Camino de las urnas
NO FUE NECESARIO ESPERAR hasta una eventual sesi¨®n de investidura para percibir las implicaciones pr¨¢cticas de la incomparecencia el pasado d¨ªa 10 en el hemiciclo de Eduardo Tamayo y Mar¨ªa Teresa S¨¢ez, los dos diputados socialistas que dejaron a la incoada coalici¨®n entre el PSOE e IU en minor¨ªa -con 54 esca?os- frente a los 55 inc¨®lumes representantes del PP a la hora de elegir los ¨®rganos de la nueva Asamblea de Madrid. Los populares parasitaron el martes 17 su provisional mayor¨ªa regalada y forzaron la aprobaci¨®n por la Mesa y la Junta de Portavoces de una retorcida interpretaci¨®n legal que reduce a s¨®lo seis d¨ªas -desde el 18 hasta el 23 de junio- la duraci¨®n del primer periodo de sesiones de la legislatura. Sin embargo, el art¨ªculo 13.4 del Estatuto de Madrid, que fija dos periodos de sesiones ordinarias (de septiembre a diciembre y de febrero a junio) y autoriza tambi¨¦n sesiones extraordinarias convocadas por el presidente de la C¨¢mara a petici¨®n del Gobierno o de un grupo de diputados, parece excluir o al menos hace altamente sospechosa tal lectura.
S¨®lo la renuncia a sus actas parlamentarias de los dos diputados socialistas tr¨¢nsfugas podr¨ªa impedir la repetici¨®n el pr¨®ximo oto?o de las elecciones auton¨®micas celebradas el pasado 25 de mayo
Esa decisi¨®n -un fraude de ley, seg¨²n algunos expertos- no pretende emular la inventiva del Santo Padre que dio su nombre en el siglo XVI al calendario gregoriano, sino limpiar de obst¨¢culos el camino hacia unas nuevas elecciones, ¨²nico objetivo del PP -convencido de ganarlas por goleada- en esta crisis. Los socialistas, en cambio, aspiran a que los diputados desleales renuncien a sus actas para recuperar as¨ª la mayor¨ªa parlamentaria; las inviables medidas cautelares que escoltan a la precipitada querella interpuesta por el PSOE contra Tamayo y S¨¢ez se sit¨²an en este contexto revindicativo. Aunque los socialistas tengan raz¨®n al advertir sobre los peligros para la democracia de sentar el precedente de esas nuevas elecciones (una incitaci¨®n para que futuros perdedores en las urnas traten de invalidar sus resultados por cualquier medio), un corredor de apuestas experimentado se jugar¨ªa los cuartos a favor de la celebraci¨®n de los comicios en oto?o.
Desde la reforma estatutaria de julio de 1998 existen dos v¨ªas diferentes para alcanzar esa meta. El art¨ªculo 17.5 ordena la disoluci¨®n autom¨¢tica de la C¨¢mara cuando hayan transcurrido dos meses desde la primera sesi¨®n de investidura sin que ning¨²n candidato haya obtenido la confianza solicitada; as¨ª ocurrir¨ªa si Rafael Simancas o Esperanza Aguirre recibiesen el encargo y fracasaran en el intento. El art¨ªculo 21 -modificado en 1998- tambi¨¦n permite que el presidente de la comunidad convoque elecciones anticipadas bajo su exclusiva responsabilidad tras previa deliberaci¨®n del Gobierno. A diferencia de las Cortes Generales y de los parlamentos vasco, catal¨¢n, andaluz y gallego (la renovaci¨®n de sus c¨¢maras abre siempre un periodo cuatrienal), la Asamblea madrile?a nacida de unos comicios anticipados tendr¨ªa un mandato m¨¢s breve, que se agotar¨ªa al final de la legislatura originaria (mayo de 2007 en este caso). La disoluci¨®n presidencial no podr¨¢ ser acordada, por lo dem¨¢s, si queda menos de un a?o para la conclusi¨®n de la legislatura, est¨¢ en marcha una moci¨®n de censura, ha sido convocado un proceso electoral de ¨¢mbito estatal o no ha pasado un a?o desde la anterior disoluci¨®n. Y los comicios adelantados tampoco ser¨¢n posibles "durante el primer periodo de sesiones de la legislatura": el prop¨®sito de la artificiosa jibarizaci¨®n del calendario realizada por la Asamblea bajo control de los populares era precisamente suprimir esa hipoteca.
Tal vez la estrategia inicial del PP era encomendar la convocatoria anticipada al presidente en funciones de la Comunidad; sin embargo, la Ley de Gobierno de 27 de noviembre 1997 -aplicable de forma supletoria al ¨¢mbito auton¨®mico- impide a Gallard¨®n disolver la C¨¢mara (y arroja sombras sobre su crisis de gobierno poselectoral). Aunque Esperanza Aguirre anunci¨® su intenci¨®n de convocar nuevos comicios si fuese investida gracias a la abstenci¨®n de los tr¨¢nsfugas, no parece que Tamayo y S¨¢ez quieran ayudarla. Si los diputados desleales no entregaran sus actas y Simancas siguiera resisti¨¦ndose a ser candidato, no quedar¨ªa m¨¢s salida que la disoluci¨®n autom¨¢tica de la Asamblea.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.