Los cinco alcaldes que desobedecieron al PSOE
Los regidores d¨ªscolos del PSN explican por qu¨¦ llegaron al poder con apoyo del nacionalismo vasco
Cinco alcaldes navarros del PSN-PSOE desobedecieron "a conciencia" una orden de la direcci¨®n federal del partido para que, en ning¨²n caso, aceptaran el voto del nacionalismo vasco para alcanzar el poder, lo que dejaba el camino libre para gobernar a Uni¨®n del Pueblo Navarro (UPN), el socio local del PP. Pero los socialistas de Tafalla, Estella, Sang¨¹esa, Bara?¨¢in y Burlada se votaron a s¨ª mismos y recibieron el apoyo de diferentes formaciones nacionalistas. UPN mont¨® en c¨®lera, porque perd¨ªa demasiadas alcald¨ªas, mientras su propio partido les abr¨ªa expediente. Y comenz¨® una vor¨¢gine de descalificaciones en la que nadie pidi¨® explicaciones a los protagonistas de la historia, los alcaldes.
"Nos negamos a ejecutar la mayor deslealtad a los electores", asegura la alcaldesa de Tafalla
"Nuestro problema es gestionar los asuntos locales, nada m¨¢s", dice la regidora de Estella
Iosu Senosi¨¢in (Bara?¨¢in): "Votar en blanco nos hubiera causado un da?o de credibilidad brutal"
Los cinco son socialistas en una tierra, Navarra, donde serlo lleva aparejado el riesgo de ser asesinado. La mayor¨ªa vive con protecci¨®n policial y conoce la amarga experiencia de las amenazas y las agresiones del independentismo vasco radical por defender la Constituci¨®n y la democracia. Llevan a?os en las filas del PSOE y asumen ese riesgo. Pero lo que nunca sospecharon es que por cumplir las dos promesas realizadas a sus electores, ser alcaldes de todos aplicando una forma distinta de gobernar, su partido les abriera un expediente y la derecha navarra y espa?ola iniciara contra ellos una dur¨ªsima campa?a de descalificaci¨®n.
Navarra tiene 570.000 habitantes. Es la ¨²nica comunidad aut¨®noma de Espa?a donde el PP no existe, porque adopta el nombre de su socio local, UPN, que roza la mayor¨ªa absoluta en el Parlamento foral, gobierna las dos principales ciudades de la regi¨®n, Pamplona y Tudela, y el 25 de mayo fue la lista m¨¢s votada en 219 de los 272 municipios navarros. Uno de cada cinco electores navarros vota a opciones del nacionalismo vasco.
El PSN-PSOE es un partido clave para entender la vertebraci¨®n de la Comunidad foral como autonom¨ªa diferenciada. Desde el inicio de la transici¨®n, socialistas y UPN alternaron gobiernos con buen entendimiento mutuo hasta que los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n hicieron caer a dos secretarios generales socialistas consecutivos y a todo un gobierno tripartito. Adem¨¢s, destrozaron la estructura interna del PSN, condenado a iniciar una profunda renovaci¨®n y a trabajar en la oposici¨®n parlamentaria, en la que sigue desde 1996.
Bajo la direcci¨®n de un joven secretario general, Juan Jos¨¦ Lizarbe, abogado sindicalista forjado en UGT, el PSN consolid¨® su reorganizaci¨®n. Al principio opt¨® por revalidar pactos presupuestarios con la derecha pero desde hace dos a?os mantiene una l¨ªnea de f¨¦rrea oposici¨®n a las pol¨ªticas conservadoras del presidente navarro, Miguel Sanz (UPN).
En esta tesitura, los ¨²ltimos resultados electorales han sido calificados de "decepcionantes" por la direcci¨®n socialista, que no pudo sumar un esca?o m¨¢s a los once que ten¨ªa en una C¨¢mara de 50 miembros donde UPN ocupa 23 sillones. Lizarbe ha escuchado cr¨ªticas a su estrategia y algunos ex dirigentes socialistas han llegado a pedir el voto para UPN. Es en esta situaci¨®n donde adquiere especial relevancia el valor estrat¨¦gico de las cinco citadas alcald¨ªas. El aumento de votos en esos municipios de las opciones de izquierda hizo ver a cinco candidatos del PSOE -Mar¨ªa Jos¨¦ Fern¨¢ndez (Estella), Maite Ma?¨² (Tafalla), Jos¨¦ Luis Lorenzo (Sang¨¹esa), Iosu Senosi¨¢in (Bara?¨¢in) y Jos¨¦ Mu?oz (Burlada)- que exist¨ªan fundadas probabilidades de alcanzar el gobierno debido al deseo prioritario de la izquierda y los nacionalistas de desplazar de los consistorios a UPN, de la que dicen que ha gobernado con autoritarismo, prepotencia y marginando la pluralidad.
