Columna finaliza su colecci¨®n sobre pecados relatados por mujeres
"Si hay que pecar, m¨¢s vale hacerlo a gusto", eso es lo que piensa la escritora Olga Xirinacs (Tarragona, 1936), que ayer present¨® Er¨°tica, el libro dedicado a la pereza dentro de la serie de Columna acerca de los pecados capitales. Xirinacs, junto con Care Santos (ira), Anna Grau (soberbia) y Clara Soley (avaricia), present¨® ayer los cuatro ¨²ltimos vol¨²menes de esta colecci¨®n, que comenz¨® hace un a?o con los libros escritos por Pilar Rahola (lujuria), Maria Merc¨¨ Roca (envidia) e Isabel Olesti (gula).
Son todas escritoras; pero, curiosamente, la mayor¨ªa de ellas eligieron a un hombre como el pecador protagonista de sus libros. "Comenc¨¦ el relato con una mujer como protagonista, pero no acababa de funcionar", explic¨® Anna Grau (Girona, 1967), autora de Endarrere aquesta gent. "La soberbia es uno de los pecados m¨¢s idiotas que existen, porque el soberbio no obtiene ning¨²n beneficio de ¨¦l". Grau recoge la historia de "un catal¨¢n universal" que regresa a su ciudad con la mirada altiva despu¨¦s de haber triunfado en el cine franc¨¦s.
Xirinacs elige al joven M¨¤xim Zuloaga como protagonista de su relato. Se trata de un adolescente que aprende al mismo tiempo los beneficios de permanecer convaleciente y la sensualidad de todos los que le rodean y atienden a sus caprichos. "De los siete pecados capitales, la pereza puede considerarse el menos grave". La escritora considera este pecado "una continuaci¨®n del para¨ªso terrenal" que ya recomendaron "el marxismo o los mismo evangelios", dijo.
La avaricia "antip¨¢tica"
Tambi¨¦n elige Clara Soley (Sabadell, 1967) a un hombre, Ferran Gudiol, como avaro protagonista de su relato Beatus. ?l es un adicto al chocolate y experto en apocalipsis, beatos, la Biblia y los m¨¢rtires. Pero lo que realmente lo convierte en un avaro es su deseo de obtener m¨¢s tesoros de la literatura medieval. Un avaro que vive rodeado de otros avaros y que descubre que comete este pecado como fruto de una herencia familiar. "?ste no es el precisamente el pecado que yo habr¨ªa elegido", explic¨® Soley, que considera la avaricia un pecado "antip¨¢tico".
Por ¨²ltimo, Care Santos (Matar¨®, 1970) realiza un cat¨¢logo de iracundos dentro de la historia con sus Paraules enverinades. "Creo que ¨¦ste es el pecado que las mujeres menos cometemos. Al menos, el que yo menos cometo. La ira es una pasi¨®n violenta del alma que no nos es propia", dijo la escritora. Santos rebusca en la historia y, con humor e iron¨ªa, recrea los episodios b¨ªblicos con la ira como protagonista, vuelve a escribir la vida de los h¨¦roes cl¨¢sicos m¨¢s iracundos, crea el manifiesto sobre las desventajas de la no violencia y propone al lector un test sobre el nivel que alcanza su ira. "Se trata de un cat¨¢logo de enfadados ilustres, un libro divertido pero no banal", explic¨® la autora.
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