Corrupci¨®n transversal
El desleal comportamiento de los dos diputados auton¨®micos socialistas que rompieron la disciplina de voto en la elecci¨®n de la presidencia de la Asamblea de Madrid ha hecho aflorar una s¨®rdida historia cuyo argumento central es la presunta existencia de un contubernio entre especuladores inmobiliarios y cargos electos no s¨®lo del PSOE sino tambi¨¦n del PP. Como respuesta a las primeras informaciones period¨ªsticas, socialistas y populares se han dedicado a proyectar los focos sobre la basura ajena y a ocultar la mugre propia, olvidando que se halla en juego algo tan importante para el sistema democr¨¢tico -y para ambos partidos- como es la autonom¨ªa de la pol¨ªtica respecto a los dictados de oscuros grupos de presi¨®n que pretenden corromperla e instrumentalizarla. La opini¨®n p¨²blica, sin embargo, tiene derecho a conocer en toda su complejidad el conjunto entrelazado de irregularidades que la fiscal¨ªa y los tribunales empiezan ahora a investigar; s¨®lo los militantes fanatizados de uno y otro partido pueden llegar a la disparatada conclusi¨®n de que la corrupci¨®n pol¨ªtica es un pecado ontol¨®gico y exclusivo del bando contrario: populares y socialistas deben establecer una tregua para combatir de manera conjunta una amenaza que les afecta por igual.
?Qui¨¦n ha escrito este follet¨ªn? De no ser por las noticias posteriores, la econ¨®mica hip¨®tesis del calent¨®n tal vez hubiera podido explicar satisfactoriamente por s¨ª sola los hechos: al diputado Tamayo se le habr¨ªa ido la mano tanto cuando formul¨® el chantaje (la amenazadora exigencia para su grupo de una consejer¨ªa relacionada con el urbanismo) como al instrumentarla (la salva de aviso disparada en la Asamblea fue un ca?onazo a la l¨ªnea de flotaci¨®n del PSOE). Pero las investigaciones period¨ªsticas -iniciadas por la Cadena SER- no s¨®lo han descubierto los nexos que vinculan a los socialistas tr¨¢nsfugas con una red de negocios inmobiliarios y de juego madrile?a; tambi¨¦n ampl¨ªan las fronteras de la oscura trama hasta algunos ayuntamientos controlados por el PP y mencionan al actual secretario general de los populares de la regi¨®n -ex alcalde de Majadahonda- como contacto de los conseguidores. Si esa hip¨®tesis se confirmara, estar¨ªamos frente al teratol¨®gico caso de una red de corrupci¨®n pol¨ªtico-mafiosa que cruzar¨ªa de forma transversal ambos partidos.
La l¨®gica de la confrontaci¨®n partidaria entre PSOE y PP ha desembocado en un estrepitoso intercambio de acusaciones y querellas. Es obvio que la operaci¨®n desestabilizadora emprendida por los diputados tr¨¢nsfugas se propon¨ªa impedir la llegada al poder del PSOE y el cambio del actual statu quo urban¨ªstico de la regi¨®n; la conclusi¨®n l¨®gica de esa premisa era abrir al PP las puertas del Gobierno de par en par. Pero no resulta imprescindible remontarse hasta los centros de decisi¨®n ¨²ltimos de los populares para descubrir la fuente de la maniobra: bastar¨ªa con esa red mafiosa de especuladores asociada de manera transversal con cargos electos -socialistas y populares- instalados en un segundo nivel cuyos comportamientos sus jefes toleran por un injustificable patriotismo de partido.
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