18 a?os de c¨¢rcel por matar a un aparcacoches para quedarse con las propinas

La muerte ten¨ªa un precio. Muy peque?o. Tanto como las exiguas propinas que lograba Mohamed Hassan Aissi en su precario trabajo de vigilante de un aparcamiento no reglado en los jardines de Josep Carner, junto al paseo de Montju?c de Barcelona. En una furgoneta estacionada en ese solar dorm¨ªa Hassan, el Palestino, la noche del 16 de noviembre de 2000, cuando dos conocidos le propinaron una "brutal paliza". Luego le dispararon cinco tiros, uno de ellos en la cabeza, cuando "se encontraba totalmente indefenso, ca¨ªdo en el suelo". A continuaci¨®n cargaron su cuerpo en un veh¨ªculo, le propinaron ocho pu?aladas y "encontr¨¢ndose el mismo ya cad¨¢ver, lo lanzaron al pantano de Foix".

Los espeluznantes entrecomillados est¨¢n extra¨ªdos de la sentencia dictada ayer por la Audiencia de Barcelona que condena a sendas penas de 18 a?os de prisi¨®n por asesinato a Antonio Serena S¨¢nchez y Francisco Javier Mosquera M¨²?iz. La sentencia ocupa 21 p¨¢ginas y en tres ocasiones afirma el tribunal de la Secci¨®n Tercera que no ha podido concretarse el m¨®vil del crimen. Pero la tesis del fiscal, que no se refleja en la resoluci¨®n, es que ¨¦ste no fue otro que unas propinas. Las que obten¨ªa el Palestino como vigilante de ese aparcamiento alegal, una de esas zonas de la ciudad cada vez menos frecuentes en las que se estacionan los veh¨ªculos al aire libre y se abona una simb¨®lica propina a la persona que indica d¨®nde estacionar.

La fecha de la muerte

El cuerpo no fue hallado hasta el 26 de diciembre de 2000, 40 d¨ªas despu¨¦s de producirse el crimen, y la pistola nunca se encontr¨®. Pero la bala hallada en el cad¨¢ver y la recogida en el lugar del asesinato coinciden. La sentencia tambi¨¦n admite que inicialmente los forenses se equivocaron y dijeron que el crimen se hab¨ªa producido, entre 7 y 14 d¨ªas antes de encontrarse el cad¨¢ver. Esa primera apreciaci¨®n se estableci¨® por el estado de putrefacci¨®n que presentaba, aunque un estudio posterior determin¨® que el cuerpo se sumergi¨® al ser acuchillado y que permaneci¨® en una temperatura media de 10 grados. Al ser aguas poco oxigenadas la descomposici¨®n fue m¨¢s lenta, y de ah¨ª el error. Pero al aflorar los "gases propios de la descomposici¨®n" el cuerpo acab¨® flotando.

Los acusados lo negaron todo en el juicio, excepto que conoc¨ªan al Palestino. "Era musulm¨¢n (...) si bien no se ha podido determinar su lugar de nacimiento", afirma la sentencia.