Del transfuguismo y otros fen¨®menos
Los personajes Tamayo-S¨¢ez, burlando el sentido de las elecciones democr¨¢ticas de la Comunidad de Madrid, han descubierto una trama empresarial con intereses pol¨ªticos no digerible en pleno siglo XXI. Al parecer, los Tamayo-S¨¢ez forman parte de una escuder¨ªa, integrada tambi¨¦n por algunos concejales de Madrid, cuyos propietarios son unos empresarios de la construcci¨®n. Hasta ahora est¨¢ admitido que ¨¦stos ofrecieron al PP la Alcald¨ªa de Sevilla la Nueva (Madrid). Son negociantes acreditados en ese submundo, porque fueron recibidos, ni m¨¢s ni menos, que por el secretario general del PP. En esta ocasi¨®n, el g¨¦nero no era del agrado de los presuntos compradores, u otras circunstancias no hicieron posible la operaci¨®n. Parece evidente la ligaz¨®n de los Tamayo-S¨¢ez con los patrones de esta escuder¨ªa y el servicio que han hecho a quienes inquietaba la llegada del PSOE al gobierno de Madrid.
Los caminos est¨¢n explorados y llueve sobre mojado. Perdone el lector la inmodestia de recordar que yo mismo fui en 1998 uno de los firmantes del Pacto contra el Transfuguismo, rubricado tambi¨¦n entonces por el hoy vicepresidente Mariano Rajoy. La esencia de esta iniciativa aspiraba a situar un pacto de caballeros, de limpieza y de higiene democr¨¢tica, como la gran barrera que deb¨ªa obstaculizar cualquier operaci¨®n dise?ada para derribar a un alcalde. Los compromisos que el Gobierno asumi¨® en aquel acuerdo no han prosperado con ninguna iniciativa de rango legal.
Otras experiencias negativas, aunque de mucha menor gravedad, tambi¨¦n se han ofrecido despu¨¦s de las elecciones. Por ejemplo, en la ciudad de Jerez, el PP y el se?or Pacheco han acordado repartirse la alcald¨ªa a dos a?os cada uno. Han llegado a un acuerdo con nocturnidad, a espaldas de la opini¨®n p¨²blica de su ciudad, que no habr¨ªa aceptado, ni acepta este acuerdo entre quienes mayores descalificaciones se han cruzado en la campa?a electoral. Han convertido la alcald¨ªa de Jerez en la doble alcald¨ªa. Era evidente el apoyo electoral y la simpat¨ªa que ha recogido la candidata del PSOE, Pilar S¨¢nchez. Esta experiencia no es ¨²nica, ni es la primera ocasi¨®n, ni es privativa de estas dos formaciones pol¨ªticas; pero Jerez tiene mayor significaci¨®n que ning¨²n otro municipio de los que han adoptado esta pr¨¢ctica. Esta f¨®rmula no debe seguir favoreci¨¦ndose; cualquier soluci¨®n legal es preferible al reparto del mandato que la ley establece en cuatro a?os. En las elecciones de 1995, en Puerto Real, para desplazar al partido ganador, IU, los partidos PP y PSOE pactaron una medida similar. La diferencia fue que los concejales del PSOE fueron expedientados y sancionados y los del PP bendecidos.
Hace a?os que los partidos pol¨ªticos venimos dando vueltas a un asunto que seguro encabeza ya la lista de temas pendientes: la Reforma de la Ley del R¨¦gimen Electoral General (LOREG). El d¨ªa 24 de noviembre de 1998, desde el Grupo Socialista registramos en el Congreso de los Diputados una proposici¨®n de ley para propiciar la elecci¨®n directa de los alcaldes. El PP nunca consider¨® esa posibilidad creyendo quiz¨¢s que eran intereses electorales del PSOE los que nos mov¨ªan a adoptar esa decisi¨®n. Todo lo contrario, esa f¨®rmula o cualquier otra de parecida naturaleza debe considerarse, con seriedad.
La elecci¨®n directa de alcalde quiz¨¢s no sea la panacea pero s¨ª es un ant¨ªdoto para poner punto y final al espect¨¢culo indeseable del transfuguismo y obliga a los partidos pol¨ªticos a exponer p¨²blica y previamente sus acuerdos pol¨ªticos. Un alcalde elegido de forma directa y a dos vueltas cuando no quede expresada con rotundidad la voluntad de los ciudadanos en la primera, tiene mayor garant¨ªa de limpieza y respeto a las reglas del juego. Es la f¨®rmula para que el alcalde cuente con m¨¢s legitimidad electoral directa y gane autonom¨ªa, quedando a salvo legalmente de las mociones de censura y del papel de los tr¨¢nsfugas.
Hay que defender la democracia, poniendo coto tambi¨¦n a ese reguero de grupos independientes, algunos de intereses dudosos, que afloran en los municipios costeros y cada vez m¨¢s en aqu¨¦llos que conforman los cinturones de las capitales. Donde huele a dinero f¨¢cil y hay grandes proyectos inmobiliarios en juego surgen esos independientes, miembros de escuder¨ªas o grupos, propiedad de empresarios, ligados generalmente a la explotaci¨®n del suelo.
La gran mayor¨ªa de los ayuntamientos, como primer estadio de la vida pol¨ªtica y el m¨¢s cercano a los ciudadanos, son el escaparate diario de una gesti¨®n honesta, prestigiada, que revalidan su mandato con el cr¨¦dito de los ciudadanos.
La ¨²nica trinchera que hemos de establecer es la de quienes consideran la pol¨ªtica un ejercicio noble y limpio frente a quienes hacen de la pol¨ªtica una mercader¨ªa, que se compra y se vende. Todos tenemos responsabilidad, pero quien gobierna en Espa?a, en este momento el PP, tiene la oportunidad de hacer un ejercicio de nobleza y de pedagog¨ªa adoptando posiciones pol¨ªticas claras y acometiendo reformas legales que den seguridad frente a fen¨®menos despreciables como el transfuguismo u otros de parecida naturaleza.
Alfonso Perales Pizarro es consejero de Gobernaci¨®n.
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