Una econom¨ªa m¨¢s abierta
La firma del TLC con Estados Unidos ampl¨ªa las expectativas de Chile
Chile contar¨¢ a partir del primer trimestre del pr¨®ximo a?o con una de las econom¨ªas m¨¢s abiertas del mundo, que tendr¨¢ a su alcance unos mercados con 1.189 millones de consumidores. En esas fechas comenzar¨¢ a regir el Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado recientemente entre este pa¨ªs andino y Estados Unidos, despu¨¦s de que sea aprobado en los respectivos Parlamentos, y se unir¨¢ a los establecidos con la Uni¨®n Europea y otras ¨¢reas econ¨®micas.
Chile espera un aumento del 11% en las importaciones provenientes de EE UU, aunque el comercio bilateral mantendr¨¢ un saldo favorable
La suscripci¨®n del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Chile y Estados Unidos hace unas semanas en Miami por parte de la canciller chilena Soledad Alvear y el representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Zoellick, ha sido un oportuno t¨®nico para la econom¨ªa de este pa¨ªs andino, justo cuando ¨¦sta comienza a mostrar signos de reactivaci¨®n, con una proyecci¨®n de crecimiento del PIB del 3,5% para este a?o, frente al 1,9% de 2002.
Calificado como "hist¨®rico" por autoridades y empresarios, el TLC con Estados Unidos -primero de Washington en Suram¨¦rica y segundo en Am¨¦rica Latina despu¨¦s del vigente con M¨¦xico- ratifica la estrategia de apertura al exterior sobre la base de acuerdos comerciales, que Chile impuls¨® despu¨¦s del reinicio de la democracia, en 1990, y que le permiti¨® ser la econom¨ªa latinoamericana que se expandi¨® a mayor velocidad en los a?os noventa.
Desde el a?o pasado, Chile ha logrado acuerdos de libre comercio con la Uni¨®n Europea -en una asociaci¨®n que incluye tambi¨¦n aspectos pol¨ªticos y de cooperaci¨®n-, Corea del Sur y la Asociaci¨®n Europea de Libre Comercio (EFTA, integrada por Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza). Tiene vigentes tratados de libre comercio con Canad¨¢, M¨¦xico y Centroam¨¦rica. A la vez, negocia otro tratado con Bolivia y comenzar¨¢ a hacerlo con Nueva Zelanda y Singapur durante 2003.
Alcanzado despu¨¦s de 13 a?os, que incluyeron 14 rondas de negociaciones entre 2000 y 2002, el TLC con su mayor socio comercial implica para Chile llegar en 12 a?os a un intercambio con arancel cero para todos los sectores. El desequilibrio de ambas econom¨ªas es manifiesto: las exportaciones totales de un a?o de Chile equivalen a un 72% de lo que EE UU importa en s¨®lo una semana y la renta per c¨¢pita estadounidense es ocho veces la chilena.
Cuando el acuerdo est¨¦ operando en plenitud, permitir¨¢ al pa¨ªs suramericano expandir sus exportaciones a Estados Unidos en un 15,9%, 504 millones de d¨®lares, equivalentes al 0,7% del PIB actual, con lo que se generar¨¢n cerca de 100.000 nuevos empleos, seg¨²n estimaciones oficiales. Los sectores exportadores chilenos m¨¢s favorecidos ser¨¢n textil, vestuario y calzado, con desgravaci¨®n inmediata y un impacto que se advertir¨¢ en 2004. La miner¨ªa, un rubro estrat¨¦gico de la econom¨ªa chilena, tendr¨¢ arancel cero para casi todos sus productos desde el primer d¨ªa de vigencia del TLC y los c¨¢todos de cobre estar¨¢n en igual condici¨®n en el segundo a?o.
M¨¢s lento ser¨¢ el calendario para algunos productos agr¨ªcolas, como conservas, pulpas, congelados y vino, aunque el 86% del sector tendr¨¢ rebaja inmediata del arancel. En la agricultura, Estados Unidos se comprometi¨® a no utilizar los subsidios a la exportaci¨®n, mientras Chile eliminar¨¢ las bandas de precios que se aplican de acuerdo con las reglas de la OMC. El TLC plantea tambi¨¦n reducir el uso de salvaguardias, aunque establece cuotas para algunos productos.