ESTELLA - Una ciudad sin pactos
"Hace d¨ªas que me cuesta sonre¨ªr", confiesa Mar¨ªa Jos¨¦ Fern¨¢ndez, de 55 a?os, madre de cuatro hijos, la nueva alcaldesa de Estella, una bella ciudad medieval de 14.000 vecinos. En medio del puente sobre el r¨ªo Ega, Mar¨ªa Jos¨¦ es abrazada por un joven vecino. "Enhorabuena", le dice, y le da dos besos. Ese apoyo de miles de estelleses y la boda de su hijo, celebrada ayer, alegran algo el panorama de una regidora que preside el PSN-PSOE desde 2000 y que sali¨® elegida con los votos del PSN, IU, EA, PNV y la Candidatura Unitaria de Estella (CUE). UPN fue la lista m¨¢s votada (2.585 sufragios).
La alcaldesa est¨¢ cansada de repetir que no hubo pactos secretos. Las puertas de su despacho est¨¢n abiertas de par en par. Entran y salen algunos colaboradores bajo la atenta mirada de los guardaespaldas mientras ella ofrece compartir responsabilidades municipales con todos los grupos, incluida UPN. "Si no se autoexcluyen, tendr¨¢n responsabilidades", dice.
La alcaldesa explica por qu¨¦ los partidos buscaban un cambio. "En la legislatura anterior pudimos gobernar con el apoyo de Batasuna. Nunca aceptamos votos de quienes no condenaban el terrorismo y apoyamos la investidura de la anterior alcaldesa de UPN", recuerda Fern¨¢ndez. "Hicimos pactos presupuestarios puntuales y los socialistas presid¨ªamos algunas comisiones. Pero UPN no fue leal. No desarroll¨® los presupuestos. El 65% de las inversiones quedaron sin efectuar, al igual que el 30% del gasto corriente. La ciudad entr¨® en un peligroso impasse. Se fue gestando un autoritarismo que despreciaba el di¨¢logo. Hab¨ªa ocultismo y los plenos derivaban en enfrentamientos personales".
Es d¨ªa de mercado en esta ciudad, elegida en su d¨ªa por los nacionalistas para la firma del celeb¨¦rrimo pacto pol¨ªtico que anticip¨® la tregua de ETA. "Nuestro trabajo es gestionar los problemas locales. Solucionar el tr¨¢fico, generar actividad industrial, dinamizar la cultura local y hacerlo con criterios de progreso. Fuera de eso no hay nada m¨¢s, excepto falacias interesadas. La lucha por la libertad y contra ETA ha sido una constante nuestra desde hace a?os. Ofende tener que explicar esto. Tengo la convicci¨®n de haber hecho lo justo, evitando un fraude a los ciudadanos", asegura la alcaldesa. "Los apoyos recibidos los interpreto como un voto de confianza para recuperar la normalidad, fomentar el di¨¢logo y recuperar la figura del adversario pol¨ªtico, desterrando la categor¨ªa de enemigo creada por UPN", especifica.
A la entrada de Estella/Lizarra, una pintada de IU afirma que otra ciudad es posible. UPN nombr¨® a una concejala de HB presidenta de la Comisi¨®n de Mujer la pasada legislatura. La edil abertzale dimiti¨® cuando los socialistas abandonaron el equipo de gobierno. As¨ª se las gastaban los que ahora exigen la dimisi¨®n de Mar¨ªa Jos¨¦: "En el pen¨²ltimo pleno, UPN present¨® una moci¨®n de apoyo a la Polic¨ªa Nacional [tras el atentado de Sang¨¹esa]", explica Fern¨¢ndez, "y el concejal de EA pidi¨® extender el apoyo a las polic¨ªas auton¨®micas y municipales. Al final, todos los grupos aprobamos el texto con la adici¨®n, excepto UPN, que se neg¨®. ?se es el talante que queremos cambiar", subraya.
