mitad de tiempo. Los sucesivos recortes del precio del dinero por parte de la Reserva Federal (banco central estadounidense), con su efecto inmediato en el mercado hipotecario, han dado aliento a la econom¨ªa y mantenido muy activo al sector de la construcci¨®n. El banco central estima que la refinanciaci¨®n de hipotecas liber¨® el a?o pasado 200.000 millones de d¨®lares dedicados en parte al consumo y en parte a la inversi¨®n... inmobiliaria.
El inalienable derecho a la felicidad que proclama la Declaraci¨®n de Independencia es una met¨¢fora del derecho a la propiedad, y el primero de todos, a la propiedad del hogar en que se vive, convertido en inversi¨®n refugio tras el estruendoso desplome del mercado burs¨¢til. Las carteras de valores y las cuentas de jubilaci¨®n de los estadounidenses han perdido entre el 25% y el 35% de su valor desde 2001, mientras que el precio de la vivienda no ha hecho m¨¢s que subir, confirmando la regularidad de un incremento anual en torno al 4%-5% en los pasados 50 a?os. Un reciente estudio oficial sobre 180 zonas metropolitanas promediaba un incremento del 38% en los pasados cinco a?os.
La subida sigue, pero con menor fuerza. Del primer trimestre de 2002 al de 2003, el precio de reventa de la vivienda a escala nacional ha aumentado el 6,48% (hay Estados y ciudades en que la cifra se dobla), por encima de lo que los expertos esperaban en una econom¨ªa d¨¦bil. Si el susto de Freddie Mac no pasa a mayores, los analistas vaticinan que la demanda de vivienda va a seguir creciendo empujada por la llegada de emigrantes y la compra de segundas residencias por personas al borde de la jubilaci¨®n.
Un estudio de la Asociaci¨®n Nacional de Agentes Inmobiliarios retrata a este cliente como alguien de 56 a?os, sin hijos en casa, y con una renta anual en el hogar de 92.000 d¨®lares. El 20% de las segundas residencias compradas como inversi¨®n en 1999 casi se dobl¨® (hasta el 37%) en 2002.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.