Agua o nada
Un poeta aut¨¦ntico suma dones y acumula conocimientos. Tambi¨¦n sabe sacud¨ªrselos con un gesto casi animal, parecido al desperezarse. Christian Law Palac¨ªn hace todo eso en este primer libro. Tiene un equilibrio propio y un proyecto -cosmol¨®gico y cromos¨®mico- palpable en cada palabra. Semejante tarea puede ser heroica. ?l se la toma con iron¨ªa. Su aventura arranca en la urbe, con un soneto de naturalidad admirable: "Poeta, son las siete. Tu jornada / comienza con la alegre amanecida". Ante la nevera vac¨ªa, nuestro P¨ªndaro reelabora el dilema de C¨¦sar Borgia: "Cervezas ya no quedan, agua o nada". ?L¨ªnea clara, poes¨ªa figurativa? Ciertas ficciones cinematogr¨¢ficas nos remiten a eso. Pero algo augura otros logros: "aquella vana fiebre donde era un ser ficticio / no est¨¢ para cantarse". La consciencia inaugura la conciencia: "Cu¨ªdate de prodigios que se anuncien...
PENDIENTES DE LA NOCHE
Christian Law Palac¨ªn
Huerga & Fierro
Madrid, 2003
56 p¨¢ginas. 9,62 euros
/ Cuando avisen fortuna, entiende males. / Al que aguarda un portento, tenlo lejos". Una moral ins¨®lita, la primicia de la madurez, se vuelca en endecas¨ªlabos dignos de Quevedo: "No te mueva la gloria prometida. / No obedezca tu vida a ley severa". Barroco temprano, este desenga?o que legitima al joven poeta para la cr¨ªtica social ("que son la fuente del progreso dicen"). El erotismo se vuelve entonces m¨¢s hermoso: "el cuerpo del deseo es este reino / de b¨¢rbaros tras un invierno oscuro". Su Triunfo del amor nos brinda un Ovidio o un Petrarca cercanos: "Ofr¨¦ceme el dolor, hoy hazme incierta / la vida que se inicie entre esas sombras". Puede permitirse ser sentencioso ("s¨¦ que mi muerte aqu¨ª ser¨¢ so?ada") y hasta pesimista ("que no me alcance el alba entre estos hombres") alguien que sabe "que nada contradice su dulzura".
Naci¨® en Madrid en 1973. Es periodista, traductor y cr¨ªtico de cine. "Su labor literaria", a?ade la solapa, "es tan escasa como su voluntad por ampliarla". Bienaventurados los que, como ¨¦l, escriben poco (y con tanta calidad). Bienaventurados sus lectores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.