TAFALLA - De la ilusi¨®n al desencanto
Maite Ma?¨² trabaj¨® como independiente en las listas municipales del PSOE de Tafalla durante la pasada legislatura. La ilusi¨®n de encabezar la nueva candidatura del PSN le llev¨® a pedir el carn¨¦ socialista en abril. Sin haberlo recibido, Maite lo puso en la tarde del 13 de junio a disposici¨®n del partido. Su ilusi¨®n se ha trastocado en desencanto. "Jam¨¢s aceptar¨¦ traicionar al electorado. No ha habido pactos con el nacionalismo ni con IU. No pod¨ªamos votar en blanco. Despu¨¦s de pedir el voto a mis vecinos para dar un giro progresista, ?con qu¨¦ cara iba a pasear por el pueblo dici¨¦ndoles que hab¨ªa dejado paso a la derecha? Actu¨¦ en conciencia, con el apoyo de mis compa?eros de partido, y asumo las consecuencias", indica.
En Tafalla, a 40 kil¨®metros al sur de Pamplona, tambi¨¦n gan¨® UPN, aunque su candidato, Luis Valero, que optaba a la reelecci¨®n, perdi¨® cerca de 500 votos. Obtuvo 1.837 papeletas. Batasuna eludi¨® el cerco judicial con una lista propia, Tafallaberri, que obtuvo 1.016 sufragios. El PSN consigui¨® 1.437, IU sufri¨® un espectacular aumento hasta alcanzar 1.314 papeletas, y EA-PNV sum¨® 604.
Maite, de 39 a?os, madre de dos hijas y directora de la sucursal de una importante mutua de seguros, gan¨® la alcald¨ªa con el apoyo de IU y de EA-PNV. "La votamos sin compromiso alguno", ratifica el concejal de IU Javier Ib¨¢?ez, "para cambiar la gesti¨®n absolutista de UPN y conseguir as¨ª una din¨¢mica m¨¢s abierta y tolerante".
La alcaldesa cuenta una an¨¦cdota. "Se ha llegado a denunciar en algunas tertulias que hab¨ªamos negociado pactos secretos con los independentistas cuando Tafallaberri no nos vot¨® y el ¨²nico concejal de EA-PNV, Mayorga Ram¨ªrez, regres¨® de su viaje de novios el mismo d¨ªa del pleno constituyente. ?C¨®mo se pueden propalar semejantes falsedades?". Tafalla, con apenas 11.000 habitantes, dio a la Mesa Nacional de HB algunos de sus m¨¢s afamados dirigentes d¨¦cadas atr¨¢s. La izquierda radical tiene cantera y Maite la padece. "Estamos amenazados. Nos sentimos controlados. Saben mi n¨²mero de m¨®vil y me env¨ªan mensajes insultantes constantemente".
Su idea es abrir la comisi¨®n de gobierno del Ayuntamiento a todos los grupos, incluida UPN. "Nos sentimos manipulados, utilizados por UPN y el PP con sus mentiras e inexactitudes", se queja. "Y no acabo de entender c¨®mo afecta tanto esa presi¨®n a la direcci¨®n de mi partido. No hemos hecho nada de lo que avergonzarnos. Nos negamos a ejecutar la mayor deslealtad, la que negaba toda validez a la confianza de nuestros electores", exclama Maite en la mesa de alcald¨ªa, sobre la que cuelga un retrato del Rey, mientras los funcionarios preparan banderas y pendones para la procesi¨®n del Corpus Christi. "Ya ves qu¨¦ peligrosos somos", bromea Maite.
La alcaldesa ha pedido una excedencia de dos a?os en su trabajo para poder dedicarse plenamente a sus vecinos. La alcald¨ªa no le proporcionar¨¢, asegura, ni una sola peseta de beneficio. "La prepotencia del anterior alcalde de UPN era manifiesta. Su ocultismo, tambi¨¦n", dice. "Le votamos para romper la posible tentaci¨®n socialista de pactar con la derecha", confiesa Javier Ib¨¢?ez (IU). Este edil destaca que, frente al ascenso de la izquierda, el nacionalismo apenas ha crecido en Tafalla.
BARA??IN - El Ayuntamiento m¨¢s plural
Bara?¨¢in es, con 23.000 vecinos, la tercera localidad navarra en n¨²mero de habitantes. Es, en realidad, una ciudad dormitorio colindante con Pamplona que carece de industria y tiene todo su suelo edificable ocupado. De los cinco municipios donde el PSN recibi¨® alg¨²n voto nacionalista para gobernar era el ¨²nico en el que no gobernaba UPN. Lo hac¨ªa una candidatura independiente.
