M¨¢s bajas por estr¨¦s que de maternidad
Cuando a Cristina Sope?a, de 38 a?os, la nombraron directora de Recursos Humanos de la compa?¨ªa del Metro de Madrid, estaba en pleno embarazo. "Y mis jefes eran todos hombres", apostilla. Su caso es el ejemplo de que el periodo de gestaci¨®n ya no es un obst¨¢culo para que se contrate a las mujeres, e incluso para que se les asignen puestos de responsabilidad. Pero como ella reconoce, a¨²n es una excepci¨®n, porque queda mucho camino hasta que se deje de vincular embarazo y absentismo de las empleadas, a pesar de las estad¨ªsticas.
Los permisos que toman las ejecutivas espa?olas por maternidad son tres veces menos frecuentes que las bajas por estr¨¦s, afecci¨®n que no es exclusiva de su g¨¦nero. As¨ª lo constata el estudio Valores femeninos en la empresa, realizado por la profesora Nuria Chinchilla, del IESE Business School de la Universidad de Navarra, el primero que se realiza en Espa?a enfocado en las mujeres que ocupan altos y medios cargos en empresas que operan en el pa¨ªs. "En ¨¦l est¨¢n representadas mujeres de todo tipo", indica. "Con este informe, lo que busc¨¢bamos era saber qu¨¦ aportan ellas a la empresa", indica. "Y es curioso, porque tienen muy claro cu¨¢les son sus prioridades [un 68% dice tomar sus decisiones profesionales de forma que prime el equilibrio entre la vida personal y la profesional], pero luego se vuelcan en el trabajo y dedican poco a la familia, como los hombres, tradicionalmente".
Belinda Cast¨¢n: "En unos a?os, la empresa que no tenga directivas tendr¨¢ que asumir un factor de obsolescencia similar al de no renovar los equipos inform¨¢ticos"
'Doble jornada'
La encuesta, entre otras cosas, se?ala que frente a un 22% de directivas que toman permisos de maternidad, un 65% pide la baja por motivos de salud. Chinchilla precisa que detr¨¢s est¨¢ el estr¨¦s provocado por que casi todas simultanean su profesi¨®n con el trabajo en el hogar -la famosa doble jornada- y que esa carga se somatiza de diferentes maneras. "Las empresas todav¨ªa est¨¢n organizadas para los hombres, y eso crea una fuerte presi¨®n sobre las ejecutivas", asegura.
"Es un mito que las mujeres por los embarazos trabajen menos", corrobora Ana Mar¨ªa Llopis, directora del mercado de finanzas de Indra y una de las pocas espa?olas que pertenecen a un Consejo de Administraci¨®n, en su caso de dos multinacionales. "En las estad¨ªsticas de la Uni¨®n Europea tambi¨¦n aparecen en los ¨²ltimos puestos sobre bajas las de maternidad". Adem¨¢s, asegura, los hombres faltan con m¨¢s frecuencia a sus trabajos: "Son m¨¢s hipocondr¨ªacos, m¨¢s sensibles, y con una simple fiebre ya se quedan en casa".
Llopis explica que a lo largo de su carrera ha contratado a siete mujeres que estaban en plena gestaci¨®n: "Lo hago por lo que tienen en la cabeza, no por su embarazo", precisa.
Uno de los factores m¨¢s importantes del estr¨¦s de las ejecutivas es la infraestructura que deben montar en el hogar para el cuidado de los hijos y de la casa. "No hay mujer que no tenga problemas cuando, mientras trabaja, falla la persona con la que cuenta para ocuparse de la casa o cuando los hijos se ponen enfermos y no tiene quien los cuide", asegura Sope?a, que se re¨²ne peri¨®dicamente con otras directoras de Recursos Humanos.
En ese sentido, ella sostiene que las mujeres que ahora tienen entre 30 y 40 a?os se enfrentan a un nuevo problema, cada vez m¨¢s generalizado: la carrera profesional las ha llevado a retrasar la edad de tener hijos, y ahora, en un momento en el que recogen los primeros frutos de su esfuerzo, se encuentran con que deben ocuparse de los hijos, y tambi¨¦n, de los primeros problemas de tener unos padres mayores. "Es un factor de estr¨¦s important¨ªsimo", asegura.
Eso avala otra de las conclusiones del estudio, que las mujeres solas no llegan: el apoyo del marido -un 76% de las encuestadas est¨¢n casadas o viven en pareja- es fundamental. ?l es responsable del mayor apoyo emocional, en un 74%; del apoyo profesional, en un 58%, y del educativo respecto a los hijos, en un 66,50%. S¨®lo queda en el segundo puesto en el apoyo dom¨¦stico: un 45%, frente al 87% que ocupan los empleados del hogar.
"Cualquier mujer que rinde tiene que ver que no se puede ir sola. O la pareja entiende tu compromiso, o no se llega a ning¨²n lado", apunta Nuria Chinchilla.
