Hermoso y su clonaci¨®n

La clonaci¨®n de Hermoso de Mendoza se llama Sergio Gal¨¢n. Naci¨® en Madrid y tiene 23 a?os. Es verdad que a¨²n est¨¢ lejos el d¨ªa que a Hermoso le llegue la oxidaci¨®n de las espuelas.

Sergio Gal¨¢n, en la suma de los dos toros, super¨® a quien, al parecer, tanto le admira. A su primer ejemplar, de no haber estado tan desacertado con los aceros de rejoneo y de descabellar, posiblemente le hubiera cortado las dos orejas. Esas dos orejas no premiadas lleg¨® a tomarlas en su mano cuando acab¨® de matar a su segundo toro, sexto y ¨²ltimo de la tarde.

?Que cu¨¢les son las diferencias que hay entre Hermoso y Gal¨¢n? Quiz¨¢ que Hermoso consigue torear con la cola del caballo en tanto que Gal¨¢n m¨¢s que torear lo que hace es llegar a que el toro se embeba con las ancas, sin que haya deseo de torear, sino de imantar, o sea, de tener cerca y fijo al toro.

Por fin, despu¨¦s de mucho tiempo en el que Hermoso de Mendoza no ha tenido competidores, ahora este joven jinete empieza a darle la r¨¦plica que los aficionados al rejoneo estaban esperando. En uno y otro caballista se palpa como si sus rejones, banderillas y rosas fueran de plata en vez de acero.

Quiero creer que en los galopes de sus caballos hay un aire nuevo, seco y sonoro. Cierto es que el rejoneo ¨²ltimamente se hab¨ªa vuelto demasiado reiterativo, circense y amorfo, salvo cuando actuaba Pablo Hermoso de Mendoza. De ah¨ª que este aire fresco que trae Diego Gal¨¢n vuelva a hacer que nuestra mirada se llene de gozo y de expectativas. La suerte del rejoneo, por lo tanto, parece ser que retorna con mucha fuerza. Es posible que la madre de esos buenos caballos que atesoran las cuadras de los dos rejoneadores hubieran comido hierba blanca para darles la hermosa leche que tomaron.

Hablando de clonaciones, digamos que Luis Domecq se clon¨® a s¨ª mismo. Con el acero de muerte y el descabello estuvo exactamente igual en un toro que en otro. S¨®lo mejor¨® en cuanto a ejecuciones y alegr¨ªa de estar frente al toro en el cuarto de la tarde. Daba la impresi¨®n de que en el primer toro quiso aliviarse (estar poco entregado) para lucirse en su segundo. Ni as¨ª lleg¨® a calentar a los aficionados.

Aficionados que, tras los caballos, esperan con sumo inter¨¦s la actuaci¨®n de los toreros que a partir de hoy har¨¢n el pase¨ªllo sanferminero.

El chupinazo oficial fue seguido por decenas de cohetes disparados a partir de las doce del mediod¨ªa por los pueblos de los alrededores de Pamplona. Ped¨ªan con la coheter¨ªa que fueran todos hacia la ciudad. A partir de esa se?al, el resto est¨¢ en manos de toros y toreros.