Comercio bilateral
Tambi¨¦n se espera un aumento del 11% en las importaciones provenientes de EE UU. Uno de los sectores favorecidos ser¨¢ el automotor, donde Chile deber¨¢ eliminar en cuatro a?os el impuesto de lujo que aplica a las importaciones de autom¨®viles.
Con todo, el comercio bilateral, que alcanz¨® los 6.000 millones de d¨®lares en 2002, mantendr¨¢ un saldo favorable a Chile. La contrapartida es la exigencia de que el pa¨ªs suramericano defienda mejor la propiedad intelectual y una mayor liberalizaci¨®n del flujo de capitales. Para la Administraci¨®n Bush, el TLC con Chile representa un avance hacia el Acuerdo de Libre Comercio de las Am¨¦ricas (ALCA), previsto para 2005, cuya concreci¨®n se advierte, sin embargo, lejana.
Puesto en la balanza frente al tratado con la Uni¨®n Europea, las autoridades chilenas consideran "m¨¢s completo" el acuerdo logrado con Estados Unidos, porque incluye cap¨ªtulos ambiental y laboral, donde ambos pa¨ªses se comprometen a respetar sus propias reglas de juego. La UE incorpora tambi¨¦n excepciones donde s¨®lo se ampl¨ªan cuotas, que no existen en el TLC con Estados Unidos. En la agricultura, el sector m¨¢s sensible, la oferta de Washington iguala a la europea en frutas y hortalizas, la mejora en carnes y l¨¢cteos y es inferior en agroindustria. Ambos incluyen, en todo caso, mecanismos de soluci¨®n de controversias.
Con el apoyo de ambos Gobiernos, en los dos pa¨ªses existe confianza en lograr la aprobaci¨®n al TLC de los respectivos Congresos. Los mayores obst¨¢culos ser¨¢n en Estados Unidos, donde el tr¨¢mite legislativo parti¨® desde Washington con una audiencia en el Subcomit¨¦ de Comercio en la C¨¢mara Baja, donde ya hubo algunas cr¨ªticas. En Chile, el Senado design¨® una comisi¨®n especial para analizar el acuerdo y algo similar har¨¢ la C¨¢mara de Diputados. Aqu¨ª se prev¨¦ alguna reticencia de los parlamentarios de zonas agr¨ªcolas.
La mayor parte de los empresarios aplaudi¨® sin reservas en Chile, porque casi todos ganan, aunque algunos m¨¢s y con mayor rapidez que otros. Sin embargo, la sonrisa no dur¨® demasiado. El Gobierno envi¨® al Congreso un proyecto para elevar en un punto el IVA (del 18% al 19%) hasta el a?o 2007 y los impuestos directos al vino, cerveza, pisco, whisky, tabaco y petr¨®leo, lo que junto con la venta de la participaci¨®n minoritaria del Estado en empresas sanitarias permitir¨¢ financiar los planes sociales -combate a la pobreza extrema y mayor acceso a la salud-, a pesar que la recaudaci¨®n disminuir¨¢ por los acuerdos comerciales, debido a la baja del arancel aduanero.
Cr¨ªticas al Gobierno
El debate es intenso. Los empresarios y la oposici¨®n critican que el Gobierno puede cerrar el d¨¦ficit de caja reduciendo su gasto, con nuevas privatizaciones y la mayor recaudaci¨®n que permitir¨¢ el crecimiento econ¨®mico gracias a los acuerdos comerciales. La Administraci¨®n del socialista Ricardo Lagos replica que, en conjunto, consumidores y empresas se ver¨¢n favorecidos debido al menor precio de las importaciones, por lo que el alza de impuestos persigue compartir los beneficios de estos acuerdos. Con un Congreso donde el oficialismo cuenta con exiguas mayor¨ªas y enfrentando dificultades para alinear a sus parlamentarios, el resultado del proyecto tributario es incierto.
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