Haciendo afici¨®n

Con treinta y cinco grados a la sombra en pleno mediod¨ªa qu¨¦ mejor cosa, si se est¨¢ en la plaza de Oriente, un domingo del mes de junio, que meterse en el Real con los ni?os. No parecieron aburrirse ni tampoco dieron la lata: un par de llorones a los que hubo que sacar de la sala y poco m¨¢s.

En Pedro y el lobo s¨ª apareci¨® el famoso, el actor Roberto ?lvarez. Con una orquesta muy bien llevada por Josep Caball¨¦-Domenech, ?lvarez fue un buen narrador, aunque por momentos los chavales no acabaran de escucharle con claridad. Y ah¨ª, en la claridad no tanto de audici¨®n como de exposici¨®n, puede estar el quid de estas cosas, en no darlas tal cual, sino en explicarlas antes, en que los ni?os no tengan que preguntar "?Qu¨¦ ha dicho?", y mientras alguien le responde "Que la flauta es el p¨¢jaro" ya no puedan o¨ªr que el gato es el clarinete. Se har¨ªa m¨¢s largo pero ser¨ªa m¨¢s ¨²til. El aficionado se va formando a medida que entiende lo que oye y, como en las matem¨¢ticas, ning¨²n paso es in¨²til. Que se lo digan, si no, a tantos padres para los que estos conciertos son su propio bautismo musical.