La Larga Marcha (en marcha corta)
Tres intensos d¨ªas de festival motero culminaron el domingo con un espectacular desfile por la ciudad en el que participaron miles de personas. El Open Road Tour, denominaci¨®n oficial del aquelarre harlysta, ha atra¨ªdo a numerosos visitantes al anillo ol¨ªmpico de Montju?c. Un sitio para pasear, ver, mirar, exhibir y ser exhibido. Adem¨¢s de piel, humana y vacuna, tatuada y sin marcar, tambi¨¦n mucho metal en exposici¨®n. Un grupo de modelos mec¨¢nicos, en una de las carpas del Expo Hall, nos deja a los amantes de la historia del motociclismo ah¨ªtos de satisfacci¨®n: un siglo de Harley-Davidson, desde sus or¨ªgenes hasta la actualidad, reflejado en las m¨¢quinas m¨¢s representativas. La Celebrity Bike Display se queda algo corta: una FHC que perteneci¨®, seg¨²n parece, a Elvis Presley, una Electra Gilde del rockero Bon Jovi, y se acab¨®.
La fiesta termina con un desfile, y el rect¨¢ngulo entre Montju?c, Gran Via, Marina y el frente costero se convierte en el 'Harleixample'
Las demostraciones acrob¨¢ticas del especialista Craig Jones son seguidas por una legi¨®n de espectadores. El se?or Jones dedica tanto esfuerzo a mostrar c¨®mo puede comerse en 15 minutos el neum¨¢tico trasero de una Buell (un modelo especial de Harley, superdeportivo y ultrapotente) a base de arriesgadas maniobras, como a averiguar si el publico se lo pasa bien grit¨¢ndole cada cinco minutos "Are you really having serious fun?"; lo mismo, para entendernos -apelo aqu¨ª a cierto esp¨ªritu generacional- que el televisivo "?C¨®mo est¨¢n ustedeeeees?", pero chillado por un showman de Alabama.
A algunos les cuesta un poco aclararse. Un grupo de moteros intenta desentra?ar las indicaciones del programa y toma al cronista, de cuyo cuello cuelga una identificaci¨®n que le acredita como media, por miembro de la organizaci¨®n. "?Habla espa?ol?". El folleto Barcelona Event Guide est¨¢ todo en ingl¨¦s, pero su mapa de s¨ªmbolos se dir¨ªa a prueba de monoling¨¹es. "Es que somos castellanohablantes". Ya. Eso de Live to ride, ride to live en tu camiseta, ?qu¨¦ significa? "Bueno, esto... no s¨¦, algo de Harley ?no?".
El harlysmo viene a ser como una confesi¨®n religiosa en la que coexisten variadas ordenes y credos. El t¨®pico ultrapatriota yanqui, el skin que flirtea con el rollo nazi, el hippy sobre ruedas, el hortera forrado, el customizador extremo y diversos subtipos. Todos est¨¢n presentes en la conmemoraci¨®n -un sitio para comprar, tambi¨¦n- y hacen cola durante horas para que alg¨²n miembro de la familia Davidson les estampe su firma en un art¨ªculo, como una camiseta, una gorra, un dep¨®sito incluso (pero eso s¨ª, "only one item per person, please"). As¨ª pueden tener su personal reliquia y mostr¨¢rsela a sus hijos y a sus nietos.
La fiesta termina con un desfile, y el rect¨¢ngulo formado por Montju?c, Gran Via, Marina y el frente costero se convierte en el Harleixample. En cabeza, una decena de harleys de la Escolta Real: despu¨¦s, Willie G. y otras patums. Harlystas alemanes, italianos, franceses, holandeses, alemanes, belgas, ingleses y escoceses sobre harleys de todos los colores, tama?os, formas y estilos, hasta desnaturalizadas en trikes, estos aparatos de tres ruedas que combinan la parte delantera (horquilla, manillar, dep¨®sito y asiento) de la Harley con un tren posterior y motor de... Volkswagen. Y dentro de una heterodoxia tolerada ah¨ª est¨¢ Jos¨¦ Antonio Montes, papa del harlysmo hist¨®rico-catal¨¢n, desfilando ufano sobre su bella Indian colorada.
Todav¨ªa est¨¢n saliendo motos de la avenida de Maria Cristina y ya hay muchas que suben hacia Miramar. Para llegar a la curva que divide la cuesta y poder hacer fotos tengo que meterme en la caravana. Algunos harlystas me miran mal, tal vez porque s¨®lo tengo un cilindro -en la moto- aunque eso s¨ª, bien tieso. Un se?or me grita "?Ol¨¦ tu Sanglas!". M¨¢s motoristas espont¨¢neos se han sumado a la marcha con m¨¢quinas no precisamente americanas: scooters japoneses fabricados en Esplugues, cl¨¢sicas dos tiempos catalanas, graves boxers alemanas de todas las edades, ciclomotores trucados a tope y trails de variado pelaje. La gente vitorea todo lo que desfila, sean moteros en Harley, cantantes de operaciones triunfales, reyes -tanto magos como constitucionales- en cabalgata o periodistas apresurados. Debe ser un acto reflejo.Yo desfilo, t¨² me aplaudes, salimos en los medios y ¨¦sa es la noticia del d¨ªa. En primera. La Larga Marcha.
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