El 'mariscal'

En el f¨²tbol argentino hay c¨®digos y se?ales que anticipan a ojos expertos la calidad de lo que se nombra. Si a un defensa argentino los aficionados de su equipo le llaman mariscal y los hinchas de los rivales no discuten ese rango ni la autoridad que otorga la jerarqu¨ªa, pues esa es una marca indiscutible de clase: A Gabriel Milito, de 22 a?os, todav¨ªa le dicen Gaby en casa, pero en el campo es, por presencia y categor¨ªa de jugador, El mariscal.

Para tener idea de lo que el apodo significa la historia remite a m¨¢s de treinta a?os antes: el ¨²ltimo mariscal fue el capit¨¢n de Argentina en los a?os sesenta y setenta, Roberto Perfumo. Ambos parecen unidos ahora por una l¨ªnea de juego que puede trazarse en pocas palabras. Gabriel Milito marca, quita balones, toca y sale jugando siempre seguro, con la mirada al frente. Pone la pierna all¨ª donde haga falta, no se arrruga, tiene ambici¨®n, actitud y ganas. Mide 1,76 y la escasa altura para el puesto de defensa central le rest¨® el m¨¦rito a su capacidad para el juego a¨¦reo. Todav¨ªa hoy la prensa discute si en el nuevo equipo argentino que est¨¢ formando el selecionador, Marcelo Bielsa, el titular debe ser el m¨¢s alto, Coloccini, o Milito. Bielsa no tiene esas dudas, probablemente van a jugar los dos en una l¨ªnea de tres. A¨²n cuando cierra mejor la jugada hacia su pierna izquierda, Milito ya ha ocupado todos los puestos de la defensa.

Su vida y su carrera est¨¢n marcadas por dos golpes duros. La grave lesi¨®n -rotura de ligamentos cruzados de la pierna derecha- que sufri¨® en un partido ante el Rosario, en marzo de 2001, de la que tard¨® ocho meses en recuperarse hasta que volvi¨® a jugar en noviembre de ese a?o, y el secuestro de su padre, Jorge, el 29 de agosto de 2002. A Jorge Milito le secuestraron junto al chal¨¦ familiar, al sur del gran Buenos Aires. Por su rescate se pagaron m¨¢s de 30.000 d¨®lares. Estuvo 18 horas vendado y atado a una cama.

Gabriel fue la columna, el sost¨¦n an¨ªmico, el l¨ªder y el capit¨¢n del Independiente que conquist¨® el torneo Apertura de 2002. Los dos equipos tradicionales de la ciudad de Avellaneda, al sur de la Capital Federal, el Racing y el Independiente, se entrecruzan en la vida de los Milito. Diego, de 23 a?os, es el delantero del Racing. Gabriel, de 22, era el defensa central de Independiente, hasta el pasado fin de semana, cuando en el ¨²ltimo partido frente al San Lorenzo su entrenador, ?scar Ruggeri, le retiro a poco del final. El p¨²blico se puso de pie para despedirle. Todos sab¨ªan ya que era su despedida del equipo que vio nacer al ¨²ltimo Mariscal.