Lester afirma que dej¨® el cine "cuando lleg¨® la electr¨®nica"
Cinema Jove homenajea al realizador, que se confiesa "enamorado del cine europeo"
Hace casi quince a?os que Richard Lester (Filadelfia, 1932) vive "felizmente pasando el d¨ªa, sin pensar en el cine y viendo partidos de criquet y rugby por televisi¨®n", tal y como resume su jornada diaria. Esas actividades cotidianas podr¨ªan hacerle pasar por un jubilado m¨¢s si no fuera porque Lester abandon¨® el cine por propia voluntad. "Yo vengo de una tradici¨®n cl¨¢sica, en la que la electr¨®nica y los ordenadores no exist¨ªan y en la que sab¨ªa lo que ten¨ªa que hacer; de modo que cuando lleg¨® la electr¨®nica al cine, pens¨¦ que era ya muy mayor para aprenderla y lo dej¨¦", afirma uno de los directores que mejor ha sabido plasmar en sus filmes ese esp¨ªritu transgresor que los siguen haciendo arrebatadoramente juveniles. "No s¨¦ si son juveniles, porque no he vuelto a verlas", dice entre risas, pero tampoco conoce el secreto que hace que sus pel¨ªculas sigan siendo actuales muchos a?os despu¨¦s de haber sido rodadas: "No conozco el secreto de la eterna juventud y, si lo conociera, ser¨ªa peligroso intentar transmitirlo", afirma Lester, que asegura que su ¨²nica intenci¨®n ha sido "construir un espejo que reflejara lo que sucede alrededor; si luego ese reflejo se ha distorsionado o no, no me corresponde a m¨ª decirlo".
Ese esp¨ªritu juvenil es el que ha movido a Cinema Jove a dedicar un homenaje a la figura de uno de los realizadores americanos m¨¢s europeo de la historia del cine. Porque Lester ha sido un "enamorado del cine franc¨¦s o italiano durante toda mi vida" y reconoce que en un filme como The Knack hay una gran influencia de la nouvelle vague "porque es una pel¨ªcula muy formal en la que creo que se nota mi entusiasmo por esa corriente cinematogr¨¢fica".
Por muchas razones, Richard Lester ha sido un cineasta at¨ªpico, en primer lugar por su car¨¢cter autodidacta. "No he tenido una educaci¨®n cin¨¦fila, sino que he visto ¨²nicamente lo que me ha interesado y me considero un ignorante en cine", dice con el orgullo de haber aprendido su trabajo "como un documentalista". Y pone varios ejemplos de su particular t¨¦cnica, como que "para hacer Golfus de Roma no vi ninguna pel¨ªcula de romanos, sino que le¨ª libros sobre c¨®mo viv¨ªan en aquella ¨¦poca los romanos pobres". Pero, sobre todo, Lester es at¨ªpico por su facilidad para tocar todos los g¨¦neros, desde las pel¨ªculas con los Beatles en los sesenta, que "fueron trabajos muy divertidos pero muy dif¨ªciles por la cantidad de ni?as enloquecidas que los persegu¨ªan", a algunas joyas del cine de aventuras en los setenta, como Robin y Marian, de la que se siente "muy orgulloso", o las dos ¨²ltimas entregas de Superman, que "hice sin efectos inform¨¢ticos, s¨®lo con trucos visuales y ¨®pticos". Y, por supuesto, es un cineasta at¨ªpico por un sentido del humor que conserva a sus bien llevados 71 a?os cuando afirma que le gustar¨ªa que le recordaran como "un tipo que consigui¨® que la gente se riera".
Babelia
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