Servicio social a la intemperie
SOS Racismo atiende en la calle en Vitoria desde hace cien d¨ªas
El jueves pasado, un d¨ªa m¨¢s desde el 11 de marzo, SOS Racismo abri¨® su oficina al aire libre en la plaza de la Virgen Blanca para atender las demandas de los inmigrantes que llegan a Vitoria. Desde que se inund¨® de agua y barro su sede oficial en el casco viejo de la ciudad, por la rotura de una tuber¨ªa de la red municipal, esta ONG ofrece sus servicios de manera gratuita a pleno sol, en una de las primaveras m¨¢s calurosas de los ¨²ltimos decenios, con temperaturas superiores a los 35?. Hasta el momento, ninguna instituci¨®n ha prestado a SOS Racismo un local temporal para que mantenga su actividad bajo cubierto.
La organizaci¨®n decana entre las que ayudan a las miles de personas que llegan a Espa?a en busca de un presente mejor se qued¨® sin instalaciones en la capital alavesa hace 100 d¨ªas. La historia de 15 a?os de trabajo en contra de la discriminaci¨®n racial, los expedientes de 4.632 personas que han tramitado con esta asociaci¨®n sus papeles, son hoy m¨¢s que nunca papel mojado.
La oficina provisional que han montado se encuentra a 50 metros del Ayuntamiento de Vitoria. En estos tres meses largos, ni el alcalde, Alfonso Alonso, ni ninguno de sus concejales se han acercado por la plaza.Es m¨¢s, el d¨ªa en que se refugiaron bajo los arcos de la casa Consistorial, la Polic¨ªa Municipal les oblig¨® a retirar la mesa y las sillas y a dispersar la cola de inmigrantes. En este tiempo, unas mil personas han solicitado informaci¨®n y se han abierto 280 expedientes.
Y eso que en Vitoria, ciudad que fue modelo de integraci¨®n, no faltan servicios p¨²blicos de atenci¨®n al inmigrante. Sencillamente, como sabe cualquiera que llega de fuera de la Uni¨®n Europea, SOS Racismo no ejerce la burocracia pura y dura. Por ejemplo, es la ¨²nica que tramita la simple gesti¨®n del empadronamiento (uno de los primeros pasos para acceder a la ciudadan¨ªa) sin poner trabas. Como ocurr¨ªa en la inutilizada sede de la calle Zapater¨ªa, la escena se repite ahora en la c¨¦ntrica plaza, los lunes, martes y jueves, de 12 a 16 horas.
Decenas de sin papeles de los cinco continentes, con dificultades para comprender la cambiante y cada vez m¨¢s estricta legislaci¨®n espa?ola o, simplemente, en busca de un traductor, esperan esta atenci¨®n gratuita y, sobre todo, eficaz.
"Nosotros no somos boy scouts, en busca de la buena acci¨®n del d¨ªa, como se cree el Ayuntamiento. Tenemos clara nuestra responsabilidad legal y la gravedad de la p¨¦rdida de la historia de miles de personas que ten¨ªan nuestros archivos, sin olvidar la precariedad en la que se encuentran los ¨²ltimos expedientes, ya que ni siquiera tenemos un lugar donde archivarlos. De momento, est¨¢n en nuestros domicilios", denuncia Federico Garc¨ªa, portavoz de la ONG en ?lava.
Esta precariedad va acompa?ada de la escasez de recursos econ¨®micos, por decirlo de una manera amable. SOS Racismo de ?lava debe afrontar la hipoteca mensual de 1.000 euros de su antiguo local, cr¨¦dito que se consigui¨® gracias a avales de las propiedades de los socios. En una c¨¦ntrica fotocopister¨ªa tienen una cuenta abierta con una deuda de 7.800 euros, ya que a los inmigrantes no se les cobra un euro.
De momento, el ¨²nico gesto ha venido de la Diputaci¨®n de ?lava, que ha asumido la deuda de la Seguridad Social de la ¨²nica persona que est¨¢ contratada con un adelanto de la subvenci¨®n anual de esta instituci¨®n, que cubre el 30% de los gastos. El Ayuntamiento, presunto responsable de la inundaci¨®n (mientras las aseguradoras resuelven el caso), ni aparece. La flamante Direcci¨®n de Inmigraci¨®n del Gobierno vasco, con el ciudadano de Benin (?frica) Omer Oke al frente, s¨®lo ha aportado buenas palabras, al igual que la Oficina del Ararteko, el Defensor del Pueblo vasco. Al menos, hasta la fecha.
"Estamos cubriendo de manera voluntaria un sector abandonado por las instituciones", recuerda Federico Garc¨ªa. "M¨¢s de un responsable institucional nos ha dicho que lo dejemos. Pero esa no es la soluci¨®n. Nuestra labor es la prevenci¨®n de conflictos; adelantarnos a los enfrentamientos entre la poblaci¨®n aut¨®ctona y la inmigrante, conseguir que los que viene de fuera gocen de los derechos y cumplan con los deberes que ofrece el sistema".
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