Cabeza de isle?o

"Qu¨¦ se lo piensen dos veces antes de venir a pescar a Portugal de esta manera [...] puede empezar a no compensarles". El comandante Henrique Gouveia e Melo, portavoz de la Armada portuguesa, resum¨ªa con estas declaraciones al semanario Expresso la estrategia del Ejecutivo luso para acabar con la pesca ilegal en sus costas por parte de embarcaciones espa?olas.

El patr¨®n del pesquero de Isla Cristina El Ladrillo, Agust¨ªn Garc¨ªa, est¨¢ en prisi¨®n preventiva en la c¨¢rcel de Faro desde que su barco fuera abordado por una docena de fusileiros el 8 de mayo cuando faenaba en aguas portuguesas. La Armada lusa no oculta su satisfacci¨®n por el prolongado encierro -45 d¨ªas- y ni siquiera le importa despertar sospechas sobre la imparcialidad e independencia de la instrucci¨®n de la fiscal Liliana Viegas al asegurar que el proceso ha de servir de ejemplo. La proporcionalidad de la Justicia queda orillada as¨ª por una decisi¨®n pol¨ªtica.

Los padres de Garc¨ªa piden ayuda urgente al Gobierno ante la degradaci¨®n de su hijo

Los armadores isle?os admiten los abusos pero se quejan de la violencia portuguesa

Precisamente en la pol¨ªtica es donde los padres de Garc¨ªa buscan ayuda ahora. La familia del pescador viajar¨¢ ma?ana a Madrid para entrevistarse con la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, y el viernes se reuni¨® en Sevilla con el Delegado del Gobierno, Juan Ignacio Zoido. Los Garc¨ªa suplican ayuda urgente al Gobierno ante lo que consideran una vulneraci¨®n de los derechos de su hijo y, sobre todo, porque los psiquiatras dicen que ¨¦ste est¨¢ perdiendo la raz¨®n como consecuencia del encierro. La mayor¨ªa de los isle?os quiere que ambos pa¨ªses se sienten a hablar sobre el conflicto de la pesca en la desembocadura del Guadiana de una vez por todas y antes de que pase algo a¨²n m¨¢s grave.

Nadie niega que El Ladrillo estuviera en aguas portuguesas cuando fue apresado. Tampoco que careciera de la correspondiente licencia, ni que sus artes para la pesca de chirlas -el discutido Rischio o chupona, que absorbe literalmente el fondo marino y lo filtra en busca de moluscos- est¨¦n prohibidas en ese pa¨ªs. Pero esto no son delitos, son meras faltas administrativas que se saldan con el pago de una fuerte multa y el desmantelamiento de las citadas artes. Como sucede decenas y decenas de veces cada a?o.

Lo que permite que el caso de Garc¨ªa se haya convertido en ejemplar es que el patr¨®n est¨¢ acusado adem¨¢s de tres delitos: desobediencia, resistencia y coacci¨®n a funcionario y ofensa a la integridad f¨ªsica cualificada (atentado a la autoridad). La suma de las penas m¨¢ximas previstas en la legislaci¨®n portuguesa para estos delitos es de 10 a?os de prisi¨®n. Estas acusaciones son las que los parientes de Garc¨ªa niegan y por las que los instructores han decidido dejarle encerrado sin fianza.

Un simple aperitivo en cualquiera de los bares cercanos a la lonja de Isla Cristina es suficientes para escuchar historias y fanfarronadas sobre las innumerables burlas y humillaciones a la Polic¨ªa Mar¨ªtima portuguesa que los furtivos del mar dicen que hacen d¨ªa s¨ª d¨ªa tambi¨¦n. Huidas r¨¢pidas aprovech¨¢ndose de motores m¨¢s potentes, guardinhas arrojados por la borda, lanchas neum¨¢ticas perforadas con arpones, etc¨¦tera.

La gran mayor¨ªa son ciertas, como tambi¨¦n son aut¨¦nticos el enfado y las ganas de venganza de los portugueses. El marisco es de mayor calidad en la zona portuguesa, menos sobreexplotada y con estrictas vedas. El valor de lo capturado puede ser hasta tres veces superior. Esto hace que muchos se arriesguen e, incluso, que haya algunos barcos especializados en burlar la vigilancia costera portuguesa. Cinco buques de Isla Cristina est¨¢n en una lista negra de la Polic¨ªa Mar¨ªtima. Estos barcos y sus patrones han sido capturados decenas de veces y algunos patrones han ignorado los juicios y las sentencias por sus acciones. Todo esto parece que lo est¨¢ pagando el patr¨®n de El Ladrillo, que, no obstante, el d¨ªa de su detenci¨®n faenaba ilegalmente con otros doce barcos.

El tono ejemplarizante llega incluso a las faltas administrativas, ya que le han impuesto una multa de 42.799 euros (un tercio de la sanci¨®n m¨¢xima que podr¨ªa recibir), pero el barco permanece retenido en Olh?o, algo que la abogada de Garc¨ªa, Cecilia Faria, experta en la defensa de pescadores y pesqueros apresados, dice que no se ha hecho nunca antes.

El problema de los l¨ªmites de las aguas territoriales en la desembocadura del Guadiana no es nuevo. Los armadores de Isla Cristina admiten que algunos de los suyos se exceden, pero exigen que debata sobre la actual delimitaci¨®n de las aguas, al tiempo que se quejan de la creciente violencia de los guardinhas. Aseguran que, el d¨ªa del apresamiento de El Ladrillo, un perro a bordo de otro pesquero muri¨® tiroteado. Los pescadores dicen que ya ha habido dos hombres muertos por balas portuguesas.

Un problema viejo y ahora peligroso cuya soluci¨®n s¨®lo puede llegar por la negociaci¨®n al m¨¢s alto nivel. Sin rehenes.