Los ancianos viven m¨¢s, pero tienen cada vez m¨¢s patolog¨ªas
Miquel Vilardell y Jos¨¦ Luis Molinuevo analizan en Aula EL PA?S los efectos del aumento de la longevidad
La gran revoluci¨®n de la higiene p¨²blica de principios de siglo permiti¨® alargar 20 a?os la esperanza de vida. Los antibi¨®ticos y la posibilidad de controlar las enfermedades infecciosas sumaron otros 10 a?os, y los avances m¨¦dicos registrados a partir de los a?os sesenta han a?adido el resto. El resultado es que ahora la esperanza de vida al nacer de las mujeres catalanas se sit¨²a en 83,2 a?os y la de los hombres en 76,5. Pero la revoluci¨®n de la gen¨¦tica, que ha permitido descifrar el genoma humano, promete una segunda revoluci¨®n. ?Hasta cu¨¢ndo se podr¨¢ alargar la vida? ?Y en qu¨¦ condiciones?
A estas preguntas respondieron el mi¨¦rcoles Miquel Vilardell, catedr¨¢tico de Medicina Interna y jefe del mismo servicio en el hospital de Vall d'Hebron, y Jos¨¦ Luis Molinuevo, neur¨®logo y director del Programa de Consejo Gen¨¦tico del hospital Cl¨ªnico, un servicio que ofrece a las familias con antecedentes de Alzheimer precoz la posibilidad de someterse a un test para conocer si sufrir¨¢n o no la enfermedad. La sesi¨®n, titulada 'Los l¨ªmites de la vida', formaba parte del ciclo Medicina en el siglo XXI, organizado por Aula EL PA?S, el Ayuntamiento de Barcelona y el Instituto Novartis de Comunicaci¨®n en Biomedicina.
"Antes habl¨¢bamos de c¨¢ncer; ahora, de c¨¢nceres. Uno de mis pacientes sufre seis"
En opini¨®n de Miquel Vilardell, hasta ahora el extraordinario avance en el ¨¢mbito de la gen¨¦tica apenas ha tenido consecuencias sobre la esperanza de vida. "Se est¨¢n buscando los genes que intervienen en las enfermedades m¨¢s frecuentes. Se dice que si se pudiera incidir sobre los genes que intervienen en las enfermedades neurodegenerativas, se podr¨ªa alargar la actual esperanza de vida en 15 a?os. Tambi¨¦n se plantea identificar los genes que intervienen en el envejecimiento. Incluso se ha dicho que si se lograra intervenir sobre el gen que codifica una prote¨ªna involucrada en el proceso de estr¨¦s oxidativo, se podr¨ªa alargar la esperanza de vida el 30%. Pero de momento s¨®lo son expectativas. Porque lo cierto es que en las patolog¨ªas de las que muere m¨¢s gente encontramos m¨²ltiples genes implicados, y adem¨¢s la situaci¨®n gen¨¦tica interacciona con los factores ambientales, que tambi¨¦n son m¨²ltiples. De ah¨ª que incluso entre las personas que sufren la misma patolog¨ªa unas envejezcan peor que otras", explic¨® Vilardell.
Mientras el avance de la gen¨¦tica no se concrete en aplicaciones terap¨¦uticas, es posible mejorar la calidad de vida tratando de prevenir las patolog¨ªas m¨¢s frecuentes y eso hay que hacerlo cuando a¨²n se es joven. Algo esencial, en opini¨®n de Vilardell, porque "lo importante es vivir cuanto m¨¢s mejor, pero con buena calidad de vida". Y no parece que ¨¦sta sea la tendencia. Al contrario: "Est¨¢ cambiando el patr¨®n de envejecimiento. Ahora se vive m¨¢s, pero el patr¨®n que predomina es el de un anciano con varias patolog¨ªas cr¨®nicas simult¨¢neas, que consume gran cantidad de f¨¢rmacos, ha de ser hospitalizado con frecuencia y adem¨¢s tiene problemas sociales. De ah¨ª que los hospitales est¨¦n llenos de pacientes a los que es dif¨ªcil dar el alta porque no pueden ser atendidos en casa y tampoco hay suficientes centros sociosanitarios a los que derivarlos".
