"El paisaje mejora con la geometr¨ªa"
Javier Manterola, catedr¨¢tico de Puentes en la Escuela de Madrid, es reconocido por sus compa?eros de profesi¨®n como un baluarte t¨¦cnico frente a la confusi¨®n que ha supuesto en el mundo de la ingenier¨ªa espa?ola la irrupci¨®n de Santiago Calatrava, manteniendo en sus creaciones el rigor cient¨ªfico aun cuando la influencia formal que aqu¨¦l le ha producido en los ¨²ltimos a?os es innegable. T¨ªmido en el trato personal, Manterola es un hombre de su tiempo, que trata de asumir la complejidad actual mediante la exploraci¨®n sobre las tipolog¨ªas de puentes y pasarelas a las que, en cada obra, trata de introducir un nuevo juego estructural, un avance t¨¦cnico.
PREGUNTA. El fundador de su estudio, Carlos Fern¨¢ndez Casado, planteaba que la obra del hombre ten¨ªa que surgir de un gasto material y energ¨¦tico m¨ªnimo. La ingenier¨ªa de los ¨²ltimos a?os parece m¨¢s una fiesta visual que una obra t¨¦cnicamente perfecta y m¨ªnima. ?C¨®mo ve usted las ideas de Fern¨¢ndez Casado hoy d¨ªa?
"A m¨ª me interesan los puentes que te acogen, que crean un espacio dentro"
RESPUESTA. Conozco bien ese pensamiento de Fern¨¢ndez Casado, pero no lo comparto. Es un pensamiento que se produce en pleno racionalismo. Y ¨¦l lo sostiene toda su vida, como una ¨¦tica del comportamiento que se plasm¨® en los puentes de altura estricta -una parte muy importante, a mi entender, de su obra-, pero creo que es un pensamiento de posguerra. Cuando se plante¨®, entre otras cosas, se viv¨ªa en el m¨¢s estricto racionamiento. Creo que me inscribir¨ªa m¨¢s en lo que es la tradici¨®n de la ingenier¨ªa de siempre, es decir, la del siglo XIX y del XX, que es muy buena y ha generado todo un universo formal bas¨¢ndose en las estructuras, y en las t¨¦cnicas, a las que se aplica la ciencia. La manera de construir de los ingenieros en estos dos siglos transforma la arquitectura y la construcci¨®n de arriba abajo, con todo su mundo formal. Y eso lo hace el ingeniero muy desde su propia introspecci¨®n, plante¨¢ndose problemas cient¨ªficos e intentando resolverlos. Yo trato de desarrollar esa ingenier¨ªa del siglo XX con los m¨¦todos actuales hasta que aparezcan nuevos materiales que proporcionen nuevas formas. Pero estoy muy lejos de esa ¨¦tica m¨ªnima, del consumo m¨ªnimo, de la m¨ªnima perturbaci¨®n de la naturaleza. Creo que hay pocas cosas m¨¢s bonitas que una carretera en el paisaje, si est¨¢ bien trazada. Introducir geometr¨ªa en un paisaje es a veces formidable. No desaparecer ni esconderse. El paisaje cambia y mejora con la geometr¨ªa, si es buena. Es el t¨ªpico ejemplo de yo no busco, sino encuentro. Querer desaparecer es un planteamiento intelectual, y sin duda lo ten¨ªa Fern¨¢ndez Casado con el tema de los puentes estrictos, pero hay que mirarlo en ese contexto temporal. Sus puentes son excelentes, pero yo creo que hay que dejarlos ah¨ª, como una manifestaci¨®n de su tiempo. Creo que no se deben copiar y cuando se copian ahora se hacen mal porque no responden al esp¨ªritu de su ¨¦poca. Yo he criticado mucho ¨²ltimamente el concepto de verdad estructural, y esa especie de m¨ªstica que se montaron los ingenieros consigo mismos. Ese se?or suficientemente riguroso, inteligente y humilde que acabar¨¢ descubriendo la esencia de la verdad estructural. Eso no tiene sentido para m¨ª. En su d¨ªa lo tuvo, pero ahora no.
P. Usted habla en sus escritos de la "objetualizaci¨®n" del puente, de su p¨¦rdida de esencia como elemento puramente t¨¦cnico. ?C¨®mo se aplica este concepto a su obra y a la creaci¨®n de puentes hoy?
