Ian Gibson evoca en la Universidad de Alcal¨¢ los lazos entre Lorca y Rub¨¦n Dar¨ªo

Dos poetas de genio, dos voces de las que todav¨ªa truenan -las de Federico Garc¨ªa Lorca y Rub¨¦n Dar¨ªo- son las que reivindic¨® ayer en la Universidad de Alcal¨¢ de Henares el hispanista Ian Gibson (Dubl¨ªn, 1939). El bi¨®grafo de Lorca recibi¨® ayer un homenaje en sus aulas y disert¨® sobre la influencia del poeta nicarag¨¹ense en el granadino antes de ser designado ayer miembro de honor de la Academia Nicarag¨¹ense de la Lengua. "Federico nace a la poes¨ªa invadido, pose¨ªdo por Rub¨¦n", asegur¨® Gibson, al que los acad¨¦micos centroamericanos quisieron honrar por su trabajo Yo, Rub¨¦n Dar¨ªo, publicada hace dos a?os por Aguilar sobre el autor de Azul.

Hubo admiraci¨®n, pero tambi¨¦n cr¨ªtica por la actitud de Lorca en alg¨²n momento, cuando ¨¦ste no reconoci¨® expresamente la huella que obras de Rub¨¦n como Los raros dejaron en ¨¦l. "Hay escritores que no reconocen sus influencias, y eso es desleal", dijo Gibson. Sin embargo, el de Los raros fue un caso aislado, porque la verdad es que Lorca fue profeta en la tierra de Dar¨ªo hasta cuando a ¨¦ste no le reivindicaban en Argentina. "En un acto con Neruda, al un¨ªsono, los dos se preguntaron c¨®mo era posible que no tuviera una calle, una plaza ni una tienda de rosas en Buenos Aires", asegur¨®.

Los pasos de Rub¨¦n Dar¨ªo fueron seguidos siempre por Lorca, "en su alegr¨ªa, en su fe en el arte y en el individualismo, en su fren¨¦tico carpe diem, en la s¨ªntesis de ambos entre lo cristiano y lo pagano", dijo Gibson, que adelant¨® estar preparando una biograf¨ªa sobre Antonio Machado. Prueba de esa fe de Lorca en Rub¨¦n fueron frases como ¨¦stas: "Su voz fue agua y salitre en el surco del memorable idioma".