Tanto Vilardell como Molinuevo coincidieron en que, conforme aumente la esperanza de vida, aparecer¨¢n m¨¢s casos de enfermedades neurodegenerativas como las demencias, y tambi¨¦n m¨¢s casos de c¨¢ncer, porque muchos tumores est¨¢n relacionados con mutaciones gen¨¦ticas que se producen con la edad. "Hace unos a?os habl¨¢bamos de c¨¢ncer. Ahora hablamos de c¨¢nceres: el otro d¨ªa atend¨ª a un paciente que sufr¨ªa seis tipos diferentes", dijo Vilardell.
Con el avance de la gen¨¦tica se puede dar la paradoja de que se desarrollen tests diagn¨®sticos que permitan predecir si una persona sufrir¨¢ una enfermedad, antes de disponer de terapias capaces de curarla. En cierto modo, ¨¦se el dilema que afronta Jos¨¦ Luis Molinuevo en la unidad de diagn¨®stico gen¨¦tico del hospital Cl¨ªnico de Barcelona. En este caso el test permite identificar una mutaci¨®n gen¨¦tica que ocasiona Alzheimer precoz. "En las familias afectadas, la mitad de sus miembros enferman muy pronto, la mayor¨ªa entre los 44 y los 48 a?os. Pero esta mutaci¨®n s¨®lo es responsable del 5% de los casos de Alzheimer. El resto se produce por m¨²ltiples factores".
En el caso del Alzheimer familiar, el test predictivo est¨¢ justificado, seg¨²n Molinuevo, porque permite a estas personas liberarse de la angustia de la incertidumbre. "Han visto morir a muchos familiares a edades muy tempranas y la posibilidad de desvelar si tienen o no la alteraci¨®n gen¨¦tica les permite planificar mejor su vida". En todo caso, la aplicaci¨®n de tests predictivos debe cumplir siempre, seg¨²n Molinuevo, tres principios: el de autonom¨ªa (tiene que ser el paciente quien lo solicite), el de beneficencia (ha de proporcionar alguna ventaja, algo dif¨ªcil de ver cuando no hay tratamiento disponible, pero la informaci¨®n puede servir para decidir mejor sobre la propia vida) y el de no maleficencia (no debe causar da?o).
La importancia del testamento
"Si ya nos cuesta hacer el testamento de los bienes, ?c¨®mo no va a costarnos hacer el testamento vital sobre c¨®mo queremos morir?". La pregunta surgi¨® del auditorio y era una reflexi¨®n a prop¨®sito de lo que hab¨ªa dicho Jos¨¦ Luis Molinuevo: "Es muy posible que en los ¨²ltimos a?os de nuestra vida suframos una demencia que nos incapacite mentalmente. Por eso es muy importante que antes de que la enfermedad merme nuestras facultades hagamos un testamento vital expresando c¨®mo queremos ser tratados al final de la vida, cuando ya no podamos decidir".
Molinuevo ha participado, en colaboraci¨®n con un grupo de investigadores de Jap¨®n, en la redacci¨®n de una propuesta de testamento vital espec¨ªfico para personas que comienzan a tener s¨ªntomas de demencia o simplemente temen poderla padecer. Tambi¨¦n Vilardell insisti¨® en la necesidad de hacer en cualquier caso el testamento vital, una figura que en Catalu?a cuenta con un respaldo legal pionero. "Lo que ocurre es que somos reticentes a plantearnos c¨®mo queremos morir porque en realidad no sabemos afrontar la muerte", dijo Molinuevo.
"Antes la gente mor¨ªa a los 60 a?os y sab¨ªa morir. Ahora morimos a los 80 y no sabemos morir. Vivimos totalmente de espaldas a la muerte. En el siglo XX se produjo una disociaci¨®n entre la medicina tecnificada y la medicina humanista que ha llevado a despreciar los aspectos m¨¢s personales, y por eso ahora tenemos tantos problemas y tantas dificultades para manejar la fase terminal de la vida", concluy¨®.
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