As¨ª lo ve tambi¨¦n Carina Szpilka, de 34 a?os, directora comercial y de Atenci¨®n al Cliente de ING Bank. "Mi marido fue el primero que me dijo: 'No te equivoques, no dejes de trabajar, porque t¨² eres feliz haci¨¦ndolo'. ?l me ha ayudado a buscar las f¨®rmulas necesarias", asegura.
Otra de las conclusiones del estudio es que las ejecutivas valoran mucho la flexibilidad de las empresas. Hasta el punto de que la movilidad profesional est¨¢ estrechamente relacionada con ella. Un 40% de las encuestadas cambi¨® de empleo -a otra empresa o para crear su propio negocio- por la imposibilidad de compatibilizar su profesi¨®n con su vida personal.
Szpilka explica que en su empresa no existe una pol¨ªtica rigurosa sobre ello, pero, dice, "lo que tenemos es mejor: una flexibilidad orientada a los objetivos, sea el trabajador hombre o mujer". As¨ª, el trabajo se marca por tareas y no por presencia horaria. Adem¨¢s, parte del sueldo es variable, con lo que se compensa que la flexibilidad se pueda traducir en un aumento de las horas. "A las 20.00 hay mucha actividad en la oficina. Pero muchas son madres que han entrado a las 11.00, para poder llevar a sus hijos al cole, o que al mediod¨ªa estaban en casa con ellos", dice.
Belinda Cast¨¢n es un ejemplo de profesional que, tras pasar por diferentes puestos en el Grupo Telef¨®nica, en Banesto o en el Ministerio de Medio Ambiente, ha creado su propia firma de relaciones p¨²blicas. "Me apetec¨ªa este desaf¨ªo vital. No tienes que depender de decisiones que se viven como arbitrarias y que no est¨¢n en funci¨®n de tu desarrollo personal", cuenta sobre su nueva independencia.
Sobre el papel de las mujeres en la empresa es rotunda. "Hemos asumido unas reglas espantosas. La mujer vive la profesi¨®n como un proyecto vital global, y eso hace que no le importe llamar desde casa, pero su aportaci¨®n se mide con est¨¢ndares muy falsos y poco matizados", sostiene. Sin embargo, no le cabe duda de que su presencia ir¨¢ a m¨¢s: "En unos a?os, la empresa que no tenga mujeres en puestos directivos tendr¨¢ que asumir un factor de obsolescencia similar al de no renovar los equipos inform¨¢ticos". Algo impensable.
Las mujeres no superan el 5% de los consejos de administraci¨®n
EN LOS CONSEJOS de administraci¨®n de las 300 mayores empresas espa?olas, las mujeres apenas suponen un 4,6%, seg¨²n el Informe 2002 de Corporate Women Directors International. Es decir, que de los 2.486 miembros de esos consejos que hab¨ªa el a?o pasado, s¨®lo 115 eran mujeres. Y m¨¢s a¨²n, un 75% de esas empresas no ten¨ªa ninguna. Entre estas ¨²ltimas est¨¢n las 10 primeras empresas espa?olas con mayores ingresos -Repsol, Telef¨®nica, Endesa, Telef¨®nica Internacional, Compa?¨ªa Espa?ola de Petr¨®leos, El Corte Ingl¨¦s, Altadis, Renault Espa?a, Iberdrola y Centros Comerciales Carrefour, seg¨²n Fomento de la Producci¨®n 2001-, donde no hay ni una sola consejera.
"Estas empresas producen una amplia gama de productos y servicios, muchos de los cuales dependen del consumo femenino", apostilla el informe.
"La situaci¨®n actual es igual, todav¨ªa muy por debajo de los hombres", asegura Ana Mar¨ªa Llopis, consejera de dos multinacionales con sede en la City londinense -Reckitt Benckiser (l¨ªder de productos higi¨¦nicos y de limpieza como Woolite, Veed o Elena) y la British American Tobbaco, titular de marcas como Lucky Strike-, pero de ninguna espa?ola. "Eso hace que una parte muy alta del producto interior bruto est¨¦ gestionada exclusivamente por hombres", sostiene.
En su opini¨®n, esta situaci¨®n se produce porque la selecci¨®n de consejeros se hace en Espa?a de forma end¨®gena, mientras que en otros pa¨ªses, como el Reino Unido o Alemania, se buscan candidatos independientes, incluso a trav¨¦s de empresas especializadas (headhunters). "En Espa?a cuesta much¨ªsimo pensar en una mujer para ocupar esos puestos. Pero yo creo que hay muchas mujeres preparadas. Ahora mismo soy capaz de hacer una lista con 40 nombres que podr¨ªan ser perfectamente candidatas", asegura. "En 10 o 15 a?os estaremos ah¨ª".
"Yo creo que esto es una gran revoluci¨®n discreta, no silenciosa, que avanza imparablemente", asegura tambi¨¦n Belinda Cast¨¢n, que ha desarrollado su carrera en importantes empresas espa?olas. "Todav¨ªa queda por rebasar el momento en el que haya una masa cr¨ªtica suficiente de mujeres en puestos de poder. Porque las que hoy los ocupan son ejemplares, pero todav¨ªa no significativas", a?ade.
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