Su alcalde, Iosu Senosi¨¢in, m¨¦dico de 43 a?os, padre de dos hijas, recibi¨® el apoyo de una lista independiente, IU, Aralar y EA. "Lo primero que hay que tener en cuenta es la enorme pluralidad de este municipio. Tenemos ocho partidos en el consistorio y eso exige consenso para obtener mayor¨ªas".
Senosi¨¢in habl¨® con todos, incluido UPN. Al final, suscribi¨® un gen¨¦rico acuerdo de investidura apoyado por los independientes e IU al que pidi¨® adherirse el edil de EA. El texto garantiza la creaci¨®n de una mesa de di¨¢logo y participaci¨®n, respeto a la pluralidad, el mantenimiento de las actuales ordenanzas del uso del euskera seg¨²n la ley foral del Vascuence y la aplicaci¨®n de pol¨ªticas transversales en las ¨¢reas de mujer y juventud. Eso fue todo.
El alcalde reconoce que el objetivo de los apoyos era "evitar que UPN alcanzara la alcald¨ªa, sin otro compromiso que el de hablar todo lo que haga falta para gestionar el municipio". Votar en blanco, afirma, habr¨ªa generado "un da?o de credibilidad brutal que hubiera condenado al socialismo navarro al ostracismo definitivo". Senosi¨¢in no introducir¨¢ a ning¨²n nacionalista en la comisi¨®n de gobierno. El alcalde ha sido objeto de amenazas y reiteradas pintadas insultantes junto a su casa. Sabe lo que se juega. "La derecha est¨¢ envalentonada, pero olvida que los socialistas defendemos la Constituci¨®n y la identidad de Navarra como los primeros. Navarra no es Euskadi", apunta Senosi¨¢in, "aunque UPN elude la obviedad de la historia, que nos dice que los vascones siempre habitaron esta tierra. Eso es lo que nos diferencia, el respeto a la leg¨ªtima opini¨®n de los dem¨¢s, la tolerancia y la b¨²squeda del consenso racional", a?ade un alcalde que se pregunta: "Si el sucesor de Aznar necesitase los votos de alg¨²n partido nacionalista para ser investido, ?renunciar¨¢ a ellos?".
SANG?ESA - Algunos hombres buenos
A Jos¨¦ Luis Lorenzo le han llamado "presunto dem¨®crata". A ¨¦l, que durante cuatro a?os abandon¨® todos los plenos de Sang¨¹esa cuando el concejal de Batasuna propon¨ªa cualquier cosa. A ¨¦l, que sostuvo entre sus brazos durante 20 minutos el cuerpo malherido del polic¨ªa Ram¨®n Rodr¨ªguez en la ma?ana del 30 de mayo, instantes despu¨¦s de que ETA asesinara a dos de sus compa?eros. Jos¨¦ Luis no puede entender tanta maledicencia. Lorenzo, de 45 a?os, casado, con dos hijos, operario de la empresa Viscof¨¢n, buen corredor de los encierros sanfermineros de Pamplona, se convirti¨® el 14 de junio en alcalde de Sang¨¹esa, una poblaci¨®n de 5.000 vecinos en las estribaciones pirenaicas en la que el terrorismo y la violencia callejera nunca hab¨ªan campado.
IU y la coalici¨®n local Herri Ekimena (HE), que conden¨® abiertamente el atentado, le dieron su voto para desplazar al anterior alcalde, perteneciente a una agrupaci¨®n af¨ªn a UPN. Lorenzo no negoci¨® nada. Est¨¢ dolido. "Esa pol¨ªtica de la que hablan, que aqu¨ª no existe, se queda al otro lado del r¨ªo. En Sang¨¹esa todos debemos remar juntos", afirma. Las amenazas a su familia y los insultos a sus compa?eros, vertidos por simpatizantes locales de UPN ante la p¨¦rdida del Gobierno municipal, as¨ª como la llamada del alcalde saliente, Daniel Plano, al enfrentamiento vecinal producida tras el atentado, han generado en Lorenzo una profunda tristeza. "Todas las fuerzas municipales condenaron el crimen. Todas tiene legitimidad para defender democr¨¢ticamente sus ideas y los hechos me han demostrado que hay gente de mejor coraz¨®n en las filas de Herri Ekimena que en UPN", subraya el alcalde.