R. Construir para m¨ª tiene mucho significado. Construir es ordenar una cosa al lado de otra, es ir formando un cuerpo por un proceso. En cambio, el objeto parece que es una cosa que se compra y se pone encima, no pertenece al lugar, est¨¢ descontextualizado. A mis alumnos les digo que no s¨¦ si se deben dedicar a construir puentes, porque es muy probable que dentro de pocos a?os los puentes se compren como las neveras. Ya casi es as¨ª, por lo menos en lo que se refiere a los puentes peque?os. A un prefabricador le encargan 20 puentes de 30 metros de luz para pasar autopistas, y las preguntas son: ?para cu¨¢ndo?, ?c¨®mo te los monto?, etc¨¦tera; ¨¦se ser¨ªa el trato. Con esto quiero decir que es un objeto como otro cualquiera, que se compra y se coloca. Los grandes puentes no son a¨²n objetos porque la tecnolog¨ªa industrial no ha llegado a ellos. Con las grandes luces aparece la verdadera ingenier¨ªa, que sobrepasa los problemas est¨¦ticos o de cualquier otro tipo. Luces de 100, 150 o 200 metros son hoy luces normales. En fin, a partir de 150 ya tiene alguna complicaci¨®n m¨¢s, pero imag¨ªnate 1.000 o 2.000 metros de luz. El problema resistente ya es tan importante que no puedes introducir formas, ni planteamientos est¨¦ticos, sino que su resoluci¨®n es a base de ciencia pura y dura. Ahora bien, cuando vas rebajando estas luces, vas rebajando el problema estructural, y llega un momento en que el problema de la resistencia es como el de una silla. El c¨¢lculo de la estructura de la silla es un proceso muy complicado, pero como no viene a nada, en caso necesario, ponerle una escuadrilla, o un poco m¨¢s de madera, pues el problema estructural desaparece y se convierte en objeto. Por ejemplo, yo creo que la obra de Calatrava est¨¢ basada en eso. No piensa en la resistencia. Hace objetos que gustan o no gustan, eso ya es otro tema, pero son objetos. ?l no se plantea lo resistente como problema fundamental a resolver, para crear formas nuevas. Yo creo que estos problemas estructurales y t¨¦cnicos s¨ª me los planteo en mis puentes.
P. En los ¨²ltimos concursos de puentes en Londres o Par¨ªs ha habido una participaci¨®n muy importante de artistas y arquitectos. ?C¨®mo ve el futuro en este sentido?
R. El futuro va a ir por el trabajo en equipos multidisciplinares. Ahora mismo es cierto que cuando se plantea alg¨²n concurso internacional de puentes tambi¨¦n participan arquitectos y artistas. Pero los arquitectos suelen estar en obras muy urbanas, generalmente son puentes con poco atractivo para los ingenieros porque no tienen un vano suficientemente grande. Para los ingenieros la est¨¦tica empieza a configurarse a trav¨¦s de un mensaje muy cient¨ªfico, muy estricto, como puede ser el de los aviones o los barcos, donde la estructura da las formas con naturalidad. Cuando el puente pierde tensi¨®n estructural, tambi¨¦n empieza a perder tensi¨®n formal, y es entonces cuando los arquitectos y los artistas empiezan a tomar parte en los concursos, con una capacidad formal mucho m¨¢s educada que la de los ingenieros. Hay que sufrir la presencia de Calatrava, o que Foster haga esa pasarela en Londres. Hay que sufrir una serie de cosas porque nosotros estamos ahora apaciguados en ese sentido, y sin embargo siempre estamos mirando qu¨¦ va a pasar con los nuevos materiales, de los que saldr¨¢n formas aut¨¦nticas. Tambi¨¦n dentro de la ingenier¨ªa se pueden hacer puentes est¨¦ticamente buenos, pero usando tus propias capacidades para adecuarlas al planteamiento formal. Creo que la ingenier¨ªa tiene que ver con la escultura, y ahora tengo bastantes ganas, y me est¨¢n invitando a hacer esculturas. Son dos mundos muy pr¨®ximos porque en los puentes la funci¨®n es muy elemental. A m¨ª me interesan los puentes que te acogen, que crean un espacio dentro.
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