Selecci¨®n adversa
Da mucha alegr¨ªa encontrarte un art¨ªculo period¨ªstico o un trabajo acad¨¦mico en el que se exponga la formulaci¨®n precisa o el respaldo cient¨ªfico de una intuici¨®n o una idea que te ven¨ªa rondando. El viernes pasado, en las p¨¢ginas de Espa?a de este peri¨®dico, cuatro polit¨®logos explicaban en apenas dos folios y medio los pros y contras de los sistemas de designaci¨®n de cargos p¨²blicos. El sistema utilizado por el PSOE recib¨ªa el nombre de selecci¨®n adversa.
"La presencia de malos pol¨ªticos no es casual", argumentaban los polit¨®logos, "sino que responde a un problema de selecci¨®n adversa en los partidos. En teor¨ªa econ¨®mica se habla de selecci¨®n adversa cuando los peores son los ¨²nicos que se ofrecen para participar en un mercado. Esto es lo que sucede, por ejemplo, en las agencias matrimoniales. ?nicamente los menos atractivos del mercado de solteros demandan los servicios de estas organizaciones. En los partidos pol¨ªticos el problema de selecci¨®n adversa se manifiesta en que aquellos que se ofrecen para ocupar cargos pol¨ªticos no son siempre los m¨¢s valiosos".
Si no leyeron el art¨ªculo, les aconsejo que lo busquen. Merece la pena. Comentando este mismo art¨ªculo en la cadena SER, Ram¨®n Vargas-Machuca, catedr¨¢tico de Filosof¨ªa Pol¨ªtica de la Universidad de C¨¢diz y antiguo dirigente del PSOE-A, dec¨ªa que hab¨ªa comenzado a reflexionar sobre las ra¨ªces del descr¨¦dito de los pol¨ªticos el d¨ªa en que un sobrino rechaz¨® la invitaci¨®n que le hac¨ªa para militar en el PSOE: "?Para qu¨¦?, si ah¨ª est¨¢ lo peor de cada familia".
La semana pasada, el diario Sur entrevistaba al nuevo alcalde, andalucista, de un peque?o pueblo malague?o. El hombre, hijo de un marroqu¨ª musulm¨¢n y de una espa?ola, explicaba la incomprensi¨®n con la que algunos familiares hab¨ªan acogido su entrada en pol¨ªtica. "?Para qu¨¦?", le dijo su abuela, "si t¨² no tienes necesidad".
Poco despu¨¦s de la traici¨®n de Tamayo y S¨¢ez, el que fue presidente de la Comunidad de Madrid, Joaqu¨ªn Leguina, se dejaba entrevistar en la web de este peri¨®dico. Una lectora le preguntaba: "Cuando el PP estaba en la oposici¨®n ten¨ªa (...) a Trillo, Rato, Cascos, Mercedes de la Merced, Rajoy, Arenas y Gallard¨®n. El PSOE, antes del 82, ten¨ªa a Ciriaco de Vicente, a Luis Solana, a Javier Solana, a Guerra, a Felipe. ?Cree usted que Caldera, Blanco y Aguilar est¨¢n a la altura?". Leguina se limit¨® a dar una respuesta que ¨¦l mismo calific¨® de "a la gallega": "Todas las comparaciones son odiosas".
La ausencia en el PSOE-A de ide¨®logos como Vargas-Machuca se ha hecho sentir. Ya no se valora a los que saben marcar caminos: s¨®lo a los que se jactan de saber ganar elecciones, aunque no sepan para qu¨¦. O, quiz¨¢, s¨ª lo sepan bien: para seguir viviendo de su cargo y continuar mirando lo que les rodea a trav¨¦s de los cristales del coche oficial.
Existe la percepci¨®n de que en pol¨ªtica vamos claramente a menos. En el caso andaluz la cuesta abajo se iniciar¨ªa tras la marcha de Escuredo. Pero no todo ha ido a peor: hace unos pocos a?os resultaba casi imposible criticar nuestro sistema de partidos sin que te llamaran fascista. Ahora, felizmente, ya no es as¨ª.
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