En Sang¨¹esa el nacionalismo vasco apenas tiene apoyos. HE mantuvo su ¨²nico edil independentista y el resto del pueblo se reparte entre UPN, PSN e IU. "Queremos di¨¢logo, no exclusi¨®n; colaborar, no marginar", asegura Lorenzo, que no puede entender el manique¨ªsmo de muchos pol¨ªticos y medios de comunicaci¨®n. "Es una soberana tonter¨ªa decir que cinco alcaldes socialistas que defendemos la Constituci¨®n y la democracia estamos resquebrajando no s¨¦ qu¨¦ muros. Es una maniobra ventajista de UPN", reitera, "para no reconocer, por ejemplo, que en este pueblo la derecha obtuvo 1.100 votos y la izquierda m¨¢s de 1.600".
BURLADA - El PSN levanta cabeza
Un vecino de Jos¨¦ Mu?oz toc¨® en su timbre para decirle: "Oye, Jos¨¦, ¨¢nimo y adelante. Si te digo la verdad, yo pensaba que el PSN estaba acabado, pero vosotros, sus alcaldes, me hab¨¦is demostrado que pod¨¦is cambiar algunas cosas". El nuevo alcalde de Burlada, sindicalista de UGT, empleado de Volkswagen, de 45 a?os y sin experiencia pol¨ªtica previa, se pregunta: "?Por qu¨¦, de seis partidos que entramos en el Ayuntamiento, ninguno, excepto nosotros, se dirigi¨® a UPN para hablar?".
Burlada es una localidad dormitorio de extracci¨®n obrera e inmigrante crecida a la sombra de Pamplona. Cuenta con 18.000 vecinos. Aunque UPN gan¨® las elecciones municipales con 2.083 votos, el PSN anduvo cerca al reunir 1.706 papeletas y la izquierda y el nacionalismo obtuvieron destacados sufragios: 1.034 Aralar; 846 IU; 468 Batzarre y 328 EA-PNV. Convergencia de Dem¨®cratas de Navarra obtuvo 1.140. Mu?oz es un hombre tranquilo. Como buen sindicalista, est¨¢ acostumbrado a resistir muchas horas debatiendo. "Es muy curiosa nuestra situaci¨®n porque aqu¨ª, en Burlada, UPN, que ha gobernado en minor¨ªa y con prepotencia, pact¨® con HB much¨ªsimas veces. ?Ellos sacaban los asuntos urban¨ªsticos juntos y ten¨ªan buenas relaciones personales!", exclama. "Y, sin embargo, nos acusan de cosas que son falsas porque los votos de IU, Aralar y Batzarre fueron cheques en blanco, desinteresados. No nos exigieron nada".
En Burlada hay una comisi¨®n municipal de euskera que responde al perfil biling¨¹e de muchos vecinos, una vivencia racional entre dos lenguas propias que son cooficiales, situaci¨®n que se vive tambi¨¦n en Estella o Bara?ain. "UPN ha mantenido esa normalizaci¨®n, como mantuvo subvenciones a muchos organismos y asociaciones de la ¨®rbita de la izquierda abertzale que probablemente a m¨ª me tocar¨¢ revisar", explica el alcalde. "?Hacer cesiones nosotros?", se pregunta: "M¨¢s bien al contrario: a este alcalde le tocar¨¢ recortar algunas cosas".
En Burlada, como en el resto de las localidades salpicadas por la desobediencia de sus nuevos regidores, la necesidad imparable de tender puentes para la convivencia es una obviedad. "Con UPN el enfrentamiento era diario, la convivencia estaba arruinada. Quienes han cedido al dar sus votos han sido, en todo caso, IU y los nacionalistas vascos", comenta Mu?oz. "En el pleno de constituci¨®n la gente de AuB insult¨® mucho m¨¢s a los dos chavales de Aralar que a nosotros. Ellos han un dado paso democr¨¢tico muy fuerte y aqu¨ª hay trabajo para todos. Para construir vivienda protegida o para levantar una zanja ?tenemos que ponernos de acuerdo! Es una obligaci¨®n democr¨¢tica. Otra cosa es la comisi¨®n de gobierno, donde el nacionalismo no va a estar presente", especifica un alcalde ¨²nicamente dispuesto a trabajar por su pueblo, "y nada m¨¢s". Mu?oz concluye: "Si dentro de seis meses los vecinos dicen ?menudo cambio! al ver lo que hacemos y c¨®mo lo hacemos, el primer objetivo de convivencia estar¨¢ cubierto".
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