Tr¨¢nsfugas

Propongo a los ilustr¨ªsimos acad¨¦micos de la lengua un cambio en la definici¨®n del significado de la voz "tr¨¢nsfuga". Dice la Real Academia que tr¨¢nsfuga es el que se pasa de un partido a otro. Yo me pas¨¦ del partido socialista a Unidad Alavesa despu¨¦s de dos a?os de inactividad pol¨ªtica, que aprovech¨¦ para militar dando la cara en el Foro Ermua, y no me considero un tr¨¢nsfuga. Lo hice por convicci¨®n, porque no veo otra soluci¨®n para el problema vasco que sacar a Alava de Euskadi y porque amo profundamente la tierra que me vio nacer.

Para m¨ª, a la luz de la experiencia pol¨ªtica, tr¨¢nsfuga es el que malversa y adultera la voluntad de los electores que le han encomendado una representaci¨®n en funci¨®n de un programa pol¨ªtico y un compromiso p¨²blico, es decir en funci¨®n de un partido que se presenta con un proyecto de transformaci¨®n y de cambio en beneficio de una sociedad. Tr¨¢nsfuga es el que, habiendo sido elegido en una candidatura, se pasa a otra opci¨®n electoral sin transici¨®n, enga?ando a sus electores y cambiando el compromiso por el que se present¨®. Tr¨¢nsfuga es el que corrompe la voluntad electoral y estafa a sus electores. Tr¨¢nsfuga es el que, en funci¨®n de sus apetencias personales, cambia el sentido de la representaci¨®n que le proporcion¨® el voto de sus electores.

Aparentemente, lo sucedido en la Asamblea de Madrid es un caso paradigm¨¢tico de transfuguismo y por tanto de corrupci¨®n pol¨ªtica. Pero en Unidad Alavesa hemos tenido nuestros ejemplos t¨ªpicos de transfuguismo. Me explico. En la fecha enque escribo esto se da la parad¨®jica situaci¨®n de que hay representantes institucionales de Unidad Alavesa que se han pasado al Partido Popular. Es m¨¢s, hay electos del PP que a¨²n detentan la representaci¨®n de UA en las instituciones. Sorprendente ?no? Pues as¨ª es. Imag¨ªnense la situaci¨®n con un poco de imaginaci¨®n: ejemplo, un cargo p¨²blico electo en el PP o en el PSOE se presenta como candidato del otro partido y resulta que, simult¨¢neamente, sigue representando al primero siendo electo del segundo. Es como si en un partido de la Real un seguidor y socio de este equipo se pone la camiseta del Atl¨¦tico de Madrid y anima de forma ostentosa a este ¨²ltimo equipo, con gran regocijo y entusiasmo del presidente del mismo. Pues esto es lo que ocurre.

Lo correcto ser¨ªa que estos se?ores hubieran dimitido previamente de sus cargos. Pues no ha sido as¨ª. Se han llevado los mismos siguiendo con su representaci¨®n de UA y se han presentado sin rubor en las candidaturas del PP. Eso es transfuguismo o, si lo prefieren, corrupci¨®n pol¨ªtica. Parecido a lo de Madrid, s¨®lo que sin escarnio, sin rasgaduras de vestiduras, y con el benepl¨¢cito entusiasta del PP.

?Y d¨®nde queda el compromiso entre el PP y el PSOE y el resto de los partidos representados en las Cortes Generales en 1998 a instancias del Partido Popular titulado "Acuerdo sobre un c¨®digo pol¨ªtico en relaci¨®n con el transfuguismo en las corporaciones locales" que obliga a la regeneraci¨®n pol¨ªtica y a condenar y no favorecer los casos de transfuguismo?

En Madrid y en ?lava la situaci¨®n exige que el PP, aunque le beneficie la situaci¨®n, estigmatice y condene estos casos y renuncie a beneficiarse de ellos. No ha sido hasta hoy as¨ª, lo cual perjudica gravemente la pr¨¢ctica pol¨ªtica y la dignidad y transparencia de la misma.