Un cuento chino
Con s¨®lo 34 a?os, y en muy poco tiempo, Zhang Xin puso a prueba su talento para los negocios en mercados tan exigentes como Hong Kong y Wall Street, antes de crear su propia compa?¨ªa. Y en la pasada edici¨®n de la Bienal de Arquitectura de Venecia recibi¨® uno de los "premios especiales" que concede el jurado por su labor en pro de la arquitectura de calidad desde la iniciativa privada (el equivalente en el ¨¢mbito p¨²blico lo obtuvo el Ayuntamiento de Barcelona). Junto con su marido, Pan Shiyi, esta joven empresaria ha conseguido que un grupo cuidadosamente escogido de arquitectos mayoritariamente asi¨¢ticos dise?ara 11 casas "de autor" y un hotel en el valle de Nangou, al norte de Pek¨ªn, un paraje excepcional que tiene como fondo la Gran Muralla. Con el respaldo que proporciona el galard¨®n y la exhibici¨®n de los proyectos ahora construidos en un marco internacional tan prestigioso como el veneciano, Zhang Xin -que se declara admiradora de Peggy Guggenheim y entiende el intercambio comercial como forma de relaci¨®n social- se ha dado a conocer como promotora cultural.
Estas residencias de lujo s¨®lo tienen en com¨²n su construcci¨®n con t¨¦cnicas y materiales locales
En la cr¨®nica que realiz¨® para la revista italiana Domus tras su visita a la que se conoce como la "Comuna de la Gran Muralla", Ricky Burdett, profesor de la London School of Economics y consejero en temas arquitect¨®nicos del alcalde de Londres, comentaba divertido que hab¨ªa coincidido all¨ª con un grupo de cineastas italianos y un fot¨®grafo japon¨¦s, adem¨¢s de varios agentes inmobiliarios que recib¨ªan un cursillo acerca de c¨®mo vender un producto tan especial y novedoso en China como aquellas casas. Aunque las obras a¨²n no hab¨ªan concluido, "la m¨¢quina de la publicidad hab¨ªa empezado a echar humo" y ya estaban previstas una segunda y una tercera fase, 48 unidades m¨¢s que se construir¨¢n en un valle contiguo siguiendo los cuatro o cinco modelos de la primera promoci¨®n que resulten m¨¢s populares. La operaci¨®n ser¨¢ entonces verdaderamente rentable: requerir¨¢ menos inversi¨®n por unidad de vivienda pero los precios podr¨¢n mantenerse igual de altos. Estas primeras 11 casas s¨®lo se alquilar¨¢n para estancias breves; cuanta m¨¢s gente tenga ocasi¨®n de habitarlas, mayor ser¨¢ la demanda.
Los japoneses Shigeru Ban -que realiz¨® el pabell¨®n japon¨¦s en la Expo 2000 de Hannover- y Kengo Kuma son los nombres m¨¢s conocidos entre los autores de los proyectos, seleccionados, a excepci¨®n del venezolano Antonio Ochoa, por su pertenencia a una misma ¨¢rea geogr¨¢fica. Tanto Zhang Xin como su asesor, Yung-Ho Chang -un arquitecto formado en Estados Unidos, que imparte clases en la universidad Pek¨ªn y ha proyectado una de las 11 casas-, pensaron que estudios de Jap¨®n, Tailandia y otros pa¨ªses vecinos pod¨ªan contribuir con sus colegas chinos a recuperar tradiciones dom¨¦sticas perdidas y h¨¢bitos de construcci¨®n olvidados en un pa¨ªs hasta ahora sin arquitectura de autor donde, a la vista de los ¨ªndices de crecimiento econ¨®mico y las expectativas de cambios pol¨ªticos y sociales, es el momento de introducir unas pautas de excelencia arquitect¨®nica que orienten la demanda potencial de su ingente poblaci¨®n.
