Los siameses
El otro d¨ªa llevaron a los tr¨¢nsfugas siameses Tamayo y S¨¢ez al hospital de Singapur donde han operado a las valientes muchachas iran¨ªes Ladan y Laleh Bijani, para intentar extirparles la corrupci¨®n. Pese a que uno lo diga todo y la otra no diga nada, parece que el esc¨¢ner con que se han estudiado sus cr¨¢neos demuestra que los dos pol¨ªticos traidores poseen cerebros independientes, aunque, eso s¨ª, unidos por un muro de cemento, igual que si fueran un par de chalets adosados. Un equipo formado por cinco neurocirujanos, un cirujano vascular y otros seis especializados en reconstrucci¨®n pl¨¢stica, ocho anestesistas, cinco radi¨®logos y un grupo de m¨¦dicos provenientes de Estados Unidos, Jap¨®n, Francia, Nepal y Suiza, a los que se unieron, en calidad de observadores, dos jueces, siete alcaldes, dos promotores inmobiliarios, un arquitecto, diez constructores y una pareja de la Guardia Civil, trabajaron durante m¨¢s de 90 horas en las cabezas de los tr¨¢nsfugas siameses, sin que se sepa, a¨²n, cu¨¢l es el resultado de la intervenci¨®n.
El proceso seguido por los doctores se inici¨® con la apertura de la doble jeta de Tamayos¨¢ez, de la que, seg¨²n hemos podido saber, sali¨® un l¨ªquido oscuro y viscoso, de olor dulz¨®n, al que se quedaban violentamente pegados los zuecos de los m¨¦dicos y las enfermeras, por lo que hubo que avisar a los servicios de limpieza. Tras ese ligero retraso, que fue notable porque la extra?a sustancia deb¨ªa llevar alg¨²n ¨¢cido y corromp¨ªa la materia que tocaba, llegando a horadar, en algunas zonas, el m¨¢rmol del suelo del quir¨®fano, se procedi¨® al derribo del muro que un¨ªa sus cerebros y a la separaci¨®n de la vena que ambos compart¨ªan. La vena original qued¨® en la mitad Tamayo de la cabeza y a la mitad S¨¢ez se le hizo una arteria falsa, fabricada con un fragmento de su propio intestino. Por el momento, el ¨®rgano de la paciente no ha manifestado rechazo alguno.
En lo que respecta a la reconstrucci¨®n pl¨¢stica de los cr¨¢neos, se pudo realizar con trozos de piel donados por varios alcaldes y secretarios del Partido Popular, lo cual, desde luego, no significa nada ni demuestra vinculaci¨®n alguna de esa formaci¨®n con los pacientes, aunque siempre habr¨¢, como siempre, cuatro o cinco malpensados que quieran sacarle punta a la cosa y se dediquen a buscarle tres pies al gato. Hay gente que confunde el altruismo y la buena educaci¨®n con la mezquindad. Los muy desleales.
Seg¨²n algunos testigos presenciales, lo m¨¢s complicado fue afrontar el siguiente paso, consistente en extirparles la corrupci¨®n a los siameses. Dicen que la corrupci¨®n era una especie de cosa de color amarillo y con forma de cangrejo cuyas pinzas no s¨®lo se agarraban ferozmente a los cerebros de ambos tr¨¢nsfugas, sino que mostraban ramificaciones que descend¨ªan hasta el coraz¨®n. En el instante de ser extirpado, el cangrejo ten¨ªa a medio comer una palabra de la que s¨®lo se han podido identificar algunas letras, una ene, dos ces y dos ¨ªes, por lo que se especula que quiz¨¢ se tratara de la palabra "conciencia", aunque ya decimos que eso no son m¨¢s que meras suposiciones. De hecho, desde las filas del PP se asegura que la palabra que estaba a punto de comerse el bicho no es "conciencia", sino "coincidencia", lo cual, en su opini¨®n, lo aclara todo.
El alcance de la operaci¨®n a¨²n no est¨¢ claro, pero hay ciertos s¨ªntomas que llevan a los m¨¦dicos al pesimismo. Parece que en la tarde de ayer la mitad Tamayo de la cosa intent¨® venderle a uno de los m¨¦dicos un bistur¨ª que hab¨ªa robado al cirujano anterior y, esto es lo m¨¢s preocupante, que la mitad S¨¢ez callaba y sonre¨ªa mientras se produc¨ªan los hechos. Las esperanzas, por lo tanto, no invitan a la prudencia, sino al puro fatalismo. El precedente, adem¨¢s, tampoco es muy halag¨¹e?o: como se recordar¨¢, las siamesas iran¨ªes Laleh y Ladan murieron el pasado martes en el hospital de Singapur, al no poder sobreponerse a las diversas hemorragias derivadas de la operaci¨®n. La desaparici¨®n de las j¨®venes ha entristecido al planeta entero y ha sembrado el dolor en su pa¨ªs, Ir¨¢n. "Nuestros dos gorriones", dijo el presidente Jatam¨ª al referirse a la tr¨¢gica p¨¦rdida de Laleh y Ladan, "han dejado al mundo el legado de paciencia y tolerancia que soportaron durante toda su vida". Claro, no hay m¨¢s que o¨ªr eso, paciencia, tolerancia y dem¨¢s, para darse cuenta de que se trata no s¨®lo de problemas y enfermedades muy distintas, sino incluso de especies diferentes. No se puede comparar un gorri¨®n con un buitre.
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