El conocimiento como terapia
El Hospital Materno Infantil de Ja¨¦n abre un aula de educaci¨®n para ni?os y embarazadas enfermos de diabetes
Cuando hace 14 a?os al hijo de Mar¨ªa Luisa Peralbo le diagnosticaron diabetes con tan s¨®lo siete a?os de edad, a esta mujer el mundo se le vino abajo. Hasta entonces la diabetes era una de esas enfermedades que siempre le tocan a los dem¨¢s, pero nunca a uno mismo. "Me sent¨ª perdida, incluso llegu¨¦ a pensar si mi hijo podr¨ªa morir de diabetes", confiesa. Ahora, Peralbo es la presidenta de la Asociaci¨®n de Diab¨¦ticos de Ja¨¦n y est¨¢ convencida de que un enfermo de diabetes puede vivir con la misma calidad de vida que el resto de las personas que no padecen la enfermedad.
Con el objetivo de que la salud y la calidad de vida de los diab¨¦ticos aumente y se normalice, se ha creado en el Complejo Hospitalario de Ja¨¦n un aula espec¨ªfica para ense?ar a los diab¨¦ticos la forma de llevar a cabo el tratamiento y los h¨¢bitos de vida m¨¢s adecuados. Para Mar¨ªa Luisa Peralbo, lo peor de la enfermedad es la falta de conocimiento porque, aunque hoy por hoy la diabetes no tiene cura, "s¨ª se puede controlar y cuanto mejor se controle, m¨¢s se normaliza el d¨ªa a d¨ªa de un diab¨¦tico".
El aula, donde se imparti¨® ayer la primera clase a un grupo de padres, est¨¢ a cargo de dos enfermeras de los servicios de Ginecolog¨ªa y Pediatr¨ªa. ?stas son las encargadas de impartir los consejos te¨®ricos y pr¨¢cticos sobre la dispensaci¨®n de los tratamientos m¨¦dicos y los h¨¢bitos m¨¢s adecuados para este tipo de pacientes. M¨¢s de 100 ni?os, junto a sus padres, y cerca de 300 embarazadas asistir¨¢n a clase en grupos reducidos para aprender c¨®mo inyectarse la insulina, qu¨¦ es lo que se debe comer y cu¨¢ndo, o cu¨¢l es el ejercicio f¨ªsico m¨¢s conveniente. "La educaci¨®n y los conocimientos en esta patolog¨ªa son fundamentales para combatirla", subraya Consuelo Arenas, la enfermera encargada de trabajar con los m¨¢s peque?os. Mediante juegos y una relaci¨®n muy personalizada, a estos ¨²ltimos se les hace comprender que tienen que ser met¨®dicos con los horarios de las comidas y que hay alimentos que deben limitar, como aquellos que contienen az¨²cares de absorci¨®n directa (dulces, refrescos o zumos, entre otros). "Pero que est¨¦n limitados no quiere decir que no puedan tomarlos", puntualiza Mar¨ªa Luisa Peralbo mientras recuerda que su hijo alguna vez ha sustituido el pan y la fruta en una comida para poder comerse un helado.
De los cinco d¨ªas a la semana que permanece abierta el aula, dos de ellos est¨¢n dedicadas a embarazadas que son diab¨¦ticas con anterioridad o han desarrollado la enfermedad durante la gestaci¨®n. La diabetes supone cerca del 23% de las causas de alto riesgo en los embarazos. Esta patolog¨ªa la sufrieron el 8,5% de las gestantes que dieron a luz el a?o pasado en el Materno-Infantil del Complejo Hospitalario de Ja¨¦n.
Tambi¨¦n es muy importante que despu¨¦s del parto las madres sigan con el tratamiento, porque cerca del 20% de las embarazadas a las que se les descubre la diabetes cuando quedan en estado, contin¨²an con ¨¦sta tras el nacimiento del beb¨¦, subraya Laura Rodr¨ªguez, la enfermera de Ginecolog¨ªa.
Se calcula que cerca del 10% de la poblaci¨®n sufre de diabetes, "aunque", puntualiza Mar¨ªa Luisa Peralbo, "hay un sector de la poblaci¨®n que la padece y todav¨ªa no lo sabe". De ah¨ª, que la prevenci¨®n tambi¨¦n sea importante a la hora de combatir la enfermedad. El ejercicio f¨ªsico, la presencia en la dieta de verduras y legumbres y evitar los abusos de grasas e hidratos de carbono, son algunas de las mejores recetas para sortear esta enfermedad, que seg¨²n Peralbo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.