Estrat¨¦gicamente situadas para obtener las mejores vistas y aprovechando los accidentes del terreno monta?oso para no estorbarse unas a otras, estas residencias de lujo s¨®lo tienen en com¨²n su construcci¨®n con t¨¦cnicas y materiales locales. Adem¨¢s de responsabilizarse de una de las casas, Rocco Yim, de Hong Kong, ha trazado la planta general del conjunto, sin duda lo m¨¢s irrelevante del mismo; por su parte, Ai Wei Wei, un artista local, ha contribuido punteando los recorridos con varias de sus esculturas. En el centro de la urbanizaci¨®n se encuentra la Casa Club, un exclusivo hotel de cinco estrellas con piscina y otras instalaciones balnearias, restaurantes, un peque?o cine y sala de exposiciones. Seung H-Sang ha maclado los distintos pabellones entre los que se reparte el programa, revisti¨¦ndolos de acero cort¨¦n para que no desentonen ni con las rocas rojizas ni con los verdes y dorados de la vegetaci¨®n.
Para la revista brit¨¢nica World Architecture, que tambi¨¦n ha dedicado sus p¨¢ginas a las casas de la Gran Muralla, los tres mejores proyectos son los de Gary Chang, Kengo Kuma y Yung-Ho Chang porque han cumplido el encargo de aportar un factor de novedad. Chang ha construido una caja de madera de 5¡Á50 metros que apenas toca el suelo, bautizada como la "Casa-maleta". A partir de sus reflexiones sobre la intimidad y la flexibilidad de la arquitectura dom¨¦stica, este arquitecto de Hong Kong ha superpuesto distintas capas de espacios: los m¨¢s compartimentables ocupan el estrato inferior, donde se encuentran desde los imprescindibles dormitorios o ba?os hasta una sala de meditaci¨®n con suelos de vidrio para ver la tierra bajo los pies; el nivel intermedio es un ¨¢mbito ¨²nico y divisible seg¨²n las necesidades o deseos de los habitantes; y el superior es una terraza panor¨¢mica. Paredes y techos se abren, se cierran o se pliegan para posibilitar continuas reconfiguraciones de la caja. Por su parte, Kuma ha estudiado las particularidades del bamb¨² chino para usarlo como material de construcci¨®n de una suerte de casa templo, con ¨¢mbitos casi monocromos de serenidad monacal, donde el paisaje y la luz se filtran a trav¨¦s de unas delicadas celos¨ªas de esa ca?a fuerte y flexible. Finalmente y con su "Casa escindida", Yung-Ho Chang propone dos alas que pueden rotar en torno a un elemento bisagra central, donde se encuentra la entrada, para colocarse en paralelo, linealmente o formando un ¨¢ngulo, seg¨²n sugiera su emplazamiento.
Shigeru Ban tambi¨¦n ha utilizado el bamb¨², pero en una modalidad laminada habitual en China, para crear otra versi¨®n, esta vez en torno a un patio a cielo abierto, de su "Casa mueble", todas y cada una de cuyas piezas de mobiliario se integran en la estructura que las contiene; Antonio Ochoa ha optado por un cuerpo en voladizo, con una escalera de proporciones palaciegas, y Kanika R'Kul se ha inspirado en la modernidad de los a?os veinte. Con unos resultados formales y funcionales menos afortunados, los dem¨¢s, Cui Kai, Chien Hsueh-Yi, Kay Negee Tan y Nobuaki Furuya, han intentado que sus casas tuvieran consistencia ecol¨®gica y no contaminaran visualmente el entorno, aunque el car¨¢cter escarpado del mismo tenga su correlato en vol¨²menes afilados que se a¨²pan para ganar vistas.Si esta audaz empresaria del sector inmobiliario est¨¢ a gusto en su nueva piel de agente cultural, podr¨ªa hacer que este cuento chino tenga un final ejemplarizante: despu¨¦s de elegir a un selecto grupo de arquitectos para que dise?aran una comunidad de propietarios ricos, bien podr¨ªa terminar con otra convocatoria tan exigente como aquella para abastecer de viviendas dignas a los m¨¢s pobres.
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