Los catalanes pobres sufren m¨¢s obesidad, dolor de espalda y enfermedades mentales que los ricos

Que ser pobre es malo para la salud es algo que la sabidur¨ªa popular siempre ha tenido presente. Pero lo que todos los m¨¦dicos intuyen y muchos pa¨ªses occidentales ya han teorizado todav¨ªa no encuentra respuesta de las administraciones catalanas. Un estudio de la Fundaci¨®n Jaume Bofill presentado ayer pide que se haga frente a los problemas de salud causados por las desigualdades sociales. Y no es para menos: seg¨²n el informe, los catalanes pobres tienen m¨¢s problemas de obesidad, dolor de espalda y enfermedades mentales, entre otras, que los ricos.

En la presentaci¨®n del informe, elaborado por 18 investigadores, los coordinadores del trabajo, Carme Borrell y Joan Benach, destacaron las "desigualdades de salud" observadas entre la poblaci¨®n catalana y aseguraron que estas diferencias guardan relaci¨®n con variables como el sexo, la posici¨®n social e incluso la zona donde habita cada ciudadano.

Con todas estas variables, los autores del estudio calculan cu¨¢ntas muertes podr¨ªan evitarse si todas las comarcas catalanas tuvieran los mismos niveles socioecon¨®micos que las m¨¢s ricas: un total de 3.000 al a?o. Y es que, seg¨²n consta en el informe, las comarcas de la costa y las grandes ciudades tienen un ¨ªndice de mortalidad sensiblemente superior al de las comarcas del interior y del Pirineo.

Tomando cifras de la Encuesta de Salud de Catalu?a de 1994, los autores del estudio han llegado a la conclusi¨®n de que, en general, cuanto peor es la posici¨®n social del individuo, peor es su estado de salud, y en el caso de las mujeres, sea cual sea su situaci¨®n social y pese a tener una esperanza de vida m¨¢s larga, tambi¨¦n dicen encontrarse peor que los hombres.

Y la culpa no es del sistema nacional de salud. As¨ª lo defendi¨® Carme Borrell, quien recalc¨®: "El acceso a los servicios m¨¦dicos es el mismo para todos los ciudadanos, lo que debemos seguir defendiendo en el futuro". Las causas que provocan esta situaci¨®n de desigualdad hay que buscarlas, seg¨²n Joan Benach, en los h¨¢bitos personales, la informaci¨®n que reciben los ciudadanos y sus exigencias laborales.

A modo de ejemplo, en el estudio se observa que las mujeres que se dedican a tareas de limpieza tienen problemas de dolor en el 35,7% de los casos, un porcentaje que se reduce a menos de la mitad entre las mujeres que se dedican a trabajos no manuales.

El estudio revela tambi¨¦n que la poblaci¨®n con m¨¢s nivel de estudios se preocupa m¨¢s por su estado de salud. As¨ª, el consumo de agua embotellada es muy superior entre las personas que tienen estudios secundarios o universitarios, frente a los que no han completado la ense?anza primaria.

Joan Benach record¨® que los pa¨ªses del norte de Europa ya hace a?os que se preocupan de reducir los problemas de salud causados por las desigualdades sociales, una sensibilidad que de momento no se da en Espa?a. "Adem¨¢s estos problemas, lejos de desvanecerse, est¨¢n aumentando d¨ªa a d¨ªa en Catalu?a", recalc¨® el autor del informe.

Para combatir esta situaci¨®n Carme Borrell y Joan Benach exigen a las administraciones p¨²blicas catalanas que coloquen este asunto en su agenda de forma prioritaria y que desarrollen programas de investigaci¨®n, ahora "casi inexistentes", que "ayuden a entender mejor las causas" de estas desigualdades.