Hist¨®rica derrota del sindicato metal¨²rgico en Alemania del Este
IG Metall anula la huelga tras 4 semanas sin lograr sus objetivos
El sindicato metal¨²rgico e industrial alem¨¢n IG Metall sorpresivamente anunci¨® ayer que a partir del lunes desconvocar¨¢ la huelga que durante las ¨²ltimas cuatro semanas manten¨ªa paralizada buena parte de la industria en la antigua Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA). La ¨²ltima ocasi¨®n en la que el IG Metall desconvoc¨® una huelga sin lograr sus objetivos fue en 1954.
Su exigencia hab¨ªa sido introducir en el metal de Alemania del Este las 35 horas de trabajo semanales, usuales ya en el oeste del pa¨ªs. El sindicato ahora intentar¨¢ negociar empresa por empresa, y esta renuncia a un convenio colectivo para todo el sector hace a¨²n m¨¢s implacable su derrota.
"La amarga verdad es que la huelga ha fracasado", tuvo que admitir ayer por la ma?ana Klaus Zwickel, el veterano l¨ªder sindical que en octubre pr¨®ximo entregar¨¢ su cargo de presidente del IG Metall, organizaci¨®n que cuenta con 2,64 millones de afiliados, con tendencia decreciente. Pese a negociar hasta la madrugada de ayer, patronal y sindicato no hab¨ªan llegado a un acuerdo sobre c¨®mo reducir las actuales 38 horas de trabajo semanales hasta las 35 horas introducidas hace ya a?os en el oeste del pa¨ªs. Ambas partes estaban de acuerdo en que este cambio deb¨ªa de ser gradual y permitir un margen de flexibilidad a las empresas. Lo que la patronal no quiso aceptar, sin embargo, fue que se le pusiera plazo fijo a este proceso, hasta 2009 o 2011.
Trece a?os despu¨¦s de la reunificaci¨®n del pa¨ªs, la productividad en la antigua RDA a¨²n se encuentra bastante por debajo de la del Oeste. A juicio de la patronal y de casi todo los expertos, ello impide igualar los sueldos y las horas de trabajo en ambas partes del pa¨ªs. Pese a ello y en contra de varias advertencias internas, entre ellas una del mismo Zwickel, la direcci¨®n del IG Metall crey¨® poder imponer su exigencia recurriendo a la huelga. Con el avance de la protesta, no obstante, fue aumentando la indignaci¨®n en momentos en los que la econom¨ªa alemana est¨¢ en recesi¨®n y enfrenta la severa competencia de los bajos costes salariales de Europa del Este.
Primero protestaron los empresarios, que incluso llegaron a valerse de helic¨®pteros para transportar esquiroles a sus f¨¢bricas, despu¨¦s los pol¨ªticos, incluido el Gobierno del canciller socialdem¨®crata, Gerhard Schr?der, y al final hasta los mismos sindicalistas. As¨ª, comit¨¦s de empresa muy afines a IG Metall, como el de la automovil¨ªstica DaimlerChrysler, terminaron de rechazar la protesta, que ya estaba conduciendo a que fabricantes como BMW y Volkswagen tambi¨¦n en el oeste del pa¨ªs dejaran de construir coches por falta de componentes. "Queda la pregunta de si se evalu¨® correctamente la situaci¨®n al convocar la huelga", sintetiz¨® ayer Zwickel.
Negociaci¨®n en empresas
El IG Metall pretende ahora negociar convenios empresa por empresa, una estrategia que ya hab¨ªa comenzado a ensayar en las ¨²ltimas semanas. "Por lo pronto, nos despedimos de los convenios sectoriales para toda la regi¨®n", constat¨® J¨¹rgen Peters, sucesor designado de Zwickel. Los convenios sectoriales para toda una regi¨®n desde hace d¨¦cadas son parte constitutiva de las relaciones laborales en Alemania. Su gran ventaja es que evitan a las empresas cargar ellas solas con las siempre delicadas negociaciones salariales.
Las consecuencias de desprenderse de los convenios sectoriales, sin embargo, pueden ser enormes y, significativamente, ayer fue el presidente de la patronal metal¨²rgica, Martin Kannegiesser, el primero en defender este modelo. "El humo de esta batalla se esfumar¨¢ y entonces nos acordaremos de las ventajas de los convenios sectoriales", dijo.
La derrota pone tambi¨¦n en tela de juicio el liderazgo del IG Metall. El encargado de dise?ar la estrategia de la huelga fue Peters y su designaci¨®n como presidente a¨²n tendr¨¢ que ser refrendada por el congreso sindical en octubre. L¨ªder sindical a la vieja usanza, intransigente y duro, Peters se hab¨ªa hecho con la candidatura por encima del m¨¢s moderado Berthold Huber. Ahora no se descarta que su elecci¨®n pueda correr peligro